Los asesores y la identificación de oportunidades en un contexto de crisis energética
La volatilidad en los precios de la energía ha insuflado todavía una mayor dosis de incertidumbre a unos mercados financieros sumidos en las turbulencias como consecuencia del delicado contexto geopolítico, del incremento global de la demanda como consecuencia de la recuperación económica y del cambio en la estrategia de los principales bancos centrales que, poco a poco, están incrementando los tipos de interés. Sin embargo, aun en este contexto es posible identificar oportunidades en renta variable, siempre desde una óptica del largo plazo, lo que puede contribuir a ayudar a que los asesores financieros dispongan de una mayor variedad de herramientas para aconsejar a los clientes acerca de la gestión activa de sus carteras de inversión.
Expertos como Régis Bégué, gestor y analista de Lazard Fréres Gestion, auguran que la crisis energética parece haber venido para quedarse durante un tiempo, al menos, hasta que se normalice el conflicto entre Rusia y Ucrania. Si, como parece, su resolución dista todavía mucho de certificarse, los inversores deberán encontrar una vez más el modo de gestionar las implicaciones que este hecho tiene en los mercados. De hecho, este especialista es pesimista en relación a que, por ejemplo, Europa sea capaz de cumplir con el compromiso de reducir un 70% la dependencia del gas ruso, por lo menos en el corto plazo, lo que hace especialmente importante comprender que cualquier estrategia de gestión activa del patrimonio debe contar con esta realidad para el futuro.
La clave: diversificar
Una de las máximas que intensifican su predicamento en los momentos de vaivenes en las Bolsas es el de la necesidad de diversificar. En esta coyuntura, todo asesor suele ser partidario de ponerla en práctica como recomendación para sus clientes pensando en la consecución de sus objetivos vitales en el largo plazo. Sin embargo, cobre todavía un mayor valor en el caso de la energía: los países europeos están casi obligados a buscar alternativas en la generación eléctrica a Rusia, por lo que segmentos como el carbón y, sobre todo, las energías renovables, se convierten en grandes esperanzas de futuro ante el gas y el petróleo que proviene del Este del Viejo Continente.
En esta línea, los fondos basados en las megatedencias están ganando popularidad por dos motivos fundamentales. En primer lugar, por especializarse en tendencias, como la energía, que forzosamente irán a más en los próximos años, en especial en el ámbito renovable. Pero, además, porque este tipo de productos suelen estar descorrelacionados del ciclo económico, lo que hace de ellos un complemento idóneo dentro de una cartera diversificada junto a otros productos más tradicionales, como acciones, bonos o fondos de inversión de otras tipologías.
Sin embargo, las estrategias basadas en megatendencias no están hechas para todo tipo de inversores, dado que su filosofía apuesta por la búsqueda del rendimiento a varios años vista, por lo que el ahorrador debe ser consciente de que, en el corto plazo, estos fondos pueden sufrir correcciones, tanto por las fluctuaciones propias de los mercados como por la dinámica de las compañías que operan en estos sectores y que, con frecuencia, no gozan de resultados tan sólidos como otras empresas mucho más asentadas.
Asesoramiento profesional y emocional
Tal y como señalaba Begue en una reciente presentación, “los cambios en el sector de la energía es probable que sean dramáticos a tres o cuatro años vista”. Esto significa que si un inversor es capaz de aguantar su apuesta durante ese tiempo es factible que termine obteniendo una recompensa suculenta en forma de rentabilidad. Pero es crítico saber dónde invertir, si será preciso realizar modificaciones en el futuro y, sobre todo, saber separar el grano de la paja en un contexto de sobreinformación general que puede terminar ahogando y confundiendo al ahorrador.
El asesor financiero tiene, por lo tanto, una doble labor como gestor de las emociones y como consejero profesional para guiar a sus clientes en esta coyuntura tan volátil e incierta como, también, llena de oportunidades. La incertidumbre de los mercados y, en concreto, de la industria energética puede servir para definir las empresas que se convertirán en las líderes del mañana, como ya se ha visto a lo largo de la última década en segmentos como la tecnología o la salud.
Desde la pandemia, el rol del asesor ha ganado más importancia para los ahorradores incluso que el que tenía antes. Es probable que una vez finalice la crisis global de la energía y se eche la vista atrás ese valor diferencial que aporta este profesional se subraye aún más. Solo el tiempo y su abanico de habilidades dará o quitará la razón, aunque sin duda parece que, por paradójico que parezca, todo marcha por buen camino.