XTB afirma que el diferencial de la deuda está más condicionado por los bancos centrales que por el riesgo país
Por el equipo de XTB
La rentabilidad de la deuda española a 12 meses cayó por segundo mes consecutivo hasta el 3,6% y se situó en el mismo nivel que la deuda a 6 meses.
En la última subasta de Letras del Tesoro celebrada ayer, la rentabilidad de las Letras a 12 meses cayó hasta el 3,680%, frente al 3,682% del pasado mes de agosto. El capital adjudicado fue de 3.816,43 millones de euros, con una demanda de 1,63 veces la emisión. El rendimiento de las Letras a 6 meses superó ligeramente al de la anterior subasta, alcanzando el 3,679% frente al 3,665% del mes de agosto. El capital adjudicado fue de 1.124,55 millones de euros y la demanda cubrió 2,47 veces la emisión.
Aunque los inversores minoristas siguen mostrando un gran interés por la deuda española, durante los últimos meses se está produciendo un progresivo descenso de las peticiones de particulares. En las Letras a 12 meses, se adjudicaron un 14,16% del total de la emisión frente al 23% del mes anterior, mientras que en las Letras a 6 meses cubrieron el 38,17% de la emisión frente al 43% del mes pasado.
La rentabilidad de la deuda a corto plazo española continúa superando la tasa de inflación a pesar del repunte de los últimos dos meses, en los que el IPC general ha pasado del 1,9% de junio al 2,6% de agosto. Las principales entidades bancarias continúan ofreciendo una rentabilidad muy por debajo de la media europea ante el exceso de liquidez y solo las entidades con una clara orientación a la captación de nuevos clientes ofrecen rendimientos cercanos al 3%.
Durante las últimas semanas han crecido las especulaciones sobre la posibilidad de que los bancos centrales detengan los aumentos de tipos ante la desaceleración de la inflación y el temor a que nuevas subidas puedan acelerar el proceso de contracción económica. Esta misma semana el Banco Central de Australia decidió pausar las subidas a pesar de que la inflación se encuentra en el 6%. En EE. UU. otorgan un 92% de posibilidades a que los tipos se mantengan en la próxima reunión del 20 de septiembre cuando la inflación se encuentra en el 3,2%.
En Europa la inflación continúa muy por encima del objetivo del 2%, en agosto marcó un 5,3% y las recientes subidas de las materias primas energéticas amenazan con nuevos repuntes. El BCE ya ha dejado claro que no revisará al alza los objetivos de inflación y que mantendrá los tipos de interés altos el tiempo que haga falta, pero con Alemania en recesión técnica y con el fuerte desplome en la demanda de crédito, cada incremento adicional supondrá un duro golpe para la economía de la eurozona.
El BCE subió los tipos de interés por novena reunión consecutiva el pasado mes de julio hasta el 4,25%. En estos momentos no hay un consenso claro sobre la decisión de tipos en su próxima reunión del 14 de septiembre, solo el 42% de los inversores encuestados apuesta por un nuevo aumento de 25 puntos básicos, pero atendiendo a las últimas comparecencias de Lagarde y con una inflación por encima del 5%, no debería sorprender a nadie otro nuevo aumento.
La prima de riesgo española se encuentra en los 104 puntos básicos, 5 puntos por debajo de los niveles en los que empezó el año. La rentabilidad del bono a 10 años ofrece un 3,66%, muy cerca de los máximos alcanzados a finales del mes de febrero. El proceso electoral no ha tenido un impacto significativo y la incertidumbre sobre la formación del próximo gobierno no se ha trasladado a los mercados de deuda. El Tesoro Público continúa encaminado a cumplir con su objetivo de captación de 70.000 millones de euros y en los últimos meses ha quedado claro que el diferencial de deuda está más condicionado por los bancos centrales que por el riesgo país.