El asesor financiero, clave para una educación sobre el ahorro que asegure la sostenibilidad de las pensiones
Durante un seminario sobre planificación a la jubilación, organizado por Julio Fernández García, y que ha contado con expertos de la industria financiara, ha quedado patente que es urgente educar a los españoles sobre la necesidad de ahorrar en el largo plazo para garantizarse una vejez sin sobresaltos económicos, dado el riesgo cada vez mayor de que el Sistema Público de Pensiones deba reformarse estructuralmente en los próximos años para asegurar su supervivencia. El cambio en la pirámide demográfica, la falta de proactividad política y los efectos de la longevidad son, a juicio de los especialistas, algunas de las causas principales de este fenómeno, que, en algunos países del entorno europeo ya se ha traducido en la obligatoriedad de suscribir planes de pensiones por parte de los trabajadores, en colaboración con las empresas.
“En España tenemos un sistema que todavía hoy soporta las pensiones pero que genera riesgos crecientes en términos de sostenibilidad”, ha señalado Ángel Martínez, presidente de Inverco. A lo largo de su exposición ha dejado patente que ya organismos supranacionales están advirtiendo a España sobre la “situación de emergencia” que vive en la actualidad por haber paralizado la reforma de 2013 y, con ello, haber demorado la entrada en vigor del factor de sostenibilidad para corregir la caída en el peso de los cotizantes a la Seguridad Social. “En esta coyuntura, sólo quedan tres opciones para garantizar la viabilidad del sistema: aumentar la presión fiscal, hacer crecer la deuda o concretar la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones”, ha señalado.
En su opinión, nuestro país debe fijarse en las experiencias positivas que ya hay en Europa en este segmento, como, por ejemplo, el caso de Reino Unido, donde se ha establecido por ley un mecanismo semi obligatorio para el trabajador en relación a los planes de empresa. Las compañías están sujetas a afiliar por defecto a sus empleados a estos productos financieros, pero ellos, a su vez, tienen la facultad de poder darse de baja. Los datos demuestran que sólo un 9% ha decidido salirse, cosechando un incremento de las aportaciones al ahorro de cerca de 20.000 millones de libras. “En naciones como Holanda o Suecia, ni siquiera se da la potestad al trabajador de abandonarlos, pero, para ello, se consiguió un gran pacto de Estado después de varios años de negociaciones entre los agentes sociales”, ha asegurado Martínez.
Reformas estructurales y un marco fiscal favorable
Sergio Míguez, chief economist en EFPA Spain, ha subrayado que es necesario abordar la reforma de las pensiones “con realismo y sin demagogia”. Según su criterio, “el actual sistema de reparto está basado en unos parámetros de hace treinta años, que la demografía y la esperanza de vida se han ocupado de dejar obsoleto”. En datos de la OCDE recogidos durante su intervención, los planes de pensión privados apenas suponen un diez por ciento en nuestro país, “lo que refleja la necesidad de implementar programas de educación financiera entre la sociedad para significar la importancia del ahorro a largo plazo, un rol donde el asesor puede jugar un papel clave”. Míguez ha subrayado las reformas que se han de implementar en los próximos años para asegurar su sostenibilidad: “Establecer un nuevo sistema de reparto entre lo público y lo privado, fortalecer el sistema de contribución complementario y poder meter dentro de las deducciones fiscales otros productos de ahorro además de los planes de pensiones”.
Incidiendo en la necesidad de que se prepare a la población española en relación a la longevidad, el profesor de finanzas Javier Santacruz ha presentado sus conclusiones sobre el estudio de nuestro sistema de pensiones. “Vivir más tendrá un gran impacto en el consumo, el ahorro, la inversión y la gestión de carteras. Cuanto antes lo entendamos, antes se podrán acometer reformas para incitar una cultura financiera entre la clase trabajadora”, ha afirmado. Según su opinión, la renta disponible de la población activa se ha desplomado en la última década mientras la de los jubilados ha subido considerablemente. Esta tendencia, para Santacruz, sólo puede frenarse “a través de una mayor concienciación de los españoles respecto a su futuro y desarrollando un marco fiscal que incentive el ahorro, evitando modificaciones cortoplacistas que dañan cualquier iniciativa sobre planificación financiera”.
En esta línea, Ángel de la Fuente, director de Fedea, ha alertado sobre la desaceleración de la productividad en los últimos años como un elemento que “ha contribuido decisivamente al progresivo deterioro de las cuentas del Sistema Público de Pensiones”. En un tono algo más pesimista, ha subrayado la “incertidumbre que hay con respecto al futuro”, en donde, según su criterio, es preciso mantener la reforma llevada a cabo en 2013 “si no se quiere poder entrar en dificultades para asegurar la sostenibilidad”. La próxima jubilación de la generación baby boom (los nacidos a comienzos de los años sesenta) significará “el momento definitivo, ya que se incrementará tanto el gasto en pensiones que será complicado mantenerlas si no se toca la deuda y el déficit”. De la Fuente, aun así, cree que “hay tiempo para mejorar”, y que la única solución que prevé “es lograr un gran acuerdo para la transición hacia un sistema sostenible”.