Ostrum AM (Natixis IM): Encontrando el equilibrio en un mundo no cooperativo
De acuerdo al análisis de la gestora Ostrum Asset Management, afiliada de Natixis IM, el año 2019 fue un ejercicio de renovadas tensiones proteccionistas, de la saga Brexit, que continúa (¿indefinidamente?) y de un crecimiento más lento tanto en los mercados desarrollados, como en China. Según los especialistas de esta entidad, el año 2020 debería caracterizarse, en su opinión, por un cierto grado de continuidad, ya que el crecimiento debería proseguir su declive y los bancos centrales serán incluso más acomodaticios. En este contexto, la diversificación será la consigna en la búsqueda de rendimiento por parte de los inversores.
Recesión poco probable, a pesar de la desaceleración del crecimiento
El economista jefe de Ostrum Asset Management, Philippe Waechter, explica que “es algo prematuro anticipar un shock que pudiera revertir las tendencias económicas en 2020”. La recesión del sector manufacturero, desencadenada especialmente por la Guerra Comercial, está contagiándose gradualmente al sector servicios, pero esto aún confirma la posibilidad de una recesión global. Dicho esto, no esperamos que, para cambiar esta mediocre situación, vaya a tener lugar un esfuerzo mundial para estimular la economía similar al que tuvo lugar tras el G-20 celebrado en Londres en abril de 2009. El mundo de hoy es menos cooperativo y los enfoques están menos coordinados. “El papel de la política monetaria será ahora el de mantener una posición acomodaticia y frenar los riesgos para la economía, así que podemos esperar que los tipos de interés se mantengan bajos durante 2020”, añade Philippe Waechter. Los bancos centrales no se verán amenazados por una inflación renovada y la volatilidad como indicador es simplemente un reflejo de las variaciones del precio del petróleo: dejando de lado este aspecto, la inflación subyacente permanecerá prácticamente plana. El dato en la zona euro ha estado fluctuando alrededor del 1% desde 2013 y esta tendencia manifiesta principalmente los ajustes en el mercado laboral y la disminución del poder de negociación de las clases medias.
El plano político será más relevante en 2020 que en 2019, lo que podría afectar a las proyecciones de los mercados. En lo que se refiere a las elecciones presidenciales que tendrán lugar en EE UU el 3 de noviembre, éstas apuntan a una amplia gama de opciones lo que indica que la sociedad es más dispar. Mientras tanto, en China el crecimiento estructuralmente más bajo y los acontecimientos que se desarrollan en Hong Kong, podrían afectar al poder de Xi Jinping. Aquí, en el Viejo Continente, la nueva Comisión Europea tendrá que generar un nuevo ímpetu e impulsar una mayor cohesión si se quieren afrontar los efectos del conflicto de influencia entre los americanos y los chinos. Christine Lagarde jugará un papel clave en el impulse del momentum en Europa y su papel probablemente irá más allá de una mera misión de política monetaria.
Los Bancos Centrales reducirán el rendimiento de los bonos
A pesar de un telón de fondo incierto, los mercados financieros han registrado en 2019 unos grandes retornos, por el momento, el CAC 40 se ha revalorizado casi un 25% en lo que va de año. La relajación de la política monetaria que comenzó en junio ha obligado a los inversores a revisar su asignación de activos. “Los bancos centrales están frenando el rendimiento de los bonos” confirma el estratega global de Ostrum Asset Management, Axel Botte. La demanda de activos high yield permanecerá fuerte en este entorno, a pesar del probable rally en las tasas de ‘default’ que tendrá lugar el año que viene. Entretanto, la política monetaria en EE UU será expansiva. El deficit público en EE UU podría reducir las rentabilidades de los bonos largo plazo, pero la Fed parece dispuesta a evitar un aumento excesivamente dramático de los tipos de interés. Espera. Esperamos que la deuda emergente denominada en dólares se vea impulsada por un cierto grado de estabilidad en la rentabilidad de los bonos de EE UU, donde creemos que el riesgo al alza se limita al 2% en el bono a 10 años. Por ultimo la renta variable debería estabilizarse en niveles elevados, con valoraciones considerablemente altas y cotizando ahora a 14 veces los beneficios de 2020. La rentabilidad por dividendo, que se sitúa en el 3,5% en Europa, constituirá la parte del león en el rendimiento esperado para 2020.
2020 será un año de diversificación
Creemos que la percepción de riesgo será más baja en 2020 que en este ejercicio, debido principalmente a i) los principales indicadores de actividad están alcanzando sus mínimos, ii) la política monetaria se mantendrá muy acomodaticia, y iii) las tensiones comerciales se aliviarán, aunque prestamos mucha atención al impacto potencial de la crisis de Hong Kong. Con esta situación en mente, Ibrahima Kobar, Deputy Chief Executive Officer y Global CIO en Ostrum AM, espera que los tipos de largo plazo aumenten solo marginalmente, con un ligero incremento de los diferenciales de crédito. Sin embargo, a largo plazo los tipos de interés se mantendrán bajos e incluso negativos en la mayoría de los países europeos. En cuanto a los mercados de valores, la estabilidad debería ser la palabra clave y la volatilidad probablemente se mantendrá baja, con el índice V2X en torno al 13%. En consecuencia, la asignación de activos sugerida por Ostrum AM se basa en un 65% de bonos, un 25% de renta variable y un 10% de activos líquidos con el objetivo de obtener rendimiento:
- Bonos: Preferimos el crédito soberano frente al crédito investment grade, lo que permite un colchón en caso de escenarios adversos. Favorecemos sobreponderar el crédito BBB y la deuda soberana de la periferia del área euro, para obtener rentabilidades. La compra de papel de corta duración (3-5 años) será útil para mitigar el impacto de duración. Por último, como parte de nuestra estrategia basada en rentabilidad, favorecemos la deuda emergente en divisas fuertes y el high yield.
- Asignación de renta variable: Nos centramos en la rentabilidad por dividendo, que ofrece un 3% en comparación con el 0% de los bonos en euros. En Europa, basándonos en un enfoque de valor, favorecemos las mid-caps y también la renta variable emergente.
- Activos líquidos: A pesar de los rendimientos negativos, mantenemos una posición del 10% en cash para poder aprovechar las oportunidades que puedan surgir en el primer trimestre, como por ejemplo, convertibles en el caso de aumento de volatilidad o emisiones premium en el mercado primario de crédito.
Ibrahima Kobar concluye que será importante “mantener un enfoque de asignación diversificado en 2020. Será vital gestionar las reservas de efectivo, para aprovechar las oportunidades resultantes de la volatilidad, como uno de los componentes clave en los mercados en el año próximo”.