Ferrán Martínez se incorpora a Gloversia Capital EAF como partner
Ferrán Martínez, empresario del sector tecnológico y ex jugador profesional de baloncesto del FC Barcelona, Joventut y Panathinaikos, 156 veces internacional con la Selección Española y Olímpico, se incorpora a Gloversia Capital EAF como partner.
Experiencia en grandes entidades
Ferran, tras su etapa deportiva, ha liderado unidades de negocio destinadas al asesoramiento y gestión de altos patrimonios de deportistas de elite y del mundo del “entertainment” en los grupos financieros UBS, Banco Sabadell, Mirabaud y Andbank, además de emprender y especializarse en la creación de startups tecnológicas y fondos de capital riesgo.
Nueva división, Gloversia MST (Media, Sports & Tech)
La unidad está dirigida a un segmento tan “especial” como los deportistas, artistas, influencers, gamers, youtubers, streamers, etcétera, que tienen en común grandes ingresos en periodos mu cortos o irregulares.
José Luis Cárpatos y Julio Salinas
Permitirá, así mismo, reforzar el equipo multidisciplinar de Gloversia, que cuenta con décadas de experiencia, nacional e internacional en asesoramiento patrimonial y legal, banca de empresa, corporate finance, inversiones inmobiliarias, inversiones en startups y consultoría, en entidades públicas y privadas de primer nivel. Gloversia tiene entre sus filas a José Luis Cárpatos, veterano divulgador financiero, que ejerce como director de inversiones, asesor y consejero de las 2 SICAVs de la casa. Así como también al ex futbolista Julio Salinas.
Ferran Martinez: “Los deportistas de elite tenemos dos vidas: la de jugador, con un gran reconocimiento social y grandes ingresos en un corto periodo de tiempo, y la que comienza a los 35 años, en la que vuelves al mundo real” Deportistas, artistas youtubers y gamers (e-sports) son los grandes iconos sociales de nuestros tiempos. Lebron James, Leo Messi, Rafa Nadal, Marc Marquez, Kylie Jenner, Shakira, Taylor Swift, El Rubius o Grefg, entre otros, representan aquello que a muchos les gustaría ser. Son personajes que sobrepasan su valor como deportistas o artistas y entran en el campo de los mitos modernos. Son jóvenes, famosos, ricos, pero, sobre todo, son referentes sociales.
Cada vez más, los deportistas y artistas de este nivel ya no sólo se dedican a competir o actuar, sino que se asocian a unos valores afines al de las marcas que los patrocinan, entrando en el mundo de la empresa y la economía con una fuerza tan grande que por sí solos pueden ser capaces de cambiar la tendencia de unas acciones o levantar a compañías que pierden cuota de mercado. Lebron James, por ejemplo, es un gran inversor de empresas tecnológicas y Magic Jonhson, al que conocí hace unos años, es propietario de un conglomerado de empresas que facturan más de un billion $ cada año.
Ya no sólo son deportistas, sino que son “marcas”, y sus ingresos no proceden exclusivamente de su actividad deportiva, sino que la explotación de su imagen genera grandes beneficios. Yo he tenido la suerte de competir como baloncestista con los mejores jugadores del mundo en los juegos olímpicos y mundiales, y, también, he ganado todos los títulos posibles en Europa, tanto en España como en Grecia. He vivido intensamente grandes experiencias internacionales y he conocido países, culturas y personas muy interesantes. Pero mientras competía en el F.C. Barcelona, en el Joventut, en el Panathinaikos o en la selección española, no perdía de vista que el deportista profesional tiene una vida muy especial, con grandes renuncias y sacrificios cuando eres joven, sin vacaciones ni navidades, y además muy corta, ya que a partir de los 34 años aparece el fantasma de la “jubilación”, si es que has tenido suerte.
Yo siempre digo que los deportistas de elite tenemos la fortuna de tener dos vidas: la de jugador, en la que todo el mundo te halaga, te invitan a comer en los restaurantes, te piden autógrafos y, encima, tienes unos buenos ingresos, aunque en un periodo muy corto de tu vida; y otra, que comienza a los 35 años, en la que vuelves al mundo real, que puede ser igual de apasionante que tu anterior vida. De alguna manera, sales de una burbuja en la que has estado metido, aunque con la suerte de conocer a grandes personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad, que si sabes cultivar y cuidar, te aportarán mucho como persona. Todo gran deportista, para llegar al éxito personal y colectivo, debe ser optimista, que es lo que te hace superar todas las adversidades, aunque no todos son conscientes de que una buena planificación de sus ingresos cuando juegan será la clave de su tranquilidad cuando se retiren.
Lo mismo ocurre con los artistas, con ingresos muy irregulares debido a que dependen de si actúan, lanzan un disco o hacen películas o series, por ejemplo. Ejemplos de deportistas arruinados a los pocos años de haberse retirado hay muchos. De hecho, varios estudios que analizan esta realidad, reflejan que casi un 60% de los jugadores de la NFL o la NBA tienen dificultades económicas tras cinco años de la retirada. Conozco un caso, por ejemplo, de un chico de 20 años, que, con un futuro muy prometedor, firmó un gran contrato con un club de fútbol y lo primero que hizo fue comprarse un gran coche deportivo, relojes de lujo, y una casa impresionante fuera de su entorno habitual. Cuando le pregunté cuando comenzaría a ahorrar, me contestó qué a partir del siguiente contrato, sin tener en cuenta que una lesión o no cumplir las expectativas podía provocar una caída más rápida aún que su ascensión, como así ocurrió. Esto pasa porque disfrutas de una política de “grifos abiertos”, con todas sus necesidades cubiertas, en la que tanto quieres, tanto tienes. Además, al ser personas públicas, se les acerca todo tipo de personas que les ofrecen grandes negocios en los que el deportista o artista pone el dinero y el otro la idea, y los engañan.
El entorno del deportista es clave en su éxito profesional y sería muy bueno que, en la medida de lo posible, no dejaran de formarse y estudiar. En mi caso, con 16 años decidí que, aparte de mis representantes, debía tener asesoramiento fiscal y financiero. Creé un pequeño equipo a mi alrededor que cuidara de mis intereses, aunque no dejé de estudiar y de participar en todas las negociaciones con los presidentes de los clubes donde estaba, además de controlar mis inversiones directamente. Tenía muy claro que, pese a estar en el primer equipo del F.C. Barcelona con 16 años, y en la selección española con 17, debía estar centrado con los “pies en el suelo”. Me impuse una planificación financiera en la que sólo gastaba el 30% de mis ingresos, aproximadamente, y el resto lo dedicaba al ahorro y la inversión.
Al acabar mi carrera a los 34 años, por culpa de una grave lesión de rodilla, decidí aumentar mi formación en temas tecnológicos (programación y arquitectura de computadoras, algo que ya estudiaba mientras competía), y formación financiera más especializada, además de cursar un MBA. Dirigí unidades de negocio en los bancos UBS, Banco Sabadell, Mirabaud & Cie y Andbank. Me especialicé en emprendimiento y creación de startups tecnológicas, e inversiones alternativas y capital riesgo. También en compañías FinTech”, computación cuántica, e- comerce, empresas de internet o de big data.