Josep Soler (EFPA Europa): “Existe un problema serio de distribución financiera”
El presidente de EFPA Europa, Josep Soler, advirtió esta semana en una entrevista en Cinco Días que “existe un problema serio de distribución financiera, que ha conducido, entre otras cosas, a vender innumerables productos financieros de forma inadecuada. Cuanto antes reconozca la banca que tiene un problema de modelo y de prestigio antes podrá solucionarlo”.
También considera que el retraso de un año en la MiFID II “era un tema esperado, que se ha producido por la presión de grandes bancos, ya que tienen que hacer una inversión tecnológica importante para renovar sus sistemas. En cualquier caso, tampoco es tan trascendente porque ya estaba previsto que hubiera periodos de transición para la adopción de ciertas partes de la normativa Lo importante es que la industria sea consciente de que no queda mucho tiempo, y que todo el sector se ponga en marcha para irse adaptando”.
Certificación de asesores
Según Soler, “hasta ahora el aspecto de la formación y cualificación de los asesores había quedado en un segundo plano, pero cuando entre en vigor la nueva normativa va a exigir un esfuerzo importante por parte de las organizaciones. El nivel de exigencia que se va a pedir a los trabajadores de banca, y cuyo listón va a fijar el supervisor europeo de los mercados, ESMA, va a ser bastante alto”.
También señala que, al no haberse terminado de desarrollar la normativa, aún no se sabe exactamente cuántos profesionales tendrán que pasar un examen de un certificador externo, “pero serán muchos. Calculo que MiFID II puede implicar a entre 50.000 y 60.000 empleados de entidades financieras tengan que pasar un examen de certificación”.
Y recuerda que la CNMV tendrá la última palabra sobre qué tipo certificación es válidas y cuáles no. Desde EFPA defienden la solidez de su modelo: “Tenemos cuatro niveles de certificación distintos, con una alta calidad. Además, exigimos la renovación anual a través de unos cursos de formación continua. De esta forma, cumplimos con lo que el supervisor europeo está fijando a nivel general: evaluaciones independientes, estándares europeos, diferente nivel para un mero informador que para asesor, etc.”.