Garrett Melson (Natixis): La inflación, un problema mayor que los riesgos geopolíticos en Ucrania y Taiwán
Por Garrett Melson, estratega global de Natixis IM Solutions
Siempre hay una gran cantidad de riesgos de cola en el proverbial muro de la preocupación, especialmente cuando se trata de riesgos geopolíticos. Aunque es útil considerar estos riesgos y sus posibles consecuencias a la hora de posicionar la cartera, los inversores también deben tener en cuenta la probabilidad de que esos escenarios lleguen a materializarse. A tal fin, una lista de esos posibles riesgos de cola podría incluir, sin duda alguna, una invasión china de Taiwán o una escalada significativa de la guerra de Rusia en Ucrania.
Estos sucesos probablemente asestarían un duro golpe a los mercados mundiales y provocarían una huida hacia los activos refugio, incluidos el dólar y los bonos del Tesoro estadounidense, en detrimento de las divisas y los activos de riesgo. Sin embargo, los mercados no sólo se han vuelto relativamente inmunes a la innegable tragedia humana de Ucrania, sino que la probabilidad de una escalada adicional significativa desde la perspectiva del mercado, así como una posible invasión china de Taiwán, son relativamente bajas y no es algo para lo que los inversores deban posicionar en gran medida sus carteras.
Por su parte, las recientes tensiones del sector bancario han sacudido claramente a los inversores, ya que los temores a una reedición de lo sucedido en 2008 se dispararon cuando los titulares de las salidas de depósitos y los problemas de liquidez atravesaron el Atlántico para llegar al sector bancario europeo, donde los inversores desconfían constantemente de las deficiencias estructurales que se ciernen sobre el sector desde hace años. Dicho esto, los últimos acontecimientos han demostrado que las tensiones, tanto en el sistema bancario estadounidense como en el europeo, parecen confirmar que se trataba efectivamente de acontecimientos idiosincrásicos aislados y no de riesgos sistémicos. No obstante, la resolución de la situación de Credit Suisse con el wipeout de la deuda convertible contingente asustó claramente a los inversores en deuda y ha tenido efectos dominó en otras áreas de la clase de activos.
Aunque son riesgos a tener en cuenta, siguen siendo superados por el mayor problema al que se enfrentan las economías mundiales: la inflación. Puede que las tasas de inflación mundiales hayan bajado respecto a sus máximos, pero siguen estando incómodamente por encima de los objetivos de los bancos centrales. Mientras que las instituciones monetarias de los mercados emergentes respondieron rápidamente a las presiones inflacionistas, sus homólogos estadounidenses y europeos siguen muy retrasados en el ciclo de endurecimiento. La Fed parece estar acercándose por fin a su tasa terminal a medida que la inflación se modera y las tensiones del mercado laboral disminuyen, lo que debería contribuir a presionar el dólar a la baja y a seguir apoyando el comercio y el crecimiento mundiales. Dicho esto, la economía estadounidense se ha mostrado notablemente inmune a los efectos del endurecimiento de la política monetaria hasta la fecha, y una mayor resistencia podría provocar un endurecimiento adicional, aumentando la volatilidad de los tipos y deteniendo potencialmente la caída del dólar. En cuanto al BCE, está aún más rezagado en su campaña de endurecimiento y se enfrenta a una inflación subyacente igualmente obstinada, con el riesgo de que un mayor endurecimiento se cierna sobre unas perspectivas de crecimiento, ya de por sí escasas, que podrían lastrar aún más el crecimiento mundial.
Los riesgos son abundantes, pero el principal foco de atención para los inversores mundiales debería seguir siendo la inflación y los bancos centrales.