El agotamiento del modelo tradicional despierta el interés de la banca por la figura del agente financiero
El agente financiero ha pasado de ser el patito feo a convertirse en el cisne del sector bancario. Así lo cree Joaquín Maldonado, responsable de la zona centro y de la Comunidad Valenciana de Banco Mediolanum, quien asegura que, “hoy por hoy, los agentes financieros son la figura del futuro, porque el modelo tradicional de banca está agotado”. Y basa las razones de dicho agotamiento en cuatro sólidos argumentos:
- El negocio basado en grandes redes de oficinas ya no funciona. Desde 2008, se han cerrado más del 40% de las sucursales que había en España. “Y lo mismo ha ocurrido con el número de empleados”, añade Maldonado. Una tendencia que, a su juicio, va a continuar, por el contexto de bajos tipos de interés y porque la media de oficinas en nuestro país era muy superior a la europea.
- El descrédito que ha cosechado el sector por prácticas de comercialización indiscriminadas, que no tuvieron en cuenta los intereses del cliente.
- La complejidad de gestionar el negocio bancario en el actual entorno de tipos bajos.
- El cambio en los hábitos y exigencias de los clientes, “que cada vez quieres saber más y recibir atención más personalizada. Todavía hoy, los inversores no perciben un alineamiento entre sus intereses y los de la entidad”.
Desde 2008, ha cerrado más del 40% de las sucursales bancarias de España
Así de contundente se ha expresado Maldonado en el transcurso del 7º Foro Anual de Agentes Financieros organizado por IKN y del que elAsesorFinanciero.com es media partner. Andrés Recuero, director de la Red de Agentes de Andbank, coincide con Maldonado en que el número de agentes financieros crecerá en los próximos años, tanto por la citada reducción de oficinas como por la previsible concentración bancaria que se avecina, lo que “hará que muchos profesionales tengan que continuar su actividad por cuenta propia”. Además, señala que “cada vez son más los banqueros privados que ven la necesidad de convertirse en empresarios para poder ejercer su profesión con mayor independencia”.
Para Recuero, esta evolución “a quien beneficia realmente es al consumidor, porque un agente financiero vive de su cliente y se preocupa más por sus intereses”. Maldonado, por su parte, puntualiza que un agente financiero, liberado de objetivos y de campañas de producto, puede realizar su labor como un verdadero asesor. Es tal su confianza en la figura del agente que se muestra convencido de que, “tras la entrada en vigor de MiFID II, los 5.000 agentes que hay ahora registrados en la CNMV pueden doblarse o triplicarse en los próximos años”.
Ambos creen que los agentes financieros han de elegir con cuidado la entidad con la que quieren trabajar. Recuero les recomienda que elijan una que esté especializada en trabajar con agentes financieros, “que pueda darles el servicio y la tecnología que necesitan”. En la misma línea, Maldonado señala que el agente financiero debe ser el primer cliente de la entidad y quien asuma el protagonismo absoluto en la relación con el cliente; también pone de relieve la importancia de contar con una entidad que apueste por su formación continua, más allá de los requisitos legales.