MiFID II solventará el desajuste que existía entre la oferta de productos y la demanda
“En el pasado se han comercializado productos que no eran los mejores para el cliente; MiFID II contribuirá a ajustar la oferta y la demanda, algo que no estaba bien resuelto hasta ahora, tanto en términos de rentabilidad como de riesgo”, afirma Manfred Nolte, socio de Management Solutions. Una apreciación que ha realizado durante su intervención en la jornada “MiFID II como impulso de la Transformación Digital en la distribución de activos”, organizada por Cecabank.
A juicio de Nolte, la mayor transparencia que trae la directiva que entra en vigor el próximo mes de enero “permitirá al cliente elegir mejor”. Una idea con la que coincide Salvador Mas, CEO de Finametrix, aunque éste señala que, paradójicamente, el inversor “no quiere MiFID II ni sufrir al conocer el precio de lo que está pagando en comisiones; en ese sentido, el sistema actual es una obra maestra, porque permite al cliente ser feliz en la ignorancia”. Por otra parte, señala que la normativa contempla los famosos tres supuestos (ampliables por los estados), que le deja algunas escapatorias al espíritu de la norma y que habrían sido mucho mayores de haberse aceptado el cuarto supuesto demandado por buena parte del sector, “lo que hubiera ahorrado muchos costes a las entidades; en cambio, la opción elegida finalmente les obliga a trabajar más y mejor”.
La banca europea destinará más de 2.500 millones de euros para adaptarse MiFID II
El apartado de los costes lo ha analizado Antonio Romero, director corporativo de servicios asociativos, auditoría y recursos de Cecabank, quien ha cifrado en 2.500 millones la repercusión económica para las entidades europeas de adaptarse a MiFID II, según las estimaciones que se vienen manejando. Sin embargo, cree que probablemente la cuantía destinada a esta adaptación será «superior», y comparte la opinión de otros ponentes de que el proceso de digitalización de las entidades será muy importante para cumplir con la directiva.
Mas también señala a la digitalización como elemento clave para adaptarse a la nueva directiva sin caer en costes disparatados, pues opina que, si no se invierte en digitalizar los procesos, MiFID II “sería una ruina para una entidad retail”, que deberá profundizar en muchas cuestiones, como, el estudio del cliente y los tests de idoneidad, en los que se tarda entre 15 y 20 minutos de media, de ahí que, si no se digitalizan esos procesos, el coste sería enorme.
El Sales Director Europe and Latam de Web Financial Group, Fernando Pastor, ha comentado el objetivo de ‘protección del consumidor’ que persigue la directiva. Afirma que “tengo dudas de si busca la protección del inversor o, en realidad, persigue la protección de las entidades frente a posibles demandas judiciales de los consumidores o, incluso, del supervisor frente a riesgos que no sabía muy bien cómo controlar”.
Joaquín Rivero, director de Desarrollo de Negocio de Servicios Operativos de Cecabank, nos solo ve costes y exigencias en la nueva normativa, también aprecia oportunidades para las gestoras españolas, especialmente en un mercado que ha vivido el crecimiento de las gestoras internacionales, que vienen ganando cuota en los últimos años: “MiFID II ofrece a las gestoras españolas una fantástica oportunidad, con el río revuelto, para arañar cuota, aunque dependerá de variables como hacia dónde dirijan sus objetivos comerciales, cómo se especialicen, cómo se posicionen en canales y las alianzas que alcancen con posibles socios”.