Vincent Nichols (BNP Paribas AM): Los catalizadores del sector tecnológico
Por Vincent Nichols, investment specialist
El sector tecnológico está inmerso en un rápido cambio estructural: la movilidad, la computación en la nube y el internet de las cosas están redefiniendo la forma en la que nos planteamos la tecnología.
En 2023, el mayor obstáculo para la revalorización de los precios de las empresas de elevado crecimiento han sido las fuertes subidas de tipos de interés. Además, las ambiciosas previsiones sobre este tipo de compañías se extrapolaron a los resultados futuros tras los importantes cambios que se produjeron en la economía mundial durante la pandemia. Sin embargo, con el tiempo resultó evidente que algunas de estas expectativas eran excesivamente optimistas, lo que provocó la compresión de las valoraciones más rápida que se recuerda desde 2008.
En un contexto de reducción de la inflación, moderación de las subidas de tipos y niveles de precios más atractivos, los inversores comienzan a replantearse la inversión en empresas innovadoras de elevado crecimiento.
Aún han de tenerse en cuenta numerosos riesgos. La Reserva Federal podría mantener el endurecimiento de su política monetaria durante más tiempo del previsto, con el fin de reducir la inflación o de recuperar credibilidad a expensas de la economía y los precios de los activos. En un escenario así, los activos de larga duración podrían obtener peores resultados.
¿Estamos volviendo al paradigma prepandémico?
Creemos que el riesgo al alza del nivel que podrían alcanzar los tipos de interés en el actual ciclo de subidas se ha moderado a medida que el crecimiento económico se ha ido desacelerando y las presiones inflacionistas han ido cediendo lentamente. La debilidad del gasto de los consumidores en el ámbito de los ordenadores personales y los smartphones de gama baja podría extenderse a los clientes comerciales y corporativos, así como a sectores que se han visto favorecidos por la pandemia de covid, como el del comercio electrónico. Estos segmentos podrían registrar peores resultados a medida que las tasas de adopción y las cuotas de mercado van recuperando las tendencias previas a la pandemia.
Un imperativo estratégico
Aunque es probable que las previsiones de beneficios empresariales se revisen a la baja conforme la economía se vaya ralentizando, el sector tecnológico podría registrar buenos resultados, dada la capacidad de resistencia que han demostrado los beneficios del sector en periodos de recesión en el pasado.
Muchas empresas consideran que la transformación digital constituye un imperativo estratégico, lo que debería impulsar el gasto empresarial en tecnología. La ciberseguridad, por ejemplo, es un área que podría consolidarse aun en el caso de que las empresas optaran por reducir en 2023 su gasto en tecnología.
La demanda de semiconductores también podría mantener su solidez en los mercados finales, incluidos el sector automovilístico (donde aumenta el contenido electrónico y las existencias siguen siendo reducidas) y los centros de datos, dependiendo de la capacidad de resistencia que muestre el gasto destinado a impulsar iniciativas de computación en la nube e inteligencia artificial (IA).
La IA generativa irrumpe con fuerza
La IA generativa, que es una tecnología de inteligencia artificial que puede generar varios tipos de contenidos, como texto, imágenes, audio y datos sintéticos, ha alcanzado recientemente un punto de inflexión en cuanto a capacidad y uso.
Es probable que la capacidad de la IA generativa se integre en numerosos servicios de software. Algunas compañías líderes en el mercado ya han anunciado que están haciendo uso de esta tecnología.
En nuestra opinión, la IA generativa va a acelerar la adopción de la IA hasta hacerla omnipresente. El aprendizaje automático se está imponiendo a la IA basada en reglas; se trata de modelos de inteligencia artificial que aprenden de los datos que se les proporcionan, en lugar de hacerlo a partir de las normas concretas que se les han incorporado. El cambio comenzó realmente a acelerarse en torno al año 2010, con la combinación de la informática y el almacenamiento de bajo coste, la existencia de conjuntos de datos masivos y los avances en algoritmos dentro del campo de la IA.
Impulso de la demanda de semiconductores
Existe una importante demanda de semiconductores, ya que la cantidad de recursos informáticos que se consumen aumenta de forma exponencial con las sucesivas iteraciones de los sistemas de IA generativa. Los semiconductores que se utilizan en la computación de alto rendimiento son muy voluminosos. Las empresas de semiconductores están tratando de equilibrar el rendimiento con el consumo de energía y se encuentran con ciertas limitaciones con respecto a la Ley de Moore, que defiende que el número de transistores en un circuito integrado se duplica aproximadamente cada dos años. Los microchips aumentan de tamaño con cada generación, lo que está aumentando la demanda de obleas con más rapidez que la demanda de unidades, algo que favorece a largo plazo a las empresas de materiales y bienes de equipo de semiconductores.
El crecimiento a largo plazo favorece a la tecnología
Mantenemos la confianza en la durabilidad de los impulsores de crecimiento a largo plazo que respaldan nuestra estrategia (computación en la nube, inteligencia artificial, automatización e internet de las cosas), así como en las tecnologías fundacionales que posibilitan estas temáticas de inversión. Seguimos pensando que las empresas líderes y beneficiarias de la transformación digital ofrecerán unos resultados favorables en términos de crecimiento de los ingresos, beneficios, flujos de caja y rentabilidad a largo plazo, a medida que las compañías trabajen para reducir costes, aumentar su eficiencia e innovar para diferenciarse del resto.