¿Hasta qué punto puedo fiarme de un robo advisor?
Los gestores automatizados, más conocidos como robo advisors, no son los únicos que están impulsando el cambio en el sector financiero. En general, las empresas fintech y el proceso de digitalización están provocando una auténtica revolución; hasta tal punto que ya se ha extendido como un mantra la expresión de que quien no sepa adaptarse acabará por desaparecer.
Pero hay quienes no están convencidos y alertan de posibles riesgos si no se toman las medidas oportunas. Es el caso de Karim Zouhdi (en la foto), director ejecutivo de EFPA Europa, quien, en el transcurso del III Foro de Asesores Financieros, ha señalado que, por mucha tecnología que utilicen los robo advisors, “si asesoran, tienen que estar sometidos a la misma normativa que los demás. En ningún caso, un sistema de gestores automatizados podrá sustituir la labor de un asesor financiero”.
Zouhdi cree que, antes de que se les dé el beneplácito, “hay que prever las consecuencias que puede tener en muchos aspectos, como el hecho de que los datos bancarios de los clientes circulen por Internet; acabamos de salir de una fuerte crisis de imagen y de confianza en el sector y el cliente español, que tiene escasa cultura financiera, viene de sufrir graves casos de mala praxis; creo que la mayoría recurrirá a un asesoramiento financiero personalizado.
Como era de esperar, Unai Asenjo, fundador y consejero delegado del robo advisor Indexa Capital, mantiene una opinión totalmente opuesta. Sostiene que los gestores automatizados lo que persiguen es ser más eficientes: “cuanto más automatizas, mejores servicios puedes y con menos costes; el asesoramiento personalizado es muy caro y solo resulta rentable con unos pocos clientes. Nosotros hacemos lo mismo que otras gestoras, pero todo aquello que no genera valor añadido se automatiza”.
Una posición más ecléctica es la de Rodrigo García de la Cruz, director del programa directivo de innovación y tecnología financiera de IEB. A su juicio, a veces se nos olvida que “la tecnología es un medio para conseguir un fin” y opina que, en el futuro, encontraremos modelos automatizados híbridos, fuertemente digitalizados y que, a la vez, que ofrezcan la posibilidad de acudir a un asesor; “pero tiene que ser un asesor de verdad, porque, en muchas ocasiones, los asesores dedican mucho tiempo a actividades que perfectamente se pueden automatizar”. Pone de relieve que “son los consumidores quienes están demandando productos y servicios digitales; se habla mucho de los millennials, pero este concepto ha dejado de ser una edad para convertirse en una actitud, porque los mayores se están incorporando rápidamente al mundo digital”
García de la Cruz se muestra convencido de que “el gran reto del sector financiero será integrar el canal tradicional y el digital. La entidad que lo logre será la que se lleve el gato al agua. El problema es que no hay garantías; no hay un libro que explique cómo se hace”.