El canal de agente financiero, una oportunidad eficiente ante la caída de márgenes en el sector
Por Rafael Sierra
Mientras las redes de sucursales se han desplomado a lo largo de la crisis, dejando en las calles de España un rosario de locales cerrados, generalmente en las mejores zonas de los barrios, el canal de agentes financieros ha resistido prácticamente intacto lo más duro de la recesión financiera.
¿Por qué? Está claro que los agentes aportan una eficiencia indudable a la operativa, gracias a su competencia y a la meritocracia que impera entre estos profesionales.
La clásica oficina bancaria ha demostrado ser un canal caro, lastrado por el enorme precio de los locales adquiridos o alquilados en la fuerte expansión de sucursales previa a la crisis de 2008, y por un Convenio Colectivo, muy generoso con las condiciones de los empleados y que, además, no permitía abrir las oficinas al público por las tardes.
Al impacto de la crisis en el modelo de sucursal, también se ha unido el progresivo avance de los medios digitales como fórmula para gestionar las finanzas personales y de las empresas, que deja a muchas oficinas sin su tradicional actividad burocrática.
Los agentes financieros, por su parte, han resaltado su presencia en el mercado, gracias a una operativa en la que los mejores son los más recompensados por las entidades y donde la eficiencia de costes en cuanto a gastos materiales es evidente.
Otra ventaja que tendrán los agentes es que MiFID II les da un trato preferente en cuanto a requerimientos para operar, frente a las enormes exigencias para los asesores independientes.
Además, el canal agencial destaca por un trato excelente y personal a los clientes, algo muy demandado especialmente a la hora de buscar asesoramiento de inversiones o patrimonial, o la preparación para la jubilación.
El agentes es, además, el medio ideal para aumentar la capilaridad de una red financiera por todo el territorio, con especial énfasis en su adaptación a las pequeñas poblaciones, donde las sucursales son claramente inviables.
Por todo ello, lo más probable es que en los próximos años veamos como aumenta el número de agentes financieros y como las entidades muestran cada vez más interés por este canal, y todavía más en un entorno regulatorio y de mercado que reduce progresivamente los márgenes del sector.