Schroders: La importancia de la disciplina y el reequilibrio que imponen los asesores para invertir
Por David Brett, investment writer
Durante décadas, muchos asesores financieros y los inversores han respetado la regla 60/40 y los cálculos realizados por Schroders ilustran el por qué, pero ¿ha pasado ya su momento? Los últimos años han sido un tiempo tumultuoso para los inversores. Solo en los últimos 20 años, hemos experimentado dos de las mayores caídas del mercado de valores en la historia: el estallido de la burbuja de las puntocom en el cambio de milenio y la crisis financiera en 2008. Suavizar los efectos negativos de la volatilidad y evitar pérdidas han sido imperativos cruciales para los inversores, por lo que muchos han adoptado la regla 60/40. En su forma más simple, la regla 60/40 significa tener el 60% de su cartera invertida en un riesgo potencialmente más alto y un rendimiento históricamente más alto, como la renta variable, y el otro 40% invertido en un riesgo más bajo, pero también tradicionalmente con rentabilidad menor, como la renta fija.
La teoría es que una cartera de 60/40 debe proporcionar rentabilidades similares al mismo tiempo que suaviza los máximos y mínimos extremos (volatilidad) que vienen con una cartera solo de renta variable. Los cálculos de Schroders muestran que la inversión en los últimos 30 años basada en una estrategia 60/40, habría sido efectiva tanto en términos de suavizar la volatilidad (el objetivo principal) como en el rendimiento superior.
Se podría esperar que una inversión de 1.000 dólares realizada a finales de 1988, utilizando tres enfoques diferentes que involucren acciones, bonos y una combinación 60/40 de los dos, se hubiera llevado a cabo de la siguiente manera:
- El total invertido en acciones, significarían ahora 7.554 dólares, lo que significa una rentabilidad del 7,2% anual.
- Los 1.000 dólares invertidos en bonos gubernamentales supondrían 5.806 dólares, es decir, una rentabilidad anual del 6,2%.
- El dinero invertido un 60% en acciones y 40% en bonos se habrían convertido en 8.091 dólares, o, lo que es lo mismo, una rentabilidad anual del 7,5%.
En estos ejemplos, las acciones están representadas por el MSCI World Total Return Index y los bonos por el bono del Tesoro estadounidense a 10 años. Los rendimientos no han sido ajustados por la inflación o según sus costes de negociación. Por supuesto, el rendimiento pasado no es una guía de lo que los inversores pueden esperar en el futuro.
Cómo una estrategia 60/40 podría haber proporcionado rendimientos mejores y más suaves
Fuente: Schroders. Datos refinados para el MSCI World Index: rendimiento total y rendimiento de referencia del Tesoro de EE. UU. a 10 años de referencia, a 31 de marzo de 2019. El material no está destinado a proporcionar asesoramiento de ningún tipo. La información aquí contenida se considera confiable, pero Schroders no garantiza su integridad o exactitud.
Reequilibrio: el secreto para hacer que la regla 60/40 funcione
Para que la estrategia 60/40 funcione, los inversores deben modificar su cartera al menos una vez al año, para garantizar que mantenga su división de aproximadamente 60/40. Esta acción es conocida en los círculos de inversión como reequilibrio. En términos prácticos, se trata de vender algunos activos con mejor comportamiento y reinvertir los ingresos en los de bajo rendimiento, de modo que la mezcla de acciones y bonos se mantenga en 60/40. Se debe hacer esto porque, por ejemplo, si las acciones tienen un buen año y los bonos uno malo, las acciones podrían terminar representando un porcentaje mucho mayor de la cartera que el citado 60%. Si se le deja caminar sola, sin darse cuenta, se podría terminar con una cartera fuertemente ponderada hacia un activo. Y eso puede dejarnos expuestos a un mayor riesgo.
En este ejemplo, al vender acciones con un mejor rendimiento y comprar bonos con bajo rendimiento, la cartera volvería a estar equilibrada. En un mundo ideal, los activos de bajo rendimiento comenzarían a tener un mejor desempeño, mejorando el rendimiento total de la cartera, al mismo tiempo que suavizarían la volatilidad.
¿La estrategia 60/40 sigue funcionando?
Durante la última década, una cartera 60/40 pudo haber logrado una revalorización del 7.5% anual. Sin embargo, los tipos de interés bajos y otras iniciativas de política monetaria implementadas por los bancos centrales (como una flexibilización cuantitativa – añadiendo más dinero al sistema financiero) para ayudar a la recuperación económica, después de la crisis financiera, han distorsionado los rendimientos. El efecto global fue una reducción en el rendimiento de los bonos del gobierno.
Por ejemplo, una inversión de bonos únicamente desde 2008, habría arrojado solo un 2,5% de rentabilidad. Por el contrario, una cartera de solo acciones habría arrojado un 10,3%. El entorno de tipos de interés bajos, combinado con las políticas monetarias de los bancos centrales, ha mantenido los rendimientos de los bonos artificialmente bajos y ha empujado a los inversores a activos con un mayor riesgo, como las acciones, en la búsqueda de mayores rendimientos.
La rentabilidad del bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó del 9,5% en 1989 al 2,8% en 2018. El rendimiento del dividendo actual para las acciones mundiales es del 4%. Por lo tanto, un inversor que reequilibra una cartera, vende acciones con mejor desempeño y compra bonos con bajo rendimiento, no está viendo el nivel de rendimiento que había sido más usual históricamente.
¿Existen argumentos para un tipo diferente de estrategia?
En 2013, Warren Buffet, inversor multimillonario y director ejecutivo de la mayor firma de servicios financieros del mundo, Berkshire Hathaway, dijo que estaba dejando instrucciones, para que, cuando llegara el momento, los fideicomisarios de su herencia pusieran el 90% del dinero en acciones y el 10% en bonos del gobierno a corto plazo. Tal estrategia 90/10 sin duda habría dado sus frutos en la última década. Desde su nivel más bajo en marzo de 2009 durante la crisis financiera, el índice MSCI World subió un 242%. Pero estar tan fuertemente invertido en acciones es una estrategia muy arriesgada. Los inversores que lo adopten deberían tener la constitución para soportar la montaña rusa que conlleva ser un inversor en el mercado de valores.
Claire Walsh, Directora de Finanzas Personales de Schroders, ha asegurado que, si bien la regla 60/40 puede no haber proporcionado los retornos que los inversores pueden haber deseado en los últimos años, les impone disciplina de inversión. “Como muestran los datos, la regla 60/40 aún podría lograr un rendimiento decente, pero desde la introducción de bajos tipos de interés, a partir de la crisis financiera, ha sido menos eficaz. Sin embargo, todavía hay beneficios en este enfoque. Por ejemplo, el uso de la regla 60/40 y el reequilibrio regular podrían impedirle cometer errores de inversión clásicos, como la compra en momentos de pánico y la venta en época de euforia. Al igual que ahorrar en una base mensual, el reequilibrio regular le enseña a ser disciplinado con su inversión. En definitiva, podría decirse que el beneficio real de la regla 60/40 es psicológico. Los mercados fluctuantes son angustiosos. El reequilibrio puede dar a los inversores una mayor tranquilidad. Puede ayudarles a evitar la tentación de jugar demasiado con sus inversiones y evitar que vendan en la parte baja (porque las cosas están mal) y que compren en la parte alcista».