Cómo utilizar el big data para personalizar la oferta a los clientes de banca privada
El mundo fintech va adquiriendo velocidad de crucero y, al margen del largo rosario de empresas que han surgido en los últimos tiempos, sus tecnologías, muchas de ellas disruptivas, van imbricándose en la operativa de las entidades ‘tradicionales’. Uno de los ámbitos donde los profesionales del sector financiero ven más posibilidades es el big data.
En el V Encuentro de Banca Privada, organizado por Inversión y Finanzas, varios expertos del sector debatieron sobre ‘El inversor ante la revolución de las nuevas herramientas tecnológicas’. Juan Pablo Yarur, Business Development Manager de Comarch, Luis Sánchez de Lamadrid, director general de Pictet WM, y Alfredo Sanz, director de Modelo de Asesoramiento de Santander Banca Privada, analizaron las posibles repercusiones de las nuevas tecnologías sobre la evolución del negocio.
Para Yarur, las mayores posibilidades de evolución se encuentran en el big data, que permitirá acceder a una gran cantidad de información útil en los procesos de asesoramiento, lo que “se traducirá en un mejor servicio al cliente, pues se le podrán hacer recomendaciones basadas en sus circunstancias personales y no solo en su perfil”. En este sentido, señala que el big data es una tecnología cognitiva que posibilita el “explotar datos que no están estructurados, lo cual permite adelantar decisiones de inversión en base a noticias y alertas relacionadas con el cliente”.
Alfredo Sanz coincide en que el big data “aportará amplia y valiosa información para el proceso de asesoramiento, incluyendo la vertiente personal, de forma que nuestras recomendaciones serán mucho más personalizadas”. Afirma que estas nuevas tecnologías “no solo están cambiando el modelo de relación con el cliente, sino que permite a los banqueros privados mantener una relación fluida con los inversores desde cualquier lugar”.
Roboadvisor: Más de 220.000 millones de dólares en 2020
Luis Sánchez de Lamadrid señala que las nuevas tecnologías, de impacto global, están afectado especialmente al sector financiero. Uno de los fenómenos que más ha crecido ha sido el de los roboadvisors, que en mercados como Estados Unidos han alcanzado una gran penetración, aunque en Europa y, más concretamente en España, no han logrado aún posicionarse como un competidor importante. Según Luis Sánchez de Lamadrid, estos gestores automatizados alcanzarán entre 220.000 y 230.000 millones de dólares de patrimonio gestionado en 2020.
Considera también que la gran evolución de los roboadvisor se justifica porque “los clientes tienen cada vez más cultura financiera y nos están obligando a cambiar la manera en que interactuamos con ellos”.