La negociación del Convenio de Banca saca a la luz la baja rentabilidad de las sucursales frente a agentes y asesores
Mucho se está hablando en el mercado financiero del interminable proceso de cierre de sucursales bancarias que cuestiona el modelo tradicional de distribución en España. En el marco de este análisis, una buena parte de las razones que impulsan este cierre de oficinas se centra en dos puntos: El disparatado aumento de sucursales que hubo en los años previos a la crisis en locales muy caros, principalmente a cargo de las antiguas cajas de ahorro; y el impacto en el sector de la transformación digital.
Pero a la innegable influencia de estos dos factores, habría que añadir un tercero: La clara ventaja competitiva de los asesores y agentes financieros, profesionales que operan a comisión y que no están sujetos a relación laboral con la entidad.
Renovación de Convenios
El ahorro de costes para las entidades si operan con agentes y asesores se destaca estos días ante la difícil negociación del sector financiero español en la renovación de los Convenios Colectivos sectoriales.
De hecho, las dos patronales que negocian Convenios, ACARL y AEB, han endurecido sus exigencias para su renovación, lo que ha desatado las iras de los sindicatos, que ya amenazan con huelgas en el sector. Así, la Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (ACARL), creada en 1978, quiere reducir los trienios a la mitad, quitar la paga del plus convenio, congelar dos años los salarios, extender la jornada laboral, ampliar los radios de movilidad geográfica hasta los 50 km, alargar hasta 4 años los salarios de entrada, eliminar la figura del subdirector de oficina, suprimir las ayudas de estudios para empleados que cobren más de 35.000 euros, acortar los ascensos por experiencia y eliminar el complemento de residencia. A cambio, ofrece un día de libre disposición para los trabajadores hasta 2018. Todas estas medidas han sido calificadas por los sindicatos CCOO, UGT y CSICA como “inaceptables” y piden la movilización de los trabajadores del sector de las cajas, que comenzaron ya con una concentración sindical ante la sede de CecaBank.
Los asesores y agentes financieros, profesionales que operan a comisión y que no están sujetos a relación laboral con la entidad, ofrecen una clara ventaja competitiva
El Convenio de las Cajas ya ha expirado, por lo que su negociación está en el denominado proceso de ultraactividad, que mantendrá las condiciones actuales hasta que no haya nuevo convenio.
Por su parte, el Convenio de la Banca avanza con mejor paso, ya que, por lo menos, la AEB y los sindicatos han acordado prorrogar la ultraactividad del convenio que acabó el pasado 26 de febrero hasta mañana 31 de marzo. Las negociaciones se centran ahora en la clasificación profesional, el tiempo de vigencia del convenio, la paga de beneficios, y la cantidad del seguro de vida, entre otros aspectos, mientras que respecto al importe salarial se han acercado bastante las posturas entre patronal y sindicatos, con un preacuerdo en cuanto a la participación en beneficios.
Mejorar la competitividad
En la base de la negociación, está la intención de las entidades por mejorar la competitividad de su personal, en un entorno de fuerte reducción de márgenes y tipos de interés en mínimos históricos. También desde el sector financiero se reconoce que los Convenios de cajas y banca han sido de los más favorables de todos los sectores para los trabajadores en la última década.
Horarios y experiencia, la ventaja de los asesores
Frente a este panorama laboral complicado, el canal de distribución financiera a través de agentes y asesores financieros ofrece unas ventajas claramente competitivas: En primer lugar, el tema de los horarios, limitadísimo e inflexible en el caso de los empleados en nómina, y completamente abierto a las necesidades de los clientes en el caso de los asesores y agentes.
En segunda lugar, la retribución: No hay mayor meritocracia que premiar al que mejor lo hace con más comisiones, algo que es difícilmente de alcanzar con los Convenios en vigor en el sector financiero, pero que es algo natural en el caso del sector del asesoramiento financiero.
Y en tercer lugar, habría que citar la experiencia de los profesionales que pasan a engrosar las filas de los asesores y agentes financieros, profesionales con iniciativa profesional, seguros de sus capacidades, con años de trabajo en el sector, conocedores de sus clientes y pegados a la calle en cuanto a las necesidades financieras de los consumidores.
En un entorno como el actual, agentes y asesores financieros tienen mucho que aportar a las entidades para mejorar su competitividad futura.