La banca empuja a los clientes de depósitos para que se muden a fondos y gestión de carteras
“El depósito a plazo no es la mejora forma de generar rentabilidad para el dinero”, asegura Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, en la presentación de resultados de 2022, año en el que la entidad logró 3.730 millones de euros en suscripciones netas pese a la volatilidad. “Tenemos más de 29.000 empleados certificados para poder dar un asesoramiento robusto, explicar las ventajas fiscales de los fondos de inversión, y el foco puesto en la sostenibilidad, y una gama de productos adaptada a las necesidades de cada cliente”.
Al mismo tiempo, deja muy claro que la remuneración de los depósitos no replicará ni automática ni rápidamente las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). “La remuneración se extenderá primero a los grandes depósitos corporativos, y más tarde a los minoristas”, explica el CEO de CaixaBank.
Mensajes similares han lanzado los presidentes o los CEO de los grandes bancos aprovechando las presentaciones de resultados. Está en juego un negocio de más de un billón de euros, prácticamente sin remuneración, cuando el Euribor está en el 3,3% y previsiblemente se acercará al 4% con los próximos movimientos de tipos del BCE, lo que hace mucho más atractiva la renta fija.
Según los datos del Banco de España, la rentabilidad media de las imposiciones a plazo fijo se situó en el 0,70%, frente al 0,04% de enero de 2022. A menos de un año es el 0,49%. Y entre uno y dos años, el 1,49%.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, reconocía sobre la Cuenta Nómina que no está en los planes de la entidad elevar el interés ofrecido, aunque subrayaba que es un producto que genera valor al cliente.
Frente a los depósitos, Bankinter está ofreciendo a sus clientes otros productos que les puedan resultar más interesantes y que ofrecen una remuneración superior, como fondos de inversión en deuda soberana o en bonos corporativos.
La CEO de Bankinter tiene muy claro que “a corto plazo no habrá una estrategia generalizada de remuneración de los depósitos”, más allá de acciones comerciales esporádicas por parte de algunas entidades.
El CEO del Banco Sabadell, César González-Bueno, no cierra la puerta a elevar la remuneración de los depósitos, pero avisa que “el depósito clásico y a plazo no es necesariamente la fórmula más atractiva”, y que el banco debe ofrecer alternativas más interesantes para el cliente, como los fondos de inversión garantizados.
El consejero delegado del BBVA, Onur Genç, sigue la misma línea: hay otros productos más atractivos para el cliente minorista que los depósitos, como los fondos de inversión, ya sean de renta fija o de deuda pública española.
La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, fue de las más sinceras sobre la estrategia de la banca: recuerda que “nunca cobramos al cliente minorista por los depósitos” y cree que en algún momento se remunerarán, pero que “el margen debe ser sostenible en el tiempo”.
Porque en esta cuestión hay dos elementos para la banca. Por un lado, retrasar todo lo posible una remuneración de los depósitos acorde con la situación de los tipos de interés, para no debilitar el margen de intereses. Por otra, incrementar los ingresos por comisiones: para un banco es mucho más atractivo que el cliente contrate fondos de inversión o un servicio de gestión discrecional de carteras que suscriba un depósito.
Hay bancos, como el BBVA, que en España han sufrido un descenso de los ingresos por comisiones, ya que la elevada volatilidad de los mercados frenaba la contratación de los productos que generan mas volumen de éstos. En BBVA España, cae el 1,8% respecto en 2021, cuando en el grupo sube el 12,3%.
Bankinter también sufrió en 2022 un descenso de los ingresos por comisiones en gestión de activos y en su broker.
Precisamente, Bankinter es el que menos paga por los depósitos: el 0,1% de media. El BBVA llega al 0,21%, el Santander, al 0,22%; Sabadell está en el 0,32%; CaixaBank es el que mejor paga: el 0,41%.
El cliente conservador busca rentabilidad pero sin asumir riesgos
Con este panorama de los depósitos, el inversor más conservador reclama más rentabilidad para su dinero, pero no está dispuesto a correr muchos riesgos ante la incertidumbre macroeconómica, la situación geopolítica, y la volatilidad de los mercados. Con los tipos al alza, ganan atractivo la deuda pública y la renta fija a corto plazo
La banca quiere vincular más al cliente de depósitos (un producto muy volátil y muy ‘infiel’) con ventas cruzadas de fondos de inversión y de seguros de Vida Ahorro, muy atractivos ahora que suben los tipos y por su menor volatilidad. Ambos productos son además generadores de comisiones.
No hay más que ver los productos lanzados por la banca últimamente. Entre ellos, el Santander Objetivo, a 13 meses, al 1,9% no garantizado. Invierte fundamentalmente en deuda pública española e italiana, y en bonos corporativos; el Fondo Naranja 2026 I de ING, hasta un 2,2% TAE, con pagos semestrales del 1,1% siempre que se mantenga la inversión tres años; el Ibercaja Renta Fija Horizonte 2025: ofrece el 3% no garantizado, entre dos y tres años, invirtiendo en renta fija privada de calidad crediticia media y alta.
Este tipo de productos gusta al inversor más conservador porque conoce de antemano el rendimiento anual que puede obtener si mantiene la inversión hasta la fecha de vencimiento de la estrategia marcada por la gestora.
Otra opción es el fondo de rentabilidad objetivo, que en 2022 creció el 75% (es la modalidad de inversión colectiva que mejor se ha comportado, según Inverco), precisamente porque el inversor aprecia saber desde el primer momento el resultado de las operaciones que hacen con su dinero. Y las perspectivas para 2023 son que nuevamente será el tipo de fondo de inversión que más crezca.