La tecnología, alternativa para ahorrar costes al asesor financiero
“El entorno digital favorece que se puedan incorporar herramientas que hagan más eficiente el trabajo de los asesores, pero siempre bajo la óptica de que, en los momentos más críticos de una relación entre inversor y entidad o proveedor de producto, hay que gestionar una situación emocional, en donde la empatía y el factor humano desempeñan un rol clave”. Así desgrana Santiago Satrústegui, presidente de EFPA España, el papel que deben tener las nuevas tecnologías en el trabajo del profesional del asesoramiento financiero, algo que complementa esta entidad en un reciente documento de trabajo afirmando que, en general, “las herramientas digitales permiten a un asesor reducir costes, acortar tiempos de tiempo y gestionar mejor algunas actividades, lo que redunda finalmente en un mejor servicio al cliente”.
Desde hace años, el sector bancario ha apostado con fuerza por la introducción de apps y el uso de otras aplicaciones que la irrupción de la pandemia contribuyó decisivamente a hacer que aumentara su penetración en cualquier franja de edad de los usuarios. Sin embargo, en ciertos ámbitos del asesoramiento, en especial, en el que se hace a los grandes capitales, como es el caso de la banca privada, parece que se era más reticente a su introducción. Algo que está cambiando con gran rapidez. Según afirma Salvador Martín, responsable de desarrollo internacional y corporativo en Inversis, en un estudio sobre banca privada, “lo más valorado hoy por los clientes son los servicios a través de canales digitales, mientras que la relación personal con su asesor aparece en la cuarta posición. Parece evidente que los clientes buscan cosas distintas de las que les ofrecen en la actualidad muchas de las entidades”.
En qué puede ayudar la tecnología a los asesores financieros
Gran parte del éxito en el trabajo de los asesores financieros se ha basado en la confianza que establecen con sus clientes, algo en lo que la comunicación tiene sin lugar a dudas mucho que decir. El uso de las herramientas digitales, aunque fomentan las relaciones a distancia, también sirven para poder ofrecer un servicio mucho más personalizado y constante que el que se puede hacer mediante encuentros presenciales. Entre sus principales beneficios desde el punto de vista del asesor financiero cabe destacar:
- La posibilidad de brindar un mayor soporte emocional y profesional en cualquier momento, pero, en especial, en los momentos de turbulencias en los mercados, en los que la necesidad de respuestas por parte de los ahorradores suele ser mayor.
- Poder trasladar cualquier cambio vital y financiero que le ocurra al cliente en la composición de su cartera de manera más rápida y eficiente.
- Brindar un servicio multicanal (que combine el uso de herramientas telemáticas con los encuentros presenciales), de un modo flexible y adaptado a las agendas tanto del asesor como del inversor.
- Remitir documentos y compartir noticias y análisis que resulten relevantes de manera instantánea, lo que aumenta el valor añadido del profesional hacia sus clientes.
- Agilizar la toma de decisiones logrando minimizar cualquier posible actitud emocional sobre una inversión que no se tome con la cabeza fría.
Ámbitos de aplicación de las herramientas digitales
El asesor financiero está obligado a ejercer ese rol de prescriptor de soluciones digitales con sus clientes tanto para mejorar su desempeño con ello como, de manera interna, para conseguir ser más eficiente y productivo en la gestión de sus actividades. En ocasiones, la labor de este profesional está saturada de acciones burocráticas o administrativas que apenas le suman valor y que, si es capaz de delegarlas en las nuevas tecnologías, le permitirá liberar lo suficiente su agenda para concentrarse y dedicar aún más tiempo a ‘cuidar’ a sus clientes. Estos son algunos ejemplos de cómo las herramientas virtuales mejoran el desempeño de un asesor.
- Reporting y elaboración de carteras. Existen a día de hoy soluciones que permiten obtener una visión integral de la asesoría y de la gestión financiera, aportando información sobre la calidad de ciertas inversiones, ajustando los resultados que se obtienen en virtud de los objetivos marcados o estableciendo benchmarks en base a la comparación entre productos y estilos de inversión. Plataformas como Openfinance son un buen ejemplo de ello, de modo que tanto asesor como cliente puedan seguir la evolución de una cesta de inversión en tiempo real y compartiendo conocimiento.
- Seguimiento de los mercados. Quizá sea Bloomberg el paradigma de este servicio, ofreciendo a través de un app la posibilidad de seguir la evolución de casi cualquier fondo de inversión del planeta, incluyendo datos clave como sus rentabilidades históricas, las composiciones de las carteras o la comparación con sus índices de referencia. Además en versiones avanzadas como Bloomberg Professional es posible incluso realizar operaciones de compraventa de activos en su plataforma electrónica.
- Webinars y masterclass. Las redes sociales no tienen un fin meramente de ocio sino que ofrecen importantes ventajas desde el punto de vista profesional. Linkedin, por ejemplo, posibilita que un asesor pueda organizar y gestionar una masterclass sobre algún tema financiero de relevancia, a la que puedan asistir desde clientes a otros perfiles de usuarios. Además, las redes sociales favorecen la entrada en contacto de diferentes perfiles de stakeholders de la industria financiera, mejorando el posicionamiento del asesor. A través de ellas también es posible organizar webinars o, si se prefiere, utilizar otro tipos de soluciones como es el de caso de Google Talks.
- Asesoría y gestión financiera. Los customers relation management (CRM) son un tipo de software que posibilitan poder concentrar todas las comunicaciones con los usuarios y con los clientes en una única plataforma. Un asesor puede beneficiarse de su uso gracias a que facilita que se pueda realizar un seguimiento individualizado de cada usuario, así como de todas las gestiones que realiza con ellos. De este modo, evitará que se le pierda o se le olvide alguna información, logrando mejorar su relación y aportándoles un mayor valor.