La gestión activa frente al reto de las alternativas pasivas en un contexto de erosión de las tarifas
De acuerdo a un reciente informe de Boston Consulting Group (BCG), titulado “Global Asset Management 2019: Will These ’20 Roar?”, tras una progresiva disminución significativa de los activos bajo gestión desde la crisis financiera de 2008, los gestores de activos deben afrontar muchos retos en los próximos años si esperan recuperar los niveles de antaño y captar nuevos clientes, apostando por una estrategia digital óptima que sirva para mejorar sus expectativas e incremente la eficiencia operativa a través del mayor análisis de los datos. De hecho, sólo en 2018 el valor de los activos bajo gestión a nivel global cayó un 4% hasta los 74,3 billones de dólares.
Según BCG, hay varias tendencias clave que dominarán el mercado en la próxima década:
- La lucha de la gestión activa por no perder cuota frente a las soluciones y alternativas pasivas en un contexto de ajuste a la baja de las tarifas.
- La apuesta por las altas capacidades digitales obligará a las entidades a llevar a cabo inversiones significativas.
- China se afianzará como la segunda región más grande para la gestión de activos, por delante de Europa continental.
- La inversión sostenible continuará aumentando a medida que las empresas incorporen factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en sus decisiones de inversión.
Nuevas tendencias operativas
Según el informe, desde BCG ven dos caminos básicos para que las entidades de gestión de activos alcancen el éxito en los próximos años: Por un lado, operar como una boutique focalizada en el alfa, enfocada principalmente en el rendimiento de la inversión; y por el otro, actuar bajo una estrategia de acumulación de escala, lo que favorece un acceso más ventajoso para los clientes. De acuerdo al documento, aunque estas dos alternativas para lograr el éxito ya son visibles hoy, sus enfoques se acentuarán aún más en los próximos años.
Por otra parte, el informe afirma que para los profesionales de industria de gestión de activos los datos y los análisis de big data mejorarán cada vez más su utilidad como herramientas para mejorar su toma de decisiones y su eficiencia operativa. Pero muchos de ellos carecen de los recursos financieros para mejorar su infraestructura tecnológica que les permita afrontar la nueva arquitectura de datos así como la ‘preparación cultural’ para implementar los cambios a la escala requerida. El resultado es un creciente sentido de urgencia y poca idea de cómo y dónde invertir. Pero el tiempo para actuar y actuar rápidamente es ahora.
Según el informe, el impacto de las innovaciones de datos y análisis va a ser crítico. Por el lado de la inversión, las empresas que están comprometidas con el análisis masivo de datos que sirvan para complementar la toma de decisiones se harán de manera progresiva con el mercado. En paralelo, las funciones de distribución y comercialización se beneficiarán de un análisis más profundo, lo que permitirá ofertas más personalizadas y una mejor implementación de recursos, generando aumentos de ingresos del 5% al 10%. Además, la tecnología ayudará a las empresas a identificar y gestionar los cuellos de botella y facilitar la automatización en las operaciones, generando ganancias de eficiencia del 15% al 30%.