Mabrouk Chetouane (Natixis): El impacto de las sanciones a Rusia deja un nuevo horizonte económico
Por Mabrouk Chetouane, head of Global Market Strategy de Natixis IM Solutions
Por primera vez en la historia reciente del mundo occidental, la comunidad internacional ha actuado con decisión y cohesión para aplicar un paquete de sanciones destinadas a aislar económicamente a Rusia y presionar así a Vladimir Putin para que ponga fin a sus operaciones militares. Entre las más destacadas se encuentran la exclusión de varios de los principales bancos rusos del sistema SWIFT, y la congelación de los activos y de las reservas en dólares estadounidenses del Banco Central Ruso (BCR), en concreto más de 630.000 millones de dólares. Llama especialmente la atención el caso de Suiza, que históricamente siempre ha adoptado una posición neutral en este tipo de conflictos, y que en este caso se ha sumado a la iniciativa del resto de países de congelar los activos en poder de un conjunto de oligarcas rusos seleccionados específicamente.
Como respuesta ante un paquete de sanciones tan duras, el BCR ha duplicado su tipo de interés oficial del 9,5% al 20%, ha proporcionado grandes cantidades de liquidez a su sector bancario, el Kremlin ha aplicado controles de capital y se ha ordenado a las empresas exportadoras vender el 80% de sus ingresos en el extranjero para sostener la avalancha. Además, el gobierno ruso ha manifestado su intención de recurrir a su Fondo de la Riqueza Nacional, de 175.000 millones de dólares, que no posee dólares estadounidenses, para reducir el importe de los préstamos este año. Todo esto ha llevado a las principales agencias a rebajar la calificación de la deuda rusa, lo que hace temer que Rusia se dirija hacia un impago técnico de su deuda.
En este sentido, cualquier previsión económica en este contexto debe tomarse con cautela. A corto plazo, esperamos una desaceleración del crecimiento mundial, especialmente en Europa, donde han aumentado las presiones estanflacionarias. Sin embargo, aunque los riesgos de recesión se inclinan ahora al alza, creemos que los temores son erróneos, al menos a corto plazo, y esperamos que el crecimiento mundial se mantenga por encima de su potencial a largo plazo durante la mayor parte de 2022. De hecho, nuestras nuevas previsiones sitúan el crecimiento del PIB real de la Eurozona en el 3,0% hasta 2022, revisado a la baja en 0.4 puntos porcentuales respecto a enero de 2022.
Es probable que los responsables políticos inicien debates sobre las opciones disponibles para hacer frente a su doble crisis energética y de defensa, lo que probablemente impulsará las expectativas de un aumento de la deuda europea emitida conjuntamente. Este contexto podría afectar así a las agendas de regulación de la política monetaria de los principales bancos centrales, haciéndoles echar el freno, ya que el deterioro de las condiciones financieras está siendo más rápido de lo esperado.