«La sostenibilidad está impregnando todo el trabajo que hacemos en BNP Paribas AM»
El compromiso de BNP Paribas Asset Management por los criterios ESG se ha materializado en los últimos meses tanto por el impulso a un Centro de Sostenibilidad con 25 profesionales de prestigio como en la concreción de una Estrategia Global sobre la materia que se focaliza en tres áreas clave: la transición energética, el medio ambiente y la igualdad. Una apuesta de enorme calado que se aplica en los activos que gestiona la compañía, teniendo como componentes fundamentales la integración de elementos de buen gobierno, medio ambiente y sociedad; la corresponsabilidad; las exclusiones y la perspectiva de futuro. Retos todos ellos que, para Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas AM para Iberia, revelan la «profunda revolución histórica» que afronta la humanidad, y que es un fenómeno «que resulta ya imparable«, pese a quien pese.
A continuación, recogemos la segunda parte de la entrevista que elAsesorFinanciero.com mantuvo recientemente con ella:
Pregunta. ¿Cree que el inversor español ya es en general plenamente consciente de la transición hacia un modelo energético de bajo consumo de carbono y que ha variado su percepción respecto a la importancia de las inversiones ESG?
Respuesta. No somos realmente conscientes de que estamos ante un cambio tan grande como lo fue la Revolución Industrial, donde estamos en una transición hacia una economía baja en carbono, lo que supone modificar casi por completo muchos modelos y valoraciones. Estos cambios ya están empezando a tener un impacto directo en los bolsillos de los consumidores y van a generar retos muy importantes pero también interesantes oportunidades en las industrias. Productos como el Parvest Smart Food ya tienen en cuenta todo lo que tiene que ver con, por ejemplo, el impacto medioambiental que tiene el empaquetado de los alimentos.
No creo que en España ni en ningún otro lugar se tenga la percepción real del impacto que va a tener en nuestro día a día el cambio climático y la sostenibilidad. Además, es algo que por mucho que alguien desee impedirlo, no tiene vuelta atrás y es imparable. Lo que sí ha cambiado bastante en nuestro país es el conocimiento sobre el tema, llevamos años desde BNP Paribas AM hablando sobre inversión socialmente responsable, temas sociales y de buen gobierno, pero lo que sí se ha notado con claridad, en especial en el último año y medio, es que ahora hay inversión fuerte en este ámbito. Fondos de todo tipo están apostando por los criterios ESG y cada vez más el inversor español está entrando, como, por ejemplo, en el BNP Paribas Sustainable Bond Short Term o en el Parvest Aqua. Ahora ya no hay solo interés sino que hay inversión real, y, en este sentido, han ayudado mucho los fondos de pensiones de empleo,a raíz del cambio de regulación que se produjo en 2014 y que para mí supuso un punto de inflexión.
P. Se habla mucho de la generación millennial, ¿realmente su incorporación al mercado laboral e inversor está haciendo de catalizador de los cambios en la industria financiera?
R. Hace falta todavía mucha información y difusión a todos los niveles sobre sotenibilidad, entre los asesores financieros, los banqueros, el cliente institucional, el cliente retail,… Todavía hay oficinas en las que se pregunta por una inversión sostenible y ponen cara de sorpresa, pero el hecho de que se vaya a incluir en los test de idoneidad va a suponer una revolución. El impacto de los millennial en este cambio de percepción está siendo importante pero lo será más en el futuro, cuando se produzca un traspaso de riqueza real. Los más jóvenes están muy concienciados en saber de las compañías no sólo qué hacen sino cómo lo hacen. Se empieza a percibir que la inversión socialmente responsable aporta la misma rentabilidad financiera, junto a una rentabilidad extra financiera, que es percibida al menos como igual de importante.
P. ¿Cómo valora la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030? ¿Echa en falta algo en cuanto a retos sociales, medioambientales, gestión eficiente, etc?
R. Creo sinceramente que no se han dejado nada en el tintero. Los ODS son algo buenísimo porque ponen negro sobre blanco temas muy específicos y que reflejan la realidad, que es que los Estados por sí solos no son capaces de financiar por sí solos las transformaciones que hay que hacer para, por ejemplo, acabar con la pobreza en el mundo o lograr un ecosistema más verde o un agua más limpia. Es la constatación de que en estos temas tenemos que involucrarnos todos, desde los Gobiernos nacionales a los ayuntamientos, las regiones, las empresas y, por supuesto, los particulares. Los ODS tienen la capacidad de ordenar, aglutinar y homogeneizar los grandes retos globales que tenemos como sociedad y permiten a las entidades focalizarse en los que quieren trabajar. La sostenibilidad está impregnando todo el trabajo que hacemos en BNP Paribas AM, tanto en la interlocución con empresas o Gobiernos como en la comunicación que transmitimos a los inversores. Por ello, somos conscientes de que la unión hace la fuerza, y en BNP Paribas participamos en más de 40 iniciativas en este campo, como el Climate Action 100+.
P. ¿De qué manera colabora activamente BNP Paribas AM con los legisladores para fomentar la sostenibilidad?
R. Con los legisladores se habla desde el equipo de sostenibilidad de BNP Paribas AM, y dentro de él, son los encargados del Stewardship los interlocutores. Muchas veces desde el ámbito público nos piden consejos o directamente estar presentes como asesores. Por ejemplo, hemos asesorado sobre la Ley de Cambio Climático en España y, también, en Francia. Mantenemos un diálogo muy abierto, no sólo con el regulador, sino, también, con los organismos internacionales, como, por ejemplo, formando parte del Grupo de Expertos en Finanzas Sostenibles de la Unión Europea. Ellos necesitan conocer tanto la realidad de la industria para establecer legislaciones sobre cambio climático como conocer la realidad desde el punto de vista de la inversión y la financiación. Creo que en el área de Sostenibilidad es donde existe una mayor colaboración.
En ocasiones, también nos involucramos en iniciativas internacionales con otros inversores, por ejemplo, con el fondo sueco AP7 y la Iglesia Anglicana, con los que fuimos a las 50 empresas europeas que son las mayores emisores de gases de efecto invernadero y les pedimos que nos informaran bajo el prisa de di lo que haces y haz lo que dices. Es decir, queríamos evitar que afirmaran que pertenecen a un foro de sostenibilidad y que son empresas verdes y luego, sin embargo, dedicarse a hacer lobby para evitar la entrada en vigor de una ley que saben que les va a suponer un esfuerzo enorme. También desde 2016 les pedimos a las empresas que detallen una serie de datos sobre criterios ESG y, cuando no lo hacen, votamos en contra en las Juntas anuales en Europa o de los Consejos de Administración en EEUU. Todas estas medidas están teniendo bastante efecto positivo.
P. ¿Los criterios de sostenibilidad están empujando a favor de la gestión activa?
R. La sostenibilidad va a impulsar la gestión activa, porque requiere para gestoras como la nuestra participar por ejemplo en las Juntas, tener líneas de conversación abiertas y fluidas con las empresas, y, también, con las Administraciones. Creo que ese cambio de paradigma hacia la labor profesional en criterios ESG lo están valorando desde un principio más los inversores institucionales, los gestores de fondos de pensiones o de compañías de seguros. En cualquier caso, cualquier estrategia de sostenibilidad se requiere tiempo, recursos y convencimiento.