EFPA pide a los reguladores nacionales a que armonicen requisitos de asesoramiento financiero antes de que llegue la MiFID II

Actualmente, existe una gran disparidad de requisitos para el asesoramiento financiero en Europa, por eso EFPA pide a los estados miembros que no esperen a la MiFID II en enero de 2017 y armonicen las exigencias en toda la UE, mejorando mejoren la calidad del mismo.
En rueda de prensa en Bruselas, el presidente de EFPA Europa, Josep Soler, destacó que: «MiFID II representa una gran oportunidad para recuperar la confianza de los clientes en la banca y los mercados financieros. Como entidad que establece los estándares y normas profesionales para los asesores y planificadores financieros, EFPA está desempeñando un papel activo en este sentido. Queremos dialogar con las autoridades nacionales para garantizar que MiFID II se interprete y aplique de forma consistente en toda Europa, para beneficio de los asesores y planificadores financieros y de sus clientes».
EFPA Europa presentó en Bruselas el estudio The Voice of the Market, basado en una serie de conversaciones con los principales protagonistas y responsables financieros, para evaluar de qué forma los recientes cambios regulatorios y de mercado conformarán la forma de ejercer la asesoría financiera a clientes particulares en Europa. En la presentación participaron Markus Ferber, vicepresidente de la CE de asuntos económicos y monetarios del Parlamento Europeo y ponente de MiFID II; Wim Mijs, director ejecutivo de la Federación Bancaria Europea (EBF); y David Wright, secretario general de IOSCO (Federación Internacional de las Comisiones de Valores).
Los ponentes coincidieron en señalar que debe exigirse a ESMA y a las autoridades nacionales unos estándares profesionales elevados y exigentes en conocimientos, competencias y código de conducta, en base a certificaciones reconocidas, tanto para aquellos que asesoran, como para los que informan sobre productos financieros. Todo ello con la finalidad de dar una respuesta adecuada a las exigencias crecientes de los clientes y para restituir la confianza de los mismos en la industria financiera.
Ferber afirmó que: “No se trata sólo de tener un nivel de preparación común mínimo, sino que debe garantizarse que los asesores financieros tengan un nivel formativo elevado que les proporcione independencia de criterio. Y todo bajo el paraguas de una acreditación profesional reconocida”. Todo esto tiene mayor sentido en un entorno actual de tipos bajos, donde “los inversores comienzan a tomar mayores riesgos en sus inversiones”, concluyó Ferber.
Estas peticiones se enmarcan en el proceso de reelaboración definitiva de las directrices de ESMA sobre el alcance de las exigencias a los asesores financieros en materia de conocimientos y de competencias, los cuales se harán públicos a finales del año. Para EFPA, “resulta fundamental que ESMA defina claramente el rol del asesor, distinga entre las tareas llevadas a cabo por un comercial y un asesor y que incluya ciertos requerimientos en torno al conocimiento y competencias de estos dos tipos de profesionales financieros”.
EFPA Europa y ESMA coinciden en que hay que diferenciar claramente entre asesores y comerciales: A los primeros se les debe exigir experiencia profesional de 5 años consecutivos en la fecha de aplicación de estas directrices para desempeñar sus funciones, periodo que descendería a 3 años para los meros comerciales. También son partidarios de que la intensidad de conocimientos y cualificación de los asesores debe ser más alta que la de los meros proveedores de información, por su mayor responsabilidad en la protección del cliente.