DNCA considera que el miedo a la recesión se ha exagerado
François Collet, vicedirector de Inversiones y gestor de carteras de renta fija en DNCA (Natixis IM), opina que «los miedos a la recesión se han exagerado para 2023. La recesión global es ahora improbable, la demanda será apoyada por un mercado laboral sólido, por los aumentos de sueldos y por el estímulo fiscal».
«La reapertura de la economía de China será un apoyo adicional para la economía global. Por tanto, la inflación ya ha alcanzado su máximo, lo cual son buenas noticias, pero, no obstante, pensamos que la disminución de la inflación será incompleta debido a un cambio respecto a la percepción sobre la inflación,y a unos mercados laborales que siguen siendo muy fuertes».
«Eso nos lleva a nuestra política monetaria, que tal vez haya sido la principal explicación para la agitación producida en los mercados financieros para 2022. Creemos que este reajuste en la política monetaria, desde una política expansiva, hacia una política más restrictiva, ha quedado atrás ya, y, por consiguiente, somos mucho más optimistas».
«Tendemos a favorecer los bonos ligados a la inflación y la renta variable, ya que son activos reales. En cuanto a la renta variable, nos decantamos por la renta variable europea, donde ya está puesto en precio el peor de los escenarios. Eso sí, si miramos hacia los retornos a largo plazo, creemos que es poco probable ver de nuevo los rendimientos a doble dígito de la década pasada».
Por su parte, Don Fitzgerald, portfoilo manager en DNCA, afirma que “Europa parece haber capeado la crisis energética mejor de lo que muchos temían. La ralentización industrial continúa, pero es menos grave de lo previsto, y en lo que respecta a los consumidores, las ayudas públicas han demostrado su eficacia. El riesgo político se está moderando tras las turbulencias de 2022. Reino Unido parece ganar en estabilidad e Italia mantiene un enfoque constructivo hacia la UE. China se está reabriendo con el fin de su estrategia de «covid cero», lo que podría compensar la ralentización estadounidense del crecimiento mundial. Con la caída de la inflación, las cosas deberían normalizarse y algunos de los perdedores de 2022, como las smid caps europeas, podrían recuperarse significativamente».
«En nuestra opinión, los motores del rendimiento a largo plazo de las empresas de pequeña y mediana capitalización permanecen intactos. Estas empresas son más ágiles y tienen una cultura empresarial más emprendedora. Por lo tanto, tienden a tener un mejor perfil de crecimiento. Además, sus directivos suelen ser también accionistas importantes, lo que contribuye a garantizar una mejor alineación de intereses entre accionistas y la dirección de las empresas. Los accionistas de empresas de pequeña y mediana capitalización también suelen beneficiarse de una prima de adquisición cuando una acción se retira del mercado en caso de oferta, algo que es más frecuente en las empresas de menor tamaño. Esta clase de activos también suelen tener un menor seguimiento por parte de los analistas financieros y, por lo tanto, tienden a tener mayores ineficiencias de mercado, una fuente de rendimiento para la gestión activa. En nuestra opinión, ninguno de estos factores se pone en tela de juicio».
«Actualmente en su nivel más bajo en 15 años, el PER de las empresas europeas de pequeña capitalización refleja un descuento del 20% con respecto a las big cap. Una infravaloración que, en nuestra opinión, podría representar una señal de compra en 2023″.
«Por último, la experiencia nos dice que, tras periodos de fuerte rentabilidad inferior, como en 2008, 2010 y 2018, las smid caps no sólo han recuperado terreno, sino que posteriormente han superado la rentabilidad del mercado en general”.