Stefan Rondorf (Allianz GI): Cambio de rumbo
Por Stefan Rondorf, Senior Investment Strategist Global Economics & Strategy de Allianz Global Investors
El aumento de la inflación y de los riesgos de desaceleración de la economía pone a los bancos centrales en un aprieto. En las últimas semanas, tanto el BCE como la Reserva Federal se han posicionado, al menos verbalmente, a favor de la lucha contra la inflación. Sin embargo, hasta ahora ambos bancos centrales han mantenido una política muy expansiva, por lo que deben tomar medidas rápidas y contundentes para contrarrestarlo, lo que supondrá todo un reto. Hay un largo camino que recorrer para llegar a una política monetaria que contenga la inflación con tipos de interés superiores a los niveles neutrales”.
Asignación táctica de acciones y bonos
- Aunque actualmente predominan los riesgos de desaceleración económica, el riesgo de caer en una recesión en los próximos meses parece bastante bajo. Antes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la economía mundial acababa de recobrar un poco de impulso después de que los efectos de la variante ómicron se hubieran frenado en los meses de invierno. La esperanza de que el sector de los servicios se reactive tras dos años de pandemia sigue estando justificada.
- Si los precios del petróleo se hubieran mantenido por encima de los 120 dólares por barril durante más tiempo, en un periodo de dos años prácticamente se habrían duplicado. Hasta ahora esto se solía traducir en una mayor desaceleración económica. Sin embargo, la significativa reducción de la intensidad energética (y, por tanto, la menor dependencia energética) de las economías occidentales, así como la política monetaria aún expansiva, están mitigando actualmente los indicios negativos de esta regla.
- Por tanto, parece que es demasiado pronto para hablar de un escenario de estanflación similar al de los años 70.
- De momento, la probabilidad de que se produzcan escenarios de riesgo, como ciberataques o el ataque a un Estado de la OTAN por parte de Rusia, parece baja, pero no nula.
El fuerte aumento de las tasas de inflación y la presión sobre los bancos centrales han provocado una tendencia bajista de dimensiones históricas en los mercados de renta fija de Estados Unidos. En términos relativos, las acciones siguen manteniéndose como valores reales, sobre todo en un entorno en el que los tipos de interés reales pueden permanecer en niveles negativos durante aún más tiempo.