JP Morgan AM apuesta por una estrategia defensiva para superar las incertidumbres del mercado
Implementar estrategias defensivas, apostar por los activos de calidad en renta variable, contar con las inversiones alternativas y tener preparado un plan B para disponer de liquidez en el caso de surgir oportunidades en el mercado. A grandes rasgos esta es la visión de J.P Morgan Asset Management para los próximos meses, que ha presentado Karen Ward, su estratega Jefe para EMEA. Un análisis que no contempla la entrada en recesión global a pesar de la ralentización que sufrirá la economía de EEUU debido al final del estímulo derivado de la reforma fiscal, y en donde China y los mercados emergentes deberán volver a jugar un rol importante en la generación de rentabilidad tras un final de 2018 en el que las caídas generalizadas llevaron la incertidumbre a los inversores.
“Nos encontramos en un momento donde resulta muy complicado situar el foco en un mercado concreto”, ha afirmado Ward, tras indicar que hay una serie de riesgos que se han de solventar para estimular el recorrido alcista de la renta variable, como la guerra comercial, la situación política en Europa o el acuerdo final que se concrete en relación al Brexit. Además, desde J.P. Morgan AM auguran que ni la Fed ni el Banco Central Europeo subirán tipos en todo el ejercicio, precisamente para evitar que la desaceleración global de la economía sea más contundente de lo esperado. “»El crecimiento se ha estabilizado, principalmente en Europa, pero no es suficiente para hacer crecer la inflación» ha sentenciado Ward.
China y emergentes, la gran esperanza
En relación a Europa, Ward ha advertido que “el crecimiento estará en una horquilla de entre el 1% y el 1,5%, debido a que los mercados demandan claridad, en especial sobre la estabilidad política”. A su juicio, las próximas elecciones al Parlamento Europeo de primavera marcarán el futuro cercano de la renta variable en el Viejo Continente, aunque es optimista en relación a los números negros, que, previsiblemente, “serán mejores en el segundo semestre que en el primero, debido a la caída en el precio del petróleo, que tendrá un efecto positivo mayor en Europa que en otros mercados”.
Finalmente, Ward ha querido subrayar que China puede volver a convertirse en la principal economía que empuje al resto en este 2019, gracias a las políticas de estímulo fiscal y a la estrategia de apoyo al sector tecnológico, facilitando la entrada de empresas extranjeras o reduciendo los niveles impositivos. En su opinión, el gigante asiático “tiene la capacidad y las condiciones para soportar el crecimiento mundial”, algo que, de concretarse, seguramente ayudará, según J.P. Morgan AM a que las economías emergentes recuperen la senda de la rentabilidad tras un final de año en el que su exposición al dólar jugó radicalmente en su contra.