Pictet: Cautela en la fase final del ciclo con una apuesta clara por la renta variable
«Aunque nos encontramos en una fase muy final del ciclo económico, con los márgenes cayendo y una escenario complicado, el inversor debe perseguir la rentabilidad en la renta variable«. De esta manera se ha manifestado Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, a la hora de analizar la coyuntura actual, en la que ha querido restar parte del pesimismo que parece haberse instalado entre algunos inversores, señalando que, aunque «hay que apelar a la cautela» sigue habiendo oportunidades si se apuesta por la diversificación de activos. De hecho, incluso ha afirmado que «Europa puede ser la sorpresa» en los próximos meses, en un momento en el que «ya prácticamente nadie cree que EEUU vaya a entrar en recesión de manera inminente».
Un mercado al alza
De acuerdo a la tesis de Paolini, un inversor global pasivo, 50% en acciones globales y 50% en bonos, la rentabilidad lograda este año ha sido 15%, el mejor resultado desde 1993. De hecho, este ejercicio todo ha subido, en EEUU, Europa y mercados emergentes. Ello a pesar de que este año el crecimiento global ha disminuido, la guerra comercial permanece y los beneficios empresariales están planos. Pero no ha habido recesión y la escalada en la tensión comercial se ha atenuado. El caso es que en 2018 el aumento de beneficios fue del 20% pero hubo caída en el mercado. Hay que tener en cuenta que el año pasado los mercados sobre reaccionaron y el día de Navidad fue horroroso. Este año se esperaba aumento de tipos de interés de la Reserva Federal y sin embargo ha habido tres recortes. Así que este año los beneficios han ido a la baja, pero el mercado ha sido alcista, con los inversores dispuestos a pagar más por el mismo nivel de beneficios que en 2018. Pero el buen comportamiento ha venido dado por el exceso de optimismo respecto a el impacto de la política monetaria que no se va repetir el año que viene y los fundamentales sigue siendo los mismos: Débil crecimiento, menor facilitación monetaria y valoraciones neutrales pero no suficientes para ser optimistas.
Posiblemente estamos cerca del final del ciclo
De hecho, 2020 puede ser diferente. Posiblemente estamos cerca del final del ciclo, no solo por la inversión de curva de rentabilidades a vencimiento en EEUU, sino por indicadores como desempleo en EEUU en mínimos históricos, diferenciales de rentabilidad a vencimiento en crédito ampliándose y tasas de impago que ya han superado máximos, como los márgenes empresariales. En este estado de cosas típicamente se vendían acciones y se compraban bonos a la espera de recesión. Pero los bonos cotizan a valoraciones excesivas – para obtener rentabilidad real con bonos alemanes la rentabilidad a vencimiento tendría que caer 1,5% en 5 años, lo que es improbable-. Además, históricamente la rentabilidad de las acciones respecto a la rentabilidad total de los bonos aumenta con la menor tasa de desempleo en EEUU y es probable que al respecto también estemos al final del ciclo. Es la típica secuencia de eventos de libro de texto: en 2017 se dio máximo en creación de dinero por los bancos centrales, 17% del PIB. El techo del momento económico global se dio justo antes de empezar el ruido de guerra comercial a comienzos de 2018 y en 2018 los diferenciales de crédito empezaron aumentar, con las acciones cíclicas globales comportándose peor desde junio.
La sorpresa puede ser Europa
Según Paolini, la sorpresa puede ser Europa. Alemania está en recesión y observamos cierto cambio de actitud respecto a la política fiscal, siendo menos probable que se oponga a una expansión fiscal de Francia o España. De hecho pensamos que Europa es la única zona con posible expansión fiscal en 2020. Además el crédito bancario está en máximos de 15 años y los indicadores de demanda doméstica son bastante sólidos. En Alemania, el crecimiento de la inversión es del 3%, máximos de diez años. 50% de la menor producción los últimos doce meses en Europa es atribuible a la menor venta de vehículos, siendo especialmente negativo para Alemania. Pero observamos crecimiento del empleo y de los salarios y boom de la construcción, incluso en Alemania. Además las expectativas de los inversores son muy negativas para Europa y demasiado positivas para EEUU.
Seleccionar regiones, sectores y renta fija
En conjunto vemos más potencial en 2020 en acciones que bonos de mercados desarrollados -los cuales en cualquier escenario difícilmente podrán proporcionar rentabilidad, quizá en bonos con protección de la inflación de EEUU (TIPS). También hay que tener en cuenta que desde 2013 los flujos de inversión globales hacia acciones respecto a bonos ha venido disminuyendo a pesar de la mejora de la economía y los mercados. Es decir muchos se han perdido uno los mayores mercados alcistas de la historia. Esta tendencia puede darse la vuelta, en un cambio táctico aprovechable en 2020.
En conjunto es previsible que las acciones proporcionen una rentabilidad baja en 2020 y la cartera 50% acciones/50% renta fija solo 2%. Así que, mientras que 2019 ha sido año para la gestión pasiva, 2020 va a ser año de saber seleccionar regiones, sectores y mejores ideas en renta fija. En cualquier caso habrá que ser muy tácticos, teniendo en o cuenta que esperamos un mejor segundo que primer trimestre.