Jupiter AM: Por qué los precios del oro y la plata podrían experimentar una ruptura
Por Ned Naylor-Leyland, responsable del área de Oro y Plata en Jupiter Asset Management
El oro ajustado por la inflación ha rondado su nivel actual (en dólares estadounidenses) cuatro veces desde 1971. Más recientemente, hace dos años, el precio nominal se aproximó a los 2.100 dólares por onza y ahora se sitúa en algo menos de 2.000 dólares por onza.
A mi parecer, es probable que se produzca una ruptura en el precio del oro que cobrará impulso. ¿Por qué ahora? Porque el oro se mueve en dirección opuesta a los tipos de interés reales, que son el tipo de interés que paga un bono después de descontar la inflación. Actualmente, los tipos de interés reales son negativos porque la inflación es elevada y los tipos de interés son bajos. Eso significa que la mayoría de los tenedores de deuda pública estadounidense están recibiendo unos tipos de interés reales negativos.
El oro despierta interés porque existe preocupación por el poder adquisitivo futuro. Por ahora, el mercado aún está pensándose si la Reserva Federal de EE. UU. podrá subir los tipos de interés hasta siete veces este año y si la inflación se debilitará sustancialmente o no. En mi opinión, esa es la razón por la que todavía el oro no ha experimentado una verdadera ruptura: porque el endurecimiento de la política monetaria sigue dominando el ánimo del mercado. El detonante para el oro puede ser que la inflación suba por encima de las previsiones o que el mercado acepte que siete subidas de tipos en EE. UU. son demasiadas. En mi opinión, eso daría lugar a una ruptura en el precio del oro.
Considero que el oro es dinero «libre de riesgo» y lo mismo les ocurre a los bancos centrales, por eso normalmente disponen de ingentes reservas de oro. Entienden qué tiene riesgo y qué no. En mi opinión, el oro está determinando el futuro poder adquisitivo de las monedas emitidas por los diferentes estados y esa es la razón por la que todas se degradan a diferentes velocidades frente al oro. Se afirma comúnmente que no se puede valorar el oro, pero yo creo que es el oro lo que asigna un valor a todo lo demás.
La demanda de oro físico va en aumento y, de hecho, ha crecido de manera muy constante a lo largo de toda mi carrera, porque las personas quieren poseer oro físico como cobertura y los bancos centrales cada vez compran más.
El mercado de la plata es una décima parte del mercado del oro, pero el precio de la primera está fuertemente correlacionado con el del segundo. Creo que, cuando el precio del oro registre una ruptura, veremos un aumento sustancial de la participación en el mercado y que la plata también destacará; de hecho, pensamos que lo hará de forma espectacular. A diferencia de lo que ocurre con el oro, mientras que todo el metal amarillo que se ha extraído está disponible en el mercado, la plata no, ya que la industria la consume y los inversores la compran en pequeñas cantidades. Aunque el mercado de la plata suele ser más volátil que el del oro, en un sentido amplio allí donde va el oro, la plata le sigue.
Definitivamente creemos que existe un argumento de peso para que los inversores adquieran lingotes de oro y plata; en teoría, las empresas extractoras ofrecen más recorrido al alza, pero sin duda también conllevan más riesgos bajistas. No obstante, cuando existe una participación más elevada en el mercado del oro físico, creemos que las valoraciones de las acciones de las empresas extractoras se verán beneficiadas.