Las 10 tendencias en gestión de patrimonios para 2017
El sector de gestión de patrimonios está experimentando una gran cantidad de cambios en todo el mundo por la debilidad de algunas economías del mundo desarrollado, al fuerte crecimiento de mercados como China e India, y a un futuro político incierto en Europa. La consultora Capgemini ha realizado un análisis acerca del impacto de estos cambios sobre el sector y cómo se están adaptando las entidades de gestión de patrimonios a la transformación digital.
Uno de los factores que están ejerciendo mayor presión sobre las gestoras es el incremento de los costes, con una elevada ratio de estos sobre los ingresos, lo que está estrechando significativamente sus márgenes de beneficio. Así, desde que empezara la crisis financiera en 2007, el porcentaje que suponen los costes sobre los ingresos ha aumentado en torno a 20 puntos. En 2007 la ratio era del 62,00% y, a partir de 2013, el porcentaje se ha situado por encima del 80%.
Ante esta coyuntura, las empresas de gestión de patrimonios se enfrentan a la necesidad de efectuar inversiones para adaptarse a una industria cambiante y romper con algunas prácticas del modelo tradicional de negocio. La mayoría de las firmas están modificando su asignación de ingresos para optimizar recursos, inversiones y gestión de la marca.
Según el 2016 World Welath Report de Capgemini, la mayor parte de las entidades, el 39,4%, planean destinar sus esfuerzos a la modernización, tanto externa (21,6%) como interna (17,8%). Sin embargo, solo unas pocas empresas invierten en el desarrollo de nuevos modelos de negocio (14,7%).
Tendencias que están revolucionando el sector
Los cambios regulatorios, las tecnologías emergentes y las demandas de digitalización por parte de los clientes están marcando nuevas tendencias que están impactando en la industria de gestión de patrimonios. Para Capgemini, estas son las 10 más importantes:
- La transmisión intergeneracional de los patrimonios, que genera una siginifcativa oportunidad de crecimiento.
- Evolución de los nuevos sistemas de pago.
- Las líneas tradicionales de negocio absorben una parte cada vez más importante de los recursos de las empresas.
- Las obligaciones fiduciarias ganan protagonismo por las exigencias normativas.
- Nuevos modelos de relación entre el asesor y el inversor para atender las demandas de los clientes.
- El aumento de la automatización/robotización de procesos.
- Demanda creciente de herramientas digitales por parte de los agentes y asesores financieros.
- Atención prioritaria a la ciberseguridad, como consecuencia del rápido proceso de digitalización.
- Aumento de aplicaciones de análisis basadas en Inteligencia Artificial.
- Incremento de la colaboración entre las empresas financieras tradicionales y las Fintech.