Liberbank cede 150 sucursales a agentes financieros
Por Miguel Ángel Valero
Liberbank, el banco creado por CajAstur (que a su vez controla CCM, la antigua Caja Castilla La Mancha), Caja de Extremadura y Caja Cantabria, va a traspasar a agentes financieros unas 150 sucursales, fundamentalmente ubicadas en zonas rurales. El objetivo de la innovadora operación es doble. Por una parte, profundizar en la reducción de costes (el cierre de oficinas y otras medidas de ajuste se llevarán por delante otros 1.115 puestos de trabajo). Por otra, garantizar la presencia de la entidad en las pequeñas zonas rurales de Asturias, Cantabria y Extremadura.
El proyecto se encuentra actualmente en la selección de las 150 sucursales y de las personas que se harán cargo de ellas: agentes financieros de probada experiencia. Además de capacidad de liderazgo (no en vano se convertirán en ‘directores’ de sucursal), y de dotes para la atención al público, esos agentes deberán demostrar que tienen arraigo social en la localidad y no solo contactos con potenciales clientes.
Esos agentes deberán diseñar un plan de negocio autónomo sobre la actividad que en la actualidad está realizando la sucursal y contarán con la colaboración de Liberbank, que les proporcionará herramientas de gestión para análisis de clientes, simulación de precios y de márgenes por producto, y de obtención de cuenta de resultados de la oficina. Pero sin depender orgánicamente de la entidad.
Las sucursales cedidas a los agentes financieros comercializarán los productos y servicios de Liberbank, utilizarán la imagen de marca del grupo, y deberán aplicar el mismo modelo de atención al cliente y de calidad de servicio que el banco.
También tendrán capacidad para realizar todas las operaciones que se pueden hacer en cualquier sucursal de Liberbank.
En el argumentario del banco a los candidatos a agentes financieros/directores de sucursal, se hace énfasis en que es un modelo en el que todos ganan: el cliente sigue recibiendo el servicio de una sucursal de Liberbank (con independencia de que el gestor de ésta ya no es un empleado del banco); el agente financiero tiene la oportunidad de desarrollar su modelo de negocio y sus capacidades profesionales, llevándose una parte de los beneficios generados en la sucursal, en un régimen muy similar a la franquicia; y el banco se lleva otra parte de los resultados, se garantiza unos ingresos, y mantiene su presencia en esas localidades sin que se le disparen los costes.