MiFID II traerá consigo un cliente más selectivo a la hora de pagar por el asesoramiento
Una de las novedades de mayor impacto que introducirá MiFID II es la absoluta transparencia sobre los costes. El cliente sabrá exactamente cuánto paga, a quién y por qué conceptos. Emilio Andreu, director de la Red de Agentes de Diaphanum, opina que “es casi un striptease frente al cliente” y urge a los asesores para que vayan adaptando su sistema de retribución hacia al cobro directo al cliente, porque “el camino está trazado y MiFID II no dejar casi margen a los gobiernos nacionales para desviarse. No sé cuándo, pero el modelo de la profesión, tal y como la conocemos, desaparecerá”.
Inés del Molino, directora de Cuentas de Schroders, reconoce que la regulación es un obstáculo para la profesión, “pero creemos que la distribución a través de asesores profesionales seguirá creciendo; no hay un modelo ganador, pero lo que parece claro es que los clientes serán mucho más selectivos a la hora de pagar por servicios de asesoramiento financiero”.
Las exigencias regulatorias son una de las razones principales por las que Marc Ciria, director general de Diagonal Inversiones, afirma que los agentes financieros van a encontrarse con mayores dificultades: “esto ya no trata de ir solo; hasta ahora había muchos agentes financieros independientes que realizaban un trabajo espectacular. Ahora, si queremos dar asesoramiento independiente, ya no podremos seguir solos, porque hace falta contar con una estructura que permita ofrecer un servicio de calidad. Debemos dejar a un lado nuestro ego de banqueros, por nuestro bien y el de nuestros clientes”.
Emilio Andreu, por su parte, señala que, como ya se ha apuntado en otras ocasiones sobre MiFID II, los clientes con patrimonios bajos van a tener difícil el acceso a un asesoramiento independiente, a pesar de que muchos profesionales aún no se han dado cuenta de que tendrá que dejar este segmento de clientes: “Hay gente que no quiere ver lo que tiene delante; no podemos dar servicio de asesoramiento independiente a ahorradores con 10.000 euros; tendremos que centrarnos en perfiles más acomodados, porque, si no, el negocio no será rentable. Sobre todo porque el asesoramiento, además, es más barato que la mera distribución. Ningún cliente va a firmar un contrato de asesoramiento que se acerque al 1,10%, como se puede estar percibiendo por retrocesiones”.