Consejos de Schroders para que los inversores puedan afrontar la inflación
Por el equipo de Schroders
Hacía décadas que la inflación en EE.UU., el Reino Unido y otros países no se encontraba en niveles tan altos. Los consumidores estadounidenses pagan hoy un 8,5% más por los productos de consumo diario que hace un año. Es la tasa de aumento de precios más alta en más de 40 años. Pero, ¿cómo afecta esto a los inversores?
Hemos preparado esta guía rápida para explicar a tus clientes:
- ¿Qué es la inflación?
- ¿Cuál es la relación entre los tipos de interés y la inflación?
- ¿Cómo pueden los inversores limitar el impacto de la inflación en sus carteras?
¿Qué es la inflación?
La inflación describe un cambio en los precios. Para determinar las variaciones de los precios, se hace un seguimiento de una cesta de productos de consumo habitual. Estos incluyen, por ejemplo, alimentos y bebidas, ropa, calzado, transporte y costes energéticos.
Las causas de la inflación pueden ser varias. Se habla de dos tipos principales: «aumento de los costes » o «aumento de la demanda». Si los costes de producción de bienes y servicios aumentan, los consumidores se enfrentan a un incremento de los precios de los productos finales: es el «aumento de los costes». Pero los precios también pueden subir cuando la demanda supera la capacidad de abastecimiento: es el «aumento de la demanda «.
La inflación actual está impulsada sobre todo por el incremento de los costes. La energía es un componente de la mayoría de los bienes y servicios, y cuando, como ahora, su precio sube, los productores tienen que repercutir el coste.
El riesgo más evidente de una elevada inflación es que, si los precios suben más rápido que los ingresos, los ciudadanos podrán permitirse comprar menos bienes y servicios. Para los ahorradores, incluso una baja inflación merma el poder adquisitivo del poder en efectivo.
¿Cuál es la relación entre los tipos de interés y la inflación?
La inflación y los tipos de interés están estrechamente ligados. Esto se debe a que los tipos de interés son la herramienta clave que utilizan los bancos centrales (como la Reserva Federal de Estados Unidos o el Banco de Inglaterra) para controlar la inflación.
La mayoría de los bancos centrales tienen la misión de mantener la inflación por debajo de un nivel acordado (por ejemplo, el 2%). Cuando la inflación aumenta, los bancos centrales suben los tipos de interés como forma de controlarla.
Unos tipos de interés más altos provocan un aumento de los costes de los créditos y, a su vez, un menor gasto. Esto puede frenar la inflación. Lo contrario también es cierto: si la inflación es baja y una economía crece demasiado lentamente, los bancos centrales pueden reducir los tipos de interés para estimular más préstamos y más gasto.
A diferencia de lo que pasó en los años 70s en EE.UU., donde los bancos centrales tardaron en actuar, actualmente los responsables políticos están mucho más dispuestos a utilizar los tipos de interés para controlar la inflación, entre otras cosas, porque los bancos centrales ahora son independientes. Desde Schroders creemos que tendremos que pasar por un período de ajuste difícil que incluirá un mayor desempleo y un crecimiento económico más lento para volver a una situación de inflación más estable.
¿Cómo pueden los inversores limitar el impacto de la inflación en sus carteras?
Las acciones de las empresas tienden a mantener su valor mejor que el efectivo: pero su capacidad para capear la inflación varía en función de una serie de factores.
La conclusión de un reciente estudio de Schroders sobre cómo se han comportado históricamente las acciones de determinados sectores durante los periodos de estanflación -como los que podríamos afrontar en 2022, cuando la inflación es superior a la media, pero el crecimiento económico se ralentiza- fue:
- Las acciones de las empresas defensivas (las que venden productos y servicios esenciales, como la electricidad o los bienes domésticos básicos) tienden a resistir mejor. Los sectores bursátiles que mejor se comportaron durante los periodos de estanflación fueron los servicios públicos, los productos de consumo básico y el sector inmobiliario (desde 1995 hasta diciembre de 2021. Fuente: Schroders Economics and Strategic Research Unit).
- La diversificación es otra defensa clave durante los periodos de inflación, ya que una cartera bien gestionada está expuesta a una variedad de clases de activos. Así, junto con sus participaciones en acciones de empresas (como se ha indicado anteriormente), los inversores pueden beneficiarse de la exposición a materias primas, como el oro, los inmuebles y otros activos alternativos, incluidos los activos privados (inversiones que no cotizan en los mercados públicos).
- Algunas inversiones, como los bonos ligados a la inflación, están diseñadas explícitamente para generar beneficios en relación con la inflación. Sin embargo, la demanda de estas inversiones aumenta durante los periodos inflacionistas, lo que puede hacer subir sus precios.
Lee el artículo completo: Rally inflacionario: qué significa y cómo deben afrontarlo los inversores.
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