El patrimonio de las EPSV cayó un 3,3% en 2018, con un aumento del 1,9% en las aportaciones
La Federación de EPSV del País Vasco ha dado a conocer los resultados en el pasado ejercicio, en el que las prestaciones satisfechas superaron los 880 millones de euros, lo cual viene a significar que estas entidades han abonado a sus personas socias y beneficiarias más de 4.450 millones de euros en los últimos 5 ejercicios, reafirmando una vez más la labor de protección social que desempeñan estas entidades en Euskadi. Por su parte, las cuotas o aportaciones anuales superan los 795 millones de euros con un incremento medio del 1,96%, superando en 15 millones de euros a las realizadas en el ejercicio pasado.
Por su parte, el patrimonio de las Entidades de Previsión Social Voluntaria del País Vasco, por segunda vez en su historia y después de 9 años consecutivos de subidas, baja un 3,31% como consecuencia del cambio de tendencia en los resultados de las carteras de las EPSV, si bien su importe supera los 24.000 millones de euros. Este patrimonio representa más del 31,35% del PIB de Euskadi, porcentaje muy superior a los sistemas del Estado (9,5%) y algo inferior a la media UE – 13 (36,50%), si bien, como siempre remarcamos, todavía muy alejado de los países más desarrollados en este ámbito, que alcanzan ratios del 46% al 184% del PIB, así como de la media OCDE que es del 56,10%.
Por sistemas, el patrimonio de las entidades de la modalidad de empleo superaba al de las entidades individuales, si bien ambos están por encima de los 11.200 millones de euros.
En cuanto al número de socios, medido por el número de cuentas o posiciones, ya que es muy difícil determinar cuántos están duplicados o son socios en suspenso de aportaciones, se mantiene más o menos igual (+1,18%), superando, como viene siendo habitual, el millón cien mil. El porcentaje de socios respecto a la población activa ocupada, si tomamos en cuenta el dato del sistema de empleo, sería prácticamente la mitad (50,75%).
Asimismo, la Federación comenta que el ejercicio 2018 no ha sido positivo en cuanto a rendimientos. Sin embargo, es preciso recordar que las rentabilidades dependen mucho de la política de inversión de cada plan de previsión y que la rentabilidad anual es sólo una foto instantánea, mientras que lo importante es el resultado a largo plazo, que tiene mucho que ver con el perfil de inversión que mejor corresponde a cada situación y edad.
Respecto al 2019, la Federación espera volver a la senda positiva en cuanto a los parámetros más significativos.