La industria se mueve con pasos vacilantes hacia el asesoramiento automatizado por la inseguridad jurídica
El experto en regulación financiera, Sam Bishop, ha analizado el documento sobre asesoramiento automatizado que han elaborado los supervisores financieros EBA, Eiopa y ESMA, concluyendo que la industria se mueve de forma vacilante hacia los robo-advisors por la inseguridad jurídica que les provoca que no exista una norma única que regule este tipo de asesoramiento.
Según Bishop, “la tecnología transformará el mundo asesoramiento financiero, y esta transformación ya ha comenzado. Los activos globales bajo la gestión que manejarán los robo-asesores se prevé que crezca hasta los 450.000 millones de dólares en 2020, lo que afectará a millones de clientes minoristas de toda Europa”.
Bishop recalca que “el propio documento de los supervisores reconoce que los distribuidores financieros que utilizan canales online deben cumplir con varias legislaciones de la UE, que nos afectan a otros sectores, como la Directiva sobre Comercialización a Distancia; la Directiva de Comercio Electrónico y el Reglamento de Resolución de Reclamaciones Online. Esto significa que, a pesar de las ventajas en cuanto a costes del asesoramiento online, la mayor regulación aumenta los costes de estos distribuidores”.
De hecho, afirma que “hay distribuidores que están preocupados por la falta de armonización normativa en este sector, lo que les lleva a inhibirse de desarrollar herramientas de asesoramiento paneuropeas, que se aprovecharían del mercado único europeo”.
En cualquier caso, Bishop agradece la iniciativa de los supervisores, pero cree que esta inseguridad jurídica en el asesoramiento automatizado hace que la industria financiera se mueva hacia este modelo con pasos vacilantes: “No obstante, una vez que los integrantes del mercado tengan seguridad jurídica, espero que el mercado robo-advisors atraiga gran cantidad de inversión y gane en atracción hacia los consumidores. Si los consumidores están dispuestos a vender su casa online, no hay duda de que valorará el ahorro de costes que supondrá el asesoramiento financiero online”.
Algoritmos
Finalmente, Bishop explica que “la tecnología detrás de la automatización de asesoramiento financiero es típicamente un algoritmo, por lo que el consejo final que se ofrece depende de dos entradas principales: La información personal facilitada online por el consumidor en formato cuestionario; y la lógica del algoritmo, que «decide» qué productos o servicios debe recomendar a los consumidores. Las herramientas automatizadas de asesoramiento financiero se presentan a menudo en forma de un árbol de decisión, donde el consumidor responde a una serie de preguntas con guión que generarán recomendaciones basadas en las respuestas específicas”.