Gestión activa, diversificación y cautela, claves para Aberdeen SI en 2020
En medio del estancamiento económico mundial y la creciente incertidumbre política en un mundo de bajo rendimiento, los inversores deberían mirar más allá de la comodidad de las clases de activos convencionales y adoptar un enfoque cauto y diversificado para obtener una mejor rentabilidad ajustada por riesgo, según Aberdeen Standard Investments. James McCann, Senior Global Economist de la entidad, destaca los temas clave que están llamados a influir en la economía mundial y en el panorama de la inversión en 2020:
Estancamiento de la economía global, pero no recesión
“La economía de los próximos cinco años estará definida por un estancamiento secular con bajo crecimiento, una débil inflación y bajos tipos de interés. Hacia 2020, las incertidumbres y los riesgos políticos continuarán pesando en la industria, el comercio y la inversión. Hemos rebajado nuestras previsiones de crecimiento del PIB mundial para 2020 y 2021 al 3,1%, muy por debajo de la media posterior a la crisis. Una recesión podría evitarse el año que viene, pero los riesgos han aumentado claramente».
Las políticas ‘dovish’ del Banco Central amortiguan la desaceleración
«La importante relajación monetaria que han llevado a cabo los bancos centrales debería apoyar el crecimiento que se mantiene en niveles bajos, pero positivos. Esperamos que el último recorte de los tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU. en este mini-ciclo se produzca en el primer semestre de 2020, y que el Banco Central Europeo tome medidas adicionales. También esperamos que los bancos centrales de Australia, Canadá, Brasil, China, India y Rusia adopten nuevas medidas en los próximos meses, y que el año que viene se intensifiquen los estímulos fiscales a medida que los políticos vuelvan a examinar sus programas fiscales y de gasto. Estas medidas deberían ayudar a amortiguar cualquier shock en el mercado».
Los riesgos políticos y comerciales atenúan los sentimientos
“Con el problemático proceso del Brexit, los riesgos proteccionistas y las disputas comerciales en todo el mundo, los inversores necesitan ser conscientes del aumento de riesgo geopolítico y de sus consecuencias. La persistente incertidumbre política va pesar en el comercio mundial, la inversión empresarial y los servicios. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China siguen siendo un riesgo clave y no prevemos una solución rápida. Corea y Taiwán son vulnerables al conflicto comercial centrado en el sector de la tecnología, mientras que la disputa entre Japón y Corea desestabilizará aún más la cadena mundial de suministro de tecnología».
Los retornos de los activos tradicionales vuelven a estar bajo amenaza
«Esperamos que la rentabilidad de los activos tradicionales sea mucho menor que en el pasado. Una cantidad significativa de bonos del Estado tiene rentabilidad negativa en estos momentos. La fase tardía del ciclo económico y la falta de capacidad para la expansión de los márgenes corporativos sugieren que la rentabilidad de las acciones estará por debajo de su media a largo plazo. La rotación clásica de renta variable a bonos del Estado y crédito de grado de inversión ya no será apropiada en este ciclo».
Temas estructurales crean oportunidades a largo plazo
“Durante la próxima década, los temas estructurales como el cambio climático y las disrupciones tecnológicas van a dar forma a los mercados. Un motor cada vez más importante de la rentabilidad de las diferentes clases de activo a largo plazo serán los factores medioambientales, sociales y de ESG, incluidos los cambios demográficos, las tendencias ESG y los riesgos medioambientales. A medida que las tecnologías innovadoras como la 5G y la inteligencia artificial crean nuevas oportunidades, el panorama del sector tecnológico puede mejorar mucho a largo plazo desde el bajo nivel actual.”
¿Cómo deberían posicionarse los inversores en este entorno?
- Diversificación mediante activos menos correlacionados. «El entorno actual justifica un enfoque de cautela y diversificación que va más allá de la asignación convencional a bonos y renta variable. Si bien los mercados emergentes y la renta variable japonesa siguen pareciendo atractivos, otros retornos alternativos ajustados por riesgo surgirán en clases de activo menos comunes para los inversores. Por ejemplo, las perspectivas a largo plazo de la deuda soberana en moneda local de los países mediterráneos son inusualmente sólidas, con una previsión de rendimientos cercana al 6%. También estamos sobreponderando los bonos estadounidenses ligados a la inflación y el Yen como herramientas de diversificación cuando la volatilidad aumente».
- Mejores rentabilidades en activos alternativos. «Para los inversores que pueden asumir el riesgo de iliquidez, los activos de mercados privados que no están correlacionados con la volatilidad de las acciones, como el Private Equity, la deuda privada, las infraestructuras y los activos inmobiliarios, ofrecen beneficios de diversificación a las carteras y un potencial de rentabilidad significativamente mayor que el de los mercados públicos. Nos gustan las infraestructuras; ya que la combinación de rentabilidades relativamente altas y flujos de caja no correlacionados a la economía convierten a este activo en un diversificador muy atractivo».
- Invertir en ESG y tecnología. «Las oportunidades a largo plazo se encuentran en ESG, en la transición hacia una energía baja en carbono y en las disrupciones tecnológicas. La lucha contra el cambio climático requiere una transformación masiva en el uso de la energía en los sectores de la energía, la industria, el transporte, el sector inmobiliario y la agricultura. Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París es necesario duplicar la inversión mundial anual en energías renovables a más de 700.000 millones de dólares. Por ello, las consideraciones ESG deben estar en el centro de todas las estrategias de inversión. Además, la innovación de la inteligencia artificial no sólo transformará las prácticas empresariales, sino también las oportunidades de inversión, creando ganadores y perdedores en toda la economía».
Por su parte, Kenneth Akintewe, Jefe de Deuda Soberana Asiática de Aberdeen Standard Investments, comenta: «El enfoque en la rentabilidad en un entorno de tipos bajos a menudo distrae a los inversores de razones aún más convincentes para invertir en deuda de mercados emergentes (EMD por sus siglas en inglés). Los fundamentales de las economías emergentes siguen mejorando, convirtiéndose en motores cada vez más importantes de la economía mundial. La gran diversidad de las economías y mercados emergentes ofrece un potencial sustancial de diversificación. La deuda corporativa asiática y emergente en dólares ha ofrecido una de las mejores características, los mercados de bonos frontera tienden a ser más idiosincráticos y retienen un inmenso valor, mientras que los mercados de divisas locales comprenden mercados únicos y de gran tamaño como China e India y divisas que están infravaloradas por estándares históricos. En un mundo cada vez más interconectado y con bajos tipos de interés, se espera que esta clase de activo desempeñe un papel crucial en la generación de elevadas rentabilidades ajustados por riesgo para los inversores».