La comisaria europea Mairead McGuinness arremete contra las retrocesiones en los productos financieros
La Comisión Europea plantea la prohibición de que distribuidores o asesores financieros reciban incentivos a cambio de vender ciertos productos y servicios financieros a sus clientes. El objetivo de la propuesta, que Bruselas ha llevado a la Comisión de Economía del Parlamento Europeo, es asegurar que los asesores financieros que ofrecen consejos imparciales y productos adecuados para cada usuario.
La comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, asegura ante la Comisión de Economía del Parlamento Europeo que las evaluaciones hechas por la Comisión Europea demuestran que “con frecuencia se aconseja a inversores minoristas comprar productos más caros y que no siempre son los más adecuados a sus necesidades”.
“Los productos en los que hay incentivos son de media un 35 % más caros que aquellos dónde no los hay”, argumenta Mairead McGuinnes, que alude a las comisiones y otros tipos de beneficios que reciben los distribuidores, los comerciales y los asesores financieros por vender un determinado producto financiero.
Para la comisaria de la Comisión Europea, estos incentivos “pueden conducir a conflictos de interés que generan un efecto negativo en la calidad y en los precios de los productos”.
La Comisión Europea prepara una Estrategia de Inversiones Minoristas, para lo que ha analizado las experiencias de Países Bajos y Reino Unido, que prohibieron hace ya algunos años estos incentivos.
La comisaria de Servicios Financieros destaca que en los Países Bajos esta prohibición de los incentivos generó “un cambio hacia productos menos caros y más diversos”, pero sobre todo “un ligero aumento de las inversiones minoristas” y también una “mayor confianza en rl asesoramiento financiero”.
Mairead McGuinness reconoce que los mercados financieros son distintos de un país a otro dentro la Unión Europea, por lo que comprende que la propuesta de prohibir los incentivos en los productos para inversores particulares genere polémica y debate. Pero avisa que la cuestión no podrá resolverse solamente con la exigencia de una mayor transparencia en los costes y en los intereses que existen detrás de un producto o servicio financiero, puesto que ésta ya se incorporó en otras legislaciones y “el escenario no ha cambiado”.
La Comisión Europea esta empeñada en aplicar medidas que faciliten que los clientes minoristas puedan acceder a un asesoramiento financiero “decente y a precios asequibles”, que recomiende productos y servicios que ser adapten realmente a sus necesidades, que les proporcionen el mejor retorno posible, y en el que puedan confiar.
Esta propuesta se enmarca dentro del programa de la Comisión Europea para alentar a los consumidores particulares a invertir para obtener una rentabilidad para su dinero, y no limitarse a los depósitos y las cuentas corrientes.