La irrupción de la banca privada y el asesoramiento revolucionará los planes de pensiones
La decepcionante rentabilidad que año tras año presentan los planes de pensiones individuales a sus partícipes, especialmente de los de mayor volumen de patrimonio, convierte este sector en terreno abonado para la irrupción de la banca privada y los asesores financieros; ya que pueden aprovechar todo su expertise en la gestión y comercialización de fondos de inversión para revolucionar este segmento, con una nueva oferta que facilite una mejor rentabilidad a unos clientes actualmente desilusionados con la evolución de su inversión.
De hecho, las grandes entidades que actualmente controlan el sector de planes de pensiones basan su estrategia comercial únicamente en dos ganchos: El atractivo fiscal por su deducción en el IRPF de las aportaciones, y los regalos y promociones que todos los años aparecen en la campaña de final del ejercicio.
Esta situación lleva a que prácticamente ninguna entidad publicite sus planes de pensiones por la rentabilidad que esté obteniendo para sus partícipes. Tampoco se habla de las comisiones, algo que ya está comenzando a poner en valor algunos roboadvisors que preparan su oferta de planes, como Finizens o Feelcapital.
Magra rentabilidad
En 2016, los planes individuales presentaron una rentabilidad anual del 1,69%, según los datos de Inverco, porcentaje que no supera la suma de la inflación y las comisiones de las entidades. Pero en plazos largos, la rentabilidad tampoco es muy buena, con un 1,71% a 10 y a 15 años. Esto supone que muchos partícipes solo ganan en estos productos con su deducción fiscal, porque el neto de su inversión es muchas veces decreciente.
Todo ello, además, en un producto que es ilíquido y que sólo puede traspasarse a Planes de Previsión Asegurados, muy afectados también por los bajos tipos de interés; y con otro `Talón de Aquiles´, el fuerte impacto fiscal que tiene cobrar de una vez los planes cuando se llega al momento de la jubilación.
Nuevos operadores
Ante esta situación, nuevos operadores procedentes de la banca privada y el asesoramiento financiero comienzan a tomar posiciones en un mercado que podrían desarrollar con fuerza en los próximos años, ayudados por la cada vez mayor concienciación de los ciudadanos de sus necesidades para la jubilación, por las previsibles dificultades que tendrán las pensiones públicas.
Así, entidades como Bestinver, Kessler&Casadevall, EDM, Magallanes, Abante Asesores, Carmignac, Mutuactivos o Inversis, han potenciado el pasado ejercicio su oferta en planes de pensiones, en algunas ocasiones mediante acuerdos con aseguradoras como Mapfre, Caser o PSN. Hay que recordar que las aseguradoras están arañando poco a poco cuota de mercado a la banca en el sector de los planes de pensiones, y el año pasado superaron por primera vez la barrera de los 40.000 millones de euros gestionados en planes.
En casos como el de azValor, su desembarco en planes de pensiones consiste en replicar con esta fórmula los fondos de inversión de más éxito de la entidad.
Arquitectura abierta en planes
La entrada de nuevos operadores puede también modificar sustancialmente la gestión de las inversiones de los planes, virando desde la actual posición dominante de invertir en productos propios (especialmente en la gran banca), hacia modelos de arquitectura abierta, con inversiones más diversificadas y expectativas de mayores rendimientos.
Paralelamente, se tiene que desarrollar en el mercado de planes una nueva cultura de asesoramiento financiero al cliente, alentada por las nuevas normas como la IDD o MiDIF II, donde las ESI tendrán mucho que decir.
Frente a esta gestión activa, también se prevé que se desarrollen modelos de gestión pasiva a través de roboadvisors.
Patrimonio en 2016
El conjunto de los planes de pensiones alcanzó los 106.721 millones de euros de patrimonio en 2016, lo que representa 2.202 millones más que el ejercicio precedente (un 2,1% más), según los datos de Inverco.
Las aportaciones acumuladas el pasado año fueron de 4.972 millones de euros, frente a los 4.728 millones satisfechos por prestaciones, por lo que las aportaciones netas en 2016 han alcanzado los 244 millones de euros.
En cuanto a partícipes, a diciembre de 2016, el número de cuentas de partícipes se situó en 9.927.289, lo que supone un descenso de 40.611 partícipes respecto a la misma fecha del año anterior. El número de partícipes estimado se sitúa en torno a ocho millones, al existir partícipes con más de un plan.