¿Ídolos digitales o dinosaurios? Siete tendencias tecnológicas
Nadie niega que la digitalización de la economía global tenga implicaciones de gran calado, pero sigue sin estar claro qué industrias prosperarán y cuáles se verán asfixiadas o desbancadas por el avance imparable de las innovaciones tecnológicas. ¿Cómo pueden los inversores identificar qué empresas aprovechan las oportunidades y evitar a aquellas susceptibles de quedarse obsoletas durante este periodo de transformación? El equipo estadounidense de small cap growth de The Boston Company Asset Management (TBCAM), del grupo BNY Mellon, ha identificado siete maneras en que la tecnología sigue dando forma al panorama inversor del futuro, y nos explica por qué los inversores deben ser conscientes de estas tendencia.
1. Los millennials alcanzan la mayoría de edad
La generación del milenio (personas nacidas aproximadamente entre 1980 y 1995) es la mayor de la historia de los EE.UU.: unos 92 millones de personas, frente a los 61 millones de la generación X y los 77 del baby boom. La edad media de los millennials es de 26 años, frente a los 62 de los baby boomers. Esto significa que, actualmente, la generación del milenio está pasando del grupo de los 15-24 años de edad a la horquilla asociada con la formación de hogares y el aumento del gasto en consumo discrecional.
“La expectativa es que esta confluencia de millennials que llegan a la edad de gasto y de baby boomers que están saliendo de la suya afectará considerablemente al consumo durante la próxima década. Creemos que esta transición demográfica presionará al gasto de los consumidores en torno a un 1% cada año hasta 2019, momento en el cual el gasto se acelerará”, afirma el equipo.
Consideraciones de inversión en torno al desarrollo de los millennials:
■ Predisposición al comercio electrónico. Los millennials son más proclives a comprar artículos a través de medios digitales que en una tienda física, y tienden a comparar precios entre distintos canales en tiempo real; el móvil es el segmento del comercio electrónico que crece con más rapidez.
■ Cultura de alquiler. Los millennials son más proclives a alquilar un bien que a ser propietarios del mismo.
■ Preocupación por la salud. La generación del milenio está más preocupada por la salud y el bienestar (tanto la suya propia como la de sus comunidades) que generaciones previas. Al mismo tiempo, los baby boomers también están adoptando estilos de vida más sanos para alargar su esperanza de vida. Estas tendencias son muy positivas para las empresas asociadas con la vida sana y con las soluciones de energías alternativas, pero tienen implicaciones negativas para el alcohol, el tabaco y la restauración (especialmente, para las cadenas de comida rápida), sostiene TBCAM.
El consumidor millennial representará el mayor porcentaje de la población con ingresos altos de cara a 2020, y en 2025 representará el 50% de ellos en EE.UU. “No es de extrañar que las empresas de consumo hayan empezado a centrarse en el consumidor millennial de forma tan clara. Esto requiere un cambio en la dirección estratégica de muchas compañías, lo cual, combinado con la digitalización de la economía, representa tanto oportunidades como desafíos. Este es un punto importante para nuestros analistas en las entrevistas que mantenemos con equipos directivos. ¿Cómo compiten con los gigantes de la venta por internet? ¿Cómo consiguen nuevos clientes? ¿Cómo está cambiando su presupuesto de marketing? ¿Su marca tiene autenticidad? ¿Cómo conservan a sus empleados millennials?”, explica TBCAM.
2. Salvar la brecha digital
Las empresas de todo el mundo se enfrentan al reto de cruzar la brecha entre el mundo analógico tradicional y el nuevo mundo digital. “Este cambio de estilo de vida, de analógico a digital, tiene profundas implicaciones para la economía global. Las compañías se están replanteando sus modelos de negocio y sus decisiones de inversión para adaptarse a este paisaje cambiante. En muchas industrias, los líderes analógicos actuales podrían sucumbir a los disruptores digitales del mañana si no invierten para salvar esta división digital”, afirma el equipo de TBCAM.
“Como la tendencia del consumidor digital ha arraigado, las empresas se han tenido que diferenciar proporcionando productos más personalizados, únicos o disponibles de inmediato”, continúa. El equipo anticipa que habrá más compañías que proporcionen servicios de reparto el mismo día como una manera de diferenciarse de sus competidores que operan en la web. A su vez, un cambio así podría dar pie a cambios en el sector logístico.
Por otro lado, TBCAM opina que las industrias más reguladas también se encuentran más protegidas frente a la ola actual de disrupción. El coste implícito de cumplir con los requisitos legales puede frenar la innovación digital en áreas como los servicios financieros, la energía y el cuidado de la salud. Sin embargo, pese a las barreras normativas, el equipo sigue viendo oportunidades de crecimiento para los innovadores en estos sectores de cara a los próximos años.
3. El internet de las cosas se vuelve personal
Un efecto secundario de los avances logrados en las áreas de la movilidad y los servicios en la nube ha sido el auge de la conectividad para monitorizar y gestionar más dispositivos, desde electrodomésticos hasta automóviles. Se anticipa que este concepto –bautizado como “el internet de las cosas” (IdC) – crecerá de unos 10.000 millones de dispositivos conectados en la actualidad a unos 50.000 millones en 2020. El IdC ha sido un tema recurrente para el equipo de TBCAM en los últimos años, pero más recientemente se ha concretado en ciertas aplicaciones y mercados finales diferenciados.
■ Ponibles (wearables):
Los ponibles (wearables) proporcionan mejores prestaciones de seguimiento de la salud, lo cual puede ser un motivo clave para comprarlos. Varios consumidores afirman haberse salvado de sufrir ataques al corazón gracias a la monitorización de la presión sanguínea. Los sensores que llevan estos dispositivos generan cantidades ingentes de datos. Por ejemplo, IBM predice que una persona podría generar un millón de gigabytes de datos relacionados con la salud durante toda su vida, lo cual equivale a más de trescientos millones de libros. TBCAM cree que la verdadera oportunidad de inversión en este ámbito no son tanto los dispositivos propiamente dichos, sino más bien las empresas susceptibles de beneficiarse de los datos generados, almacenados y analizados a partir de tendencias tan significativas a largo plazo.
■ Centros de datos:
La proliferación de la información personal de identificación (PII, por sus siglas inglesas) es un segmento de datos de gran crecimiento gracias a las tendencias del seguimiento de los consumidores y de la automatización de los hogares, comenta TBCAM. Las compañías que recopilan estos datos son el objetivo de los ciberdelincuentes, y el equipo cree que las nuevas vulnerabilidades en torno a la PII incentivan a las empresas a concentrarse más en la ciberseguridad, la redundancia y la soberanía de datos (es decir, dónde “reside” dicha información). A su vez, este enfoque está impulsando una nueva oleada de construcción de centros de datos, a menudo fuera de los EE.UU.
■ Coches:
El equipo sostiene que la conectividad se está extendiendo de los teléfonos a los coches. Según previsiones de Gartner, en 2020 habrá 250 millones de automóviles conectados en circulación. En opinión del equipo, los vehículos del futuro también estarán mejor conectados entre sí a fin de evitar accidentes y para otros propósitos relacionados con la seguridad del conductor. “Los nuevos modelos de Tesla, Audi y BMW están marcando la pauta a la hora de ofrecer prestaciones innovadoras al comprador, como por ejemplo opciones mejoradas de seguridad, navegación, consumo de combustible y entretenimiento digital. El crecimiento del contenido electrónico en los coches para desempeñar estas nuevas aplicaciones nos inspira bastante optimismo. Creemos que, con el tiempo, más y más prestaciones de este tipo vendrán de serie en los modelos más vendidos e impulsarán el crecimiento gradual de los proveedores de semiconductores y sensores bien posicionados”, apunta TBCAM.
4. Guerras de datos
Las tendencias de los usuarios siguen impulsando el crecimiento exponencial de los datos y el tráfico. Las redes sociales representan actualmente el 90% del tráfico gracias a aplicaciones como Instagram y Periscope, y los usuarios consultan sus páginas en las redes una media de 14 veces al día, sostiene el equipo.
Esta explosión de datos debido a la movilidad, la emisión de vídeo en tiempo real (streaming) y los medios sociales está poniendo al límite el rendimiento de la red, en opinión de TBCAM. “La necesidad crónica de velocidad crea cuellos de botella en la red y abre oportunidades de inversión para las empresas de equipamiento, semiconductores y servicios capaces de descongestionarlos, desde el centro de datos de internet hasta el hogar”, añade.
Conclusión: Según se va profundizando en la experiencia de usuario de dispositivos, el consumidor espera obtener una gratificación inmediata. No obstante, debido al crecimiento fuerte y continuado del tráfico, las páginas web se cargan con más lentitud. El resultado es la impaciencia en internet. Cada retraso de 100 milésimas de segundo puede costarle a un sitio de comercio electrónico un 1% de sus ingresos. “Las empresas de escala web y de servicios en la nube responden elevando su gasto de capital para construir nuevos centros de datos, externalizar más a centros de terceros o alquilar más fibra disponible entre sus centros de datos para reducir cualquier espera en la red y mejorar el rendimiento”, afirma el equipo.
5. Tendencias emergentes en biotecnología
Los fármacos genéricos, que son copias de medicamentos de moléculas pequeñas, existen desde hace décadas. La capacidad de fabricar copias exactas de estos fármacos –lo cual incluye medicamentos orales (como pastillas y cápsulas) y tratamientos tópicos (como cremas y ungüentos) – es un proceso difícil, pero en absoluto imposible. La perspectiva de crear biosimilares comercialmente disponibles –es decir, copias genéricas de fármacos biotecnológicos– siempre ha resultado muy desalentadora por varias razones, entre ellas costes de inversión, las trabas que ponen organismos reguladores como la FDA estadounidense y la reticencia de los médicos a dejar de tratar con fármacos bien conocidos.
No obstante, el entorno ha cambiado de manera significativa en los últimos tiempos. Muchas empresas de biotecnología bien capitalizadas –y en algunos casos muy conocidas– han invertido en el equipamiento y el personal necesarios para crear copias de algunos de los mayores medicamentos biotecnológicos del mercado. Las ventas anuales conjuntas de estos fármacos superan ampliamente los 50.000 millones de dólares, afirma TBCAM. Según Evercore-ISI, en la actualidad hay más de 50 biosimilares en diversas fases de desarrollo clínico en EE.UU.
El equipo considera que la Food & Drug Administration (FDA, la agencia del departamento de sanidad estadounidense encargada de la regulación de alimentos y medicamentos) también parece más abierta a autorizarlos, quizá debido a los avances logrados en Europa, donde los biosimilares llevan siendo una alternativa más barata desde hace varios años.
6. Digitalización de la sanidad
La reforma sanitaria está teniendo un efecto secundario a más largo plazo: la digitalización de la sanidad. TBCAM ha identificado tres áreas principales: oportunidades auspiciadas por la inteligencia empresarial, gestión de la salud de la población y análisis predictivo/de macrodatos. Seguimos viendo oportunidades de inversión a largo plazo en el sector, y nos concentramos en tecnologías innovadoras y disruptoras dirigidas a soluciones con rentabilidades de inversión elevadas.
El tema de la salud digital se ve impulsado por varias grandes tendencias, empezando por la reforma sanitaria. En primer lugar, los proveedores sanitarios que se benefician de incentivos públicos están adoptando el mundo digital mediante el programa de estímulo Meaningful Use en EE.UU. Esto ha establecido a la informática sanitaria como plataforma para el cambio, lo cual ha beneficiado a muchos proveedores de sistemas electrónicos de historiales médicos, de sistemas de gestión de clínicas y prácticas y de soluciones de flujo de trabajo. De cara al futuro, el objetivo será optimizar estos sistemas, opina TBCAM.
En segundo lugar está la migración continua de consumidores y médicos al entorno online. Este cambio demográfico está facilitando un sistema sanitario impulsado por el consumidor, cambios en la publicidad, la participación de los consumidores, la salud “conectada” y la salud de la población. El equipo identifica oportunidades en áreas como la telemedicina, los medios sociales orientados a la salud y las empresas de dispositivos ponibles y bienestar.
Tercero, los empresarios y contribuyentes están trasladando costes a consumidores/empleados, lo cual constituye un importante motor para los sistemas sanitarios impulsados por el consumidor. El equipo identifica abundantes oportunidades para empresas capaces de proporcionar herramientas digitales que permitan a los consumidores controlar su consumo sanitario y tomar decisiones con conocimiento de causa.
7. El renacimiento energético americano no ha muerto
En opinión del equipo, el desplome de los precios de las materias primas no supone que el renacimiento de la energía estadounidense haya muerto. Todo lo contrario.
El equipo cree que los precios actuales están por debajo del umbral de rentabilidad de la mayoría de los productores estadounidenses. Aunque esto podría suponer un bache importante para la industria energética, de ningún modo anticipan que cambie el panorama general: EE.UU. sigue siendo uno de los grandes productores petroleros “bisagra”. “Los preceptos básicos de la economía funcionarán en 2016: los precios bajos harán que caiga la oferta y que suba la demanda. Presumiblemente, el mundo necesitará que EE.UU. empiece a aumentar la producción para satisfacer la demanda en 2017”, añade el equipo.
Sus miembros se concentran en compañías con balances sólidos, capaces de superar el bache de 2016 y bien situadas para capturar cuota de mercado en el futuro. “Nos interesan más los modelos de empresa orientados al crecimiento del volumen y no a los precios de las materias primas. Creemos que la infraestructura de gas natural es un área interesante en la que invertir a este respecto, ya que los precios del gas natural estadounidense siguen estando bastante por debajo de los internacionales. Cabe esperar la construcción de una infraestructura considerable para aprovechar el arbitraje de esta diferencia de precios, y aunque el ritmo de construcción será inferior al esperado en un principio, se gastarán miles de millones de dólares”, concluye el equipo.