MFS IM: Inflación, tipos de interés y consumo marcarán la realidad de los mercados
Por William J. Adams, director de inversiones (CIO) renta fija mundial; Erik Weisman, gestor de carteras y economista jefe; y Robert M. Almeida, Jr., gestor de carteras y estratega de inversión mundial. MFS Investment Management
En estas perspectivas macroeconómicas para 2022, le ofrecemos una mirada a lo que, entre bastidores, nuestros equipos de inversión perciben en el panorama mundial de la inversión y su impacto en nuestras perspectivas. Nuestro marco reposa en las ideas microeconómicas y sectoriales de nuestra plataforma de análisis global y nuestro equipo de analistas repartidos por todo el mundo. Cuando hablamos de este enfoque, nos gusta utilizar la expresión «macro a través de micro», porque creemos que es la mejor manera de dar vida a nuestro proceso de inversión.
Inflación
La inflación es un tema constante en todas nuestras actividades como inversores. En nuestra opinión, la inflación se ha revelado más generalizada y duradera de lo que se esperaba hace 12-18 meses. Las presiones inflacionarias son lo suficientemente amplias y persistentes como para provocar que la tasa de inflación se establezca en un nivel superior al del último ciclo económico. La inflación se mantiene elevada en Estados Unidos y en la mayor parte del mundo desarrollado, y también ha aumentado en los mercados emergentes. Para que la inflación siga avanzando a este ritmo, tendríamos que asistir a un empeoramiento de los cuellos de botella, una nueva duplicación de los precios de la energía y un encarecimiento vertiginoso de los precios de los bienes.
Consumo
El impacto de las condiciones inflacionarias subyacentes que afectan al consumidor medio, tanto en Estados Unidos como en otros mercados del resto del mundo, puede actuar de varias formas. Puede beneficiar a los consumidores a través de una dinámica de inflación salarial, pero también puede perjudicarlos si los salarios reales no aumentan al mismo ritmo que la inflación y suponer un escollo para el crecimiento. Las empresas afrontan un paradigma diferente, caracterizado por unos mayores costes estructurales atribuibles a la mano de obra, el medioambiente y otros factores como el lastre fiscal, unos mayores costes de capital, unos tipos más elevados, etc.; se trata también de una importante dinámica.
Tipos de interés
La mayoría de los bancos centrales de los países en desarrollo y, sin duda alguna, de los países desarrollados están afrontando desafíos similares. En nuestra opinión, conviene ignorar los titulares de hoy y de mañana, así como las repentinas reacciones del mercado, y reflexionar sobre las intervenciones de los bancos centrales con un enfoque a más largo plazo. Creemos que la labor inmediata de los bancos centrales por lograr un «aterrizaje suave» representa una ardua tarea. Un banco central podría aumentar los tipos antes de lo que posiblemente debería y eso podría desencadenar la recesión que pretende evitar. O un banco central podría quedarse cruzado de brazos y perder el control de la situación y de la inflación para luego tener que recuperar el tiempo perdido y quizás adoptar una postura más agresiva de subidas de tipos, lo que a su vez podría provocar una recesión.
Mercados emergentes
Cuando adoptamos una óptica más general y global en relación con los mercados emergentes en la actual coyuntura, pensamos en el posible endurecimiento monetario por parte de Reserva Federal estadounidense y en la consiguiente apreciación del billete verde. Existen inquietudes en el plano geopolítico, ya sea el conflicto entre Rusia y Ucrania o la desaceleración del crecimiento chino. Observamos todo un cúmulo de factores que podrían perturbar el mundo emergente. Creemos que una narrativa optimista sobre los mercados emergentes no debería centrarse en el crecimiento, sino más bien en la transición desde unos modelos empresariales intensivos en capital a unos negocios con reducidas necesidades de capital, una transición parecida a la trayectoria que siguieron Estados Unidos y otras economías desarrolladas hace más de un siglo, cuando las empresas dependían del PIB y tenían elevadas necesidades de capital, cuando los costes laborales eran elevados y los márgenes de explotación, reducidos. Y esa transición hacia compañías que generan mayores flujos de caja libre augura un descenso del descuento de valoración que los mercados emergentes suelen presentar con respecto a los mercados desarrollados. Una vez más, lo importante son los beneficios.