El Santander traspasará 200 sucursales del Popular a agentes financieros
Por Miguel Ángel Valero
El Banco Santander heredó del Banco Popular, adjudicado por un euro tras su resolución por el Banco Central Europeo, 1.566 sucursales. En la tercera reunión con los sindicatos para negociar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), el grupo ha anunciado que cerrará 1.150 oficinas, todas procedentes del Popular: 929 son de la red universal, y 21 son de Popular Banca Privada (de las que solo se salva la de Madrid, “por criterios comerciales e institucionales”).
La sorpresa viene por las 200 sucursales que faltan. Saldrán del banco, pero no serán cerradas, sino traspasadas a agentes financieros. De esta forma, replica la estrategia de otras entidades financieras, que han amortiguado el cierre de oficinas cediéndolas a agentes financieros, en muchos casos, antiguos empleados o trabajadores procedentes de la reconversión del sistema financiero.
Con esta medida, Santander España suaviza de alguna manera el cierre del 26% de su actual red de sucursales. Y también amortigua el impacto en la plantilla: ha planteado una reducción del 11%, lo que supone 3.173 empleados afectados, con repercusión principal en la red comercial (2.847 trabajadores menos) y a sus estructuras intermedias de apoyo (588 empleos), pero también a los servicios centrales (278).
Además de mantener clientes y negocio sin menoscabo de la reducción de costes y de la ganancia de eficiencia (en la justificación del ERE admite que el Popular ha deteriorado 20 puntos sus ratios de gastos sobre ingresos), el Santander trata de desmontar uno de los argumentos de los sindicatos para tratar de frenar la sangría de sucursales (y su correspondiente impacto en la plantilla).
Y es que el sindicato CCOO señala que esos cierres de sucursales incrementan el riesgo de exclusión financiera de la España vaciada, a la que la digitalización no sirve como alternativa a la desaparición de entidades financieras.
El Santander admite que se queda sin 200 sucursales en zonas rurales, que son las menos rentables, pero rechaza que haya exclusión financiera, porque esos clientes seguirán siendo atendidos, pero ahora por agentes financieros.
Un modelo en auge
En Santander España explican que no se trata de una medida oportunista, y recuerdan que en El Asesor Financiero del 23 de mayo de 2018 ya pronosticaban ”un desarrollo de la figura del agente financiero, ya que aporta presencia en aquellas plazas en las que las oficinas tradicionales no son rentables”. Y que esa figura es ”una oportunidad para quienes con experiencia en el sector quieran seguir desarrollándose en él”.
Santander España entrega a sus agentes financieros smartphones de última generación, tablets para firmar las operaciones, equipos con acceso a Internet, escáneres y otros artilugios tecnológicos para fomentar la digitalización en la relación con sus clientes. También pone a su disposición un portal web específico, centros operativos y servicio telefónico, dirección de correo exclusivo, apoyo directo de un Director de Zona, formación contina, señalética, asesoramiento comercial y operativo, material publicitario, y un sistema completo de seguridad. Más ”una atractiva remuneración, totalmente transparente”, con consulta de liquidaciones en el portal web.
Con unos 666 agentes financieros, el Santander mantiene presencia en las zonas rurales a un coste mucho más reducido que una sucursal convencional, garantizándose un conocimiento de los clientes (generalmente, los profesionales elegidos son residentes en el municipio en el que prestan sus servicios).