Por qué invertir en agua es una de las inversiones más seguras y rentables
Decía el genial Leonardo da Vinci que “el agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza”, y parece que, desde luego, no se equivocaba. Junto con el aire es el bien más consumido a nivel mundial, imprescindible para la supervivencia de plantas y animales, aunque sus usos van mucho más allá. En el caso del ser humano, a medida que la población crece a un ritmo frenético, la demanda de agua se dispara, lo que ya está levantando la alarma entre los expertos. Según el International Food Policy Research Institute, en los próximos 15 años habrá una brecha del 40% entre la demanda y la oferta de agua, mientras que Naciones Unidas ha advertido que en 2025 habrá 1.800 millones de personas viviendo en regiones con escasez de agua, con dos tercios de la población del planeta que podrían tener un acceso limitado a ella.
El agua es, por tanto, vital para la economía mundial. Según el informe ‘Invertir en Agua: una fuente sólida de crecimiento’, elaborado por la gestora BNP Paribas Asset Management, abarca una amplia gama de mercados finales y negocios, como los proveedores de infraestructuras hídricas, las empresas de depuración de aguas, los fabricantes de bombas y tuberías, los sistemas de GPS y de filtración, la tecnología de reutilización del agua y de desalinización, el software de detección de fugas y de medición del caudal, así como sectores relacionados con la conservación del agua.
Segmentos relacionados con la cadena de valor del agua
Un activo interesante en el largo plazo
A primera vista puede parecer raro plantearse el agua como una inversión, ya que, a diferencia de otras materias primas, se trata de un bien regulado, que tiene distintas particularidades según la regulación de cada país. Esto es lógico si se piensa, por ejemplo, en que resulta imposible vender el caudal de un río. Sin embargo, se puede invertir en agua de un modo indirecto, a través de empresas que se dediquen a servicios relacionados con ella, o bien a través de fondos de inversión o de ETFs que incluyan en su portfolio a estas compañías.
Aunque los recursos hídricos han demostrado ser una posición defensiva efectiva en los últimos años, se prevé que su valor aumentará en línea con la demanda mundial. El gasto propuesto en desarrollo de infraestructuras relacionadas con el agua es enorme, tanto en Occidente como en los países en vías de desarrollo. Es previsible que la creciente brecha entre la demanda y la oferta de agua seguirá impulsando en los próximos años la necesidad de encontrar soluciones más efectivas en todo el mundo y, por ende, una inversión de capital considerable.
Las inversiones que dependen del cambio climático o de la evolución demográfica suelen ser por regla general muy atractivas si se valoran en el largo plazo. En el caso del agua, su demanda global es inelástica lo que quiere decir que, a pesar de su precio o escasez, resulta prácticamente imposible de sustituir por otro bien, por lo que la población la seguirá consumiendo. Si compramos el índice FTSE EO Water Technology (que incluye a las compañías que se dedican a la tecnología del agua) con el MSCI World, se observa que esta materia prima aporta a los inversores niveles estables de rentabilidad ajustada al riesgo, ofreciendo un potencial significativo de inversión.
El abanico de oportunidades de inversión en agua, principalmente en nuevas tecnologías y servicios desarrollados para conservar, tratar y distribuir los recursos hídricos, se concreta en distintos ámbitos que justifican las notables expectativas a largo plazo que surgen sobre ella:
- Población y urbanización. Aunque las mejoras tecnológicas permiten una gestión más eficiente de los recursos hídricos, el aumento global de la población pone bajo una presión considerable a las reservas de agua potable. Según la ONU, para 2050 se espera que la población mundial haya crecido hasta los 9.000 millones de personas, mientras que el volumen global de agua potable permanece fijo. Solo un 2,5% del total de 1400 millones de kilómetros cúbicos de agua que hay en la Tierra se considera dulce, y apenas el 0,025% es agua superficial accesible.
- Nivel de vida. La urbanización creciente y la mayor prosperidad en los países en vías de desarrollo están cambiando los hábitos de consumo. Un nivel de vida más alto se asocia a un rápido crecimiento de la demanda de ropa y productos personales, así como a una dieta más rica en proteínas, todo lo cual aumenta la presión sobre el suministro de agua. Satisfacer este rápido crecimiento exige un desarrollo importante de la infraestructura hídrica.
- Infraestructuras. Se estima que durante los próximos 15 años se gastarán unos 7,5 billones de dólares en infraestructuras de agua en todo el mundo. En los países desarrollados ha habido una inversión claramente insuficiente en reparaciones y puestas al día, en especial en las infraestructuras urbanas, muchas de las cuales se construyeron a finales del siglo XIX y principios del XX. Se considera que la vida útil de estos sistemas oscila entre los 60 y los 80 años. Los escapes de agua constituyen un problema importante en muchas ciudades. En Estados Unidos se pierde cada día entre un 15 y un 25% del agua por fugas en tuberías y conducciones, mientras que Londres pierde 818 millones de litros al día debido a infraestructuras hídricas obsoletas. La reparación y mejora de todas estas instalaciones exigirá un gran volumen de inversiones por parte de las Administraciones a lo largo de los próximos años.
- Regulación. Las normativas influyen en gran medida en las pautas de oferta y demanda, y pueden determinar la calidad del agua, el servicio y las tarifas. Las infraestructuras hídricas, y en especial la depuración de agua, han ganado una prioridad súbita en los programas nacionales y locales durante estos últimos años, debido a la influencia de la normativa en estos aspectos de la gestión de los recursos hídricos.
- Patrones climáticos cambiantes. El cambio climático y la creciente frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos están acentuando la presión sobre el suministro mundial de agua dulce. De cara a la segunda mitad de este siglo, se ha pronosticado que las precipitaciones serán hasta un 40% más bajas, lo que podría conllevar un sinfín de efectos negativos en las cosechas. Según la ONU, se prevé que en el año 2030 el mundo afrontará un déficit hídrico del 40% a nivel global. Las soluciones en las que se están trabajando en la actualidad incluyen la inversión en infraestructuras y tecnologías de mayor eficiencia hídrica, la recuperación de más agua residual y pluvial, y la reducción del agua utilizada para las zonas verdes y el regadío.
Tendencias globales que impulsan a largo plazo las inversiones en agua
La cadena de valor hídrica
Las empresas vinculadas al agua tienen ante sí el reto para los próximos años de hacer llegar agua potable de calidad a todas las partes del mundo, en un contexto de superpoblación, concentración en grandes núcleos urbanos y un mayor consumo de litros por habitantes. Por ello, la inversión en proveedores de soluciones hídricas puede resultar una magnífica decisión financiera, que conlleva, según BNP Paribas AM, tener presente los siguientes eslabones de su cadena de valor:
- Infraestructura hídrica, como los fabricantes de bombas, tuberías y válvulas, que son productos relativamente estandarizados, con cierta exposición a las fases iniciales de los ciclos de gasto de capital en los sectores industriales y de la construcción. Con un crecimiento mundial constante de entre el 2 y el 4%, son, en su mayoría, tecnologías de los mercados desarrollados con un potencial de crecimiento de doble dígito, principalmente debido a la demanda en los mercados emergentes, aunque países como EEUU o Japón han anunciado importantes inversiones que requerirán de los servicios de estas compañías.
- Depuración y eficiencia del agua, que abarca sectores industriales tan dispares como el cemento, los semiconductores, la biotecnología y el procesamiento de alimentos. Las empresas de depuración de aguas suelen suministrar productos como membranas y filtros, de manera que el comprador está comprometido a comprarles recambios. El equipamiento tiene ciclos de reposición predecibles y proporciona a los fabricantes perfiles de beneficio relativamente estables. Las sustancias químicas empleadas para la depuración de los recursos hídricos públicos y municipales (agua potable y agua fecal) así como del agua industrial y residual tienen un perfil de crecimiento de uno o dos puntos porcentuales por encima del PIB. Se ha pronosticado que el mercado mundial de equipamiento para la depuración de aguas crecerá de un 2% a un 4%, y se considera viable que dicho crecimiento anual alcance el 13,5% y de un 15% a un 20% en China y la India, respectivamente.
- Servicios públicos de agua. Los regímenes reguladores de cada país son indispensables para comprender los servicios públicos de agua. En Reino Unido, por ejemplo, funciona con ciclos de inversión de 5 años en los que la inflación se repercute al consumidor y contribuye al valor regulado de los activos de la empresa. El sistema estadounidense dicta que estas compañías inviertan y soliciten a continuación un coste de capital de ámbito regional al organismo regulador para posibilitar unas rentabilidades competitivas. Por su parte, China aplica un modelo de coste incrementado que fijan y aprueban las autoridades para permitir una rentabilidad de los recursos propios de entre un 8% y un 10%. Se prevé que las tarifas subirán en los próximos años para facilitar el crecimiento sustancial que se espera en el país. Los servicios públicos son de naturaleza defensiva, suelen rendir bien en los periodos de volatilidad de los mercados y ofrecen una rentabilidad por dividendo superior a la media.
Nuevas tecnologías del agua en desarrollo
La mejora de las condiciones de vida y el aumento de la población no sólo implican encontrar nuevas fuentes de agua para atender las necesidades de las personas, sino perfeccionar e innovar en las tecnologías vinculadas al agua, de cara a que su distribución y utilización sean más eficientes. Las áreas actuales de innovación en tecnología hídrica incluyen la detección de fugas, el riego de precisión, la reutilización del agua, nuevos sistemas de depuración, la medición automatizada y avanzada, la gestión de caudales y la desalinización. El informe ‘Invertir en Agua: una fuente sólida de crecimiento’ de BNP Paribas AM, destaca las siguientes:
- Desalinización y ósmosis inversa. Con una capacidad de 80 millones de m3 al día, cerca del 1% del agua dulce que se consume en el mundo proviene de la desalinización. El consumo de energía requerido para ello se ha reducido de manera significativa en las dos últimas décadas, debido al uso de la tecnología de la ósmosis inversa, que elimina la sal mediante filtración utilizando una tecnología de membranas. La desalinización ofrece oportunidades de inversión atractivas que permiten participar en el crecimiento de la industria. Los proveedores de la tecnología necesaria para la industria incluyen fabricantes de membranas y tecnologías para la fase de demostración que se encuentran en desarrollo en instituciones como Stanford y el MIT e incluyen la utilización de electrodos porosos o de membranas de grafeno perforadas con una permeabilidad optimizada. En la actualidad, el crecimiento del mercado a nivel mundial ronda el 6%.
- Reposición de las aguas freáticas. Entre los nuevos proyectos de reutilización de agua potable, cabe reseñar, por ejemplo, el GWRS –siglas inglesas del Sistema de Reposición de Aguas Freáticas del Condado de Orange– que lleva funcionando desde 2008 y es el mayor sistema de purificación del mundo para reutilización de agua potable. Es capaz de producir hasta 320 millones de litros de agua potable al día y satisfacer las necesidades de casi 600.000 residentes. Su éxito está alimentando una demanda nacional e internacional de sistemas similares de reutilización de agua y premiando a los inversores con rentabilidades constantes y a largo plazo. Tras pasarse al reaprovechamiento directo del agua debido a la sequía del año 2014, la ciudad de Wichita Falls en Texas ya planea la construcción de un proyecto más permanente de reutilización indirecta de agua potable que la abastecerá de 45 a 55 millones de litros al día.
- Irrigación inteligente. Las soluciones de tecnología GPS aumentan la eficiencia agrícola, de modo que los agricultores puedan mejorar con facilidad su planificación y toma de decisiones cotidianas. Este segmento produce tecnologías con GPS que tienen aplicaciones en la agricultura de precisión y permiten una mayor productividad agrícola. Las soluciones de riego de precisión ayudan a monitorizar y controlar los sistemas de irrigación y a que se utilice la cantidad adecuada de agua.
- Medición del agua. Esta es un área atractiva para la inversión debido a su creciente papel a la hora de facilitar una utilización más eficiente de los recursos hídricos. Los contadores tradicionales lo hacen meramente vinculando el uso al coste, mientras los sistemas de medición avanzados –como los contadores inteligentes– proporcionan datos más completos en tiempo real, en lugar de una vez cada un par de meses. El mercado de la medición avanzada está creciendo a un ritmo dos veces superior al de la tradicional, impulsado por la demanda de los clientes y por la creciente regulación. La medición avanzada ha sido uno de los primeros ejemplos del Internet de las Cosas y seguirá jugando un papel importante en la resolución del problema de escasez del agua para la humanidad.
- Bombas de agua. La tecnología de bombas inteligentes se desarrolla con rapidez. Un ejemplo es la aparición de centrales de bombeo de aguas residuales con inteligencia integrada. Estos sistemas pueden adaptar el rendimiento en tiempo real, lo que reduce las necesidades de inventario y proporciona datos a los operadores de las estaciones de bombeo, aumentando la eficiencia y la fiabilidad. Su funcionamiento es mucho más sencillo y barato que la tecnología tradicional, y consume menos electricidad.
Nuevas tecnologías en desarrollo sobre el agua