Los mercados de renta variable continuarán con su rally
Por Philippe Uzan, director de inversiones de Edmond de Rothschild AM
En los últimos meses, los mercados financieros han subido significativamente, con una fuerte rotación hacia las compañías cíclicas, financieras y con sesgo value. Pero algunos de los principales temas sólo han compensado un poco el terreno perdido. Las percepciones cambiantes sobre la inflación representan un poderoso catalizador para una nueva dinámica del mercado en Estados Unidos, mientras que el cambio esperado en la curva de rendimiento ha desencadenado una rotación del estilo de inversión.
Ahora que la incertidumbre se ha reducido, los mercados pueden centrarse de nuevo en los niveles de valoración y los fundamentales. Esto debería ayudar a algunos sectores a sacar partido del sesgo de la nueva administración de EEUU hacia la desregulación. Por ejemplo, la interrupción de los proyectos regulatorios será buena para las acciones de los bancos y las aseguradoras. Los inversores están apostando porque Trump seguirá adelante con las promesas de su campaña de diluir las regulaciones Dodd-Frank que fueron introducidas después de la crisis de 2008. Y las compañías financieras deberían beneficiarse del aumento de los tipos de interés, ya que la política económica del nuevo presidente es claramente pro crecimiento e inflación.
Podemos esperar también que las compañías con un foco doméstico se beneficien de la reducción de impuestos, al igual que las de infraestructuras. Este nuevo entorno también favorecerá a los fabricantes de equipamiento industrial. Además, el sector sanitario, no cíclico, disfruta de una fuerte visibilidad, especialmente en lo relativo al crecimiento de los beneficios. Cotizan a valoraciones poco exigentes y cuenta con un atractivo perfil riesgo/retorno. Con la derrota de Hilary Clinton, el riesgo de mayor presión sobre el precio de los medicamentos ha disminuido y debería haber menos restricciones para las fusiones y adquisiciones.
Por su parte, Europa ofrece buenos fundamentales y un potencial de recuperación significativo. A medida que los nuevos gobernantes asuman sus funciones, la renta variable debería beneficiarse de una recuperación de la inversión y la introducción, y posible refuerzo, de reformas estructurales. También podemos esperar menos austeridad. La búsqueda de políticas de reducción de impuestos proporcionará un fuerte apoyo a las compañías, la mayoría de las cuales goza de una buena salud. El crecimiento de los beneficios en Europa, verdadero motor del mercado, podría incluso superar al de las empresas de EEUU. Mientras tanto, la reactivación podría desencadenar algunos aumentos de los precios y dar lugar a mayores ventas. Y la mejora del mercado laboral debería apoyar el gasto de los consumidores.
El tema de las fusiones y adquisiciones (M&A) será uno de los principales catalizadores si continúa el rally del mercado. Tras unos meses de ‘esperar y ver’ después del Brexit, la negociación debería reanudarse. El euro bajo está estimulando el apetito de las compañías estadounidenses por objetivos europeos.
La «Vieja Europa» ha estado muy rezagada en lo que respecta al rendimiento de los mercados y los flujos de fondos. Aunque las valoraciones son atractivas, es interesante reseñar que los inversores extranjeros siguen siendo cautos con la región, probablemente debido a la apretada agenda política de 2017. Pero una vez que estas elecciones hayan pasado, los inversores internacionales podrían comenzar a estudiar más detalladamente las ventajas de Europa.
En cuanto a los mercados de países emergentes, deberíamos ser bastante cautos debido al aumento del dólar y los tipos de interés. Los flujos de salida se reanudaron después de que Trump ganara la carrera a la Casa Blanca. La mejora actual del ciclo global manufacturero es también una buena noticia para la mayoría de los países emergentes, pero debemos ser cautos con las empresas que soporten una fuerte deuda denominada en dólares estadounidenses. La presión a la baja sobre algunas divisas también debería continuar.