El Banco de España ve en el agente financiero la mejor herramienta contra la exclusión financiera de zonas rurales
El Banco de España constata en su Informe Anual correspondiente a 2020 un “incremento sustancial” del porcentaje de municipios rurales que no dispone de oficina bancaria, pues ha pasado del 48% en 2008 al 59% en 2020. Ya son tres de cada cinco municipios rurales españoles los que no tienen una sucursal bancaria. En total, más de 4.300 municipios se encuentran en esta situación.
Las cifras empeoran para los municipios rurales con riesgo de despoblación: el 78,7% de ellos no cuenta con una sucursal bancaria, frente al 42,06% de los municipios rurales que no presentan este riesgo.
La red de sucursales de la banca en España se ha reducido en más de la mitad desde 2008. Ese año, en el que el desplome del mercado de hipotecas subprime en EEUU se transformó en una crisis financiera internacional, en España había 45.662 oficinas bancarias, frente a las 22.299 que permanecían abiertas a finales de 2020.
El Banco de España explica en su último informe anual que el cierre de oficinas en entornos rurales “puede justificarse por la búsqueda de la rentabilidad y la caída de la demanda”, pero advierte que está afectando a la población residente en esas zonas, sobre todo en relación con el acceso al efectivo, ya que la ausencia de sucursal y de cajero automático no puede cubrirse a través de la banca online.
El análisis del Banco de España pone el foco en que los municipios rurales presentan un peor acceso a servicios locales que los urbanos, debiendo recorrer una media de unos 22,59 kilómetros para acceder a prestaciones como una escuela de educación primaria, un ambulatorio o un polideportivo, frente a los 2,15 kilómetros que debe recorrer el ciudadano medio de un núcleo urbano.
En este escenario, el Banco de España reconoce que los bancos han adoptado una serie de “medidas compensatorias”, como son las oficinas móviles (las conocidas como ‘ofibuses’), la posibilidad de retirada de efectivo en supermercados y otros establecimientos comerciales, o los acuerdos entre bancos con Correos para transformar las oficinas postales en ‘cuasisucursales’.
Sobre todo, el Banco de España destaca la figura de los agentes financieros, que atienden a los clientes en los municipios en los que no hay sucursal, y que además de garantizar el acceso a unos servicios bancarios básicos, como el efectivo, el cobro de la nómina o de la pensión, y la domiciliación de recibos, proporcionan asesoramiento en cuestiones de ahorro y de inversión, entre otras.