Claves para afrontar la subida de tipos de interés sea cual sea tu perfil inversor
Por Sergio Pesquera, responsable de Negocio de OVB Allfinanz
El pasado jueves, 9 de junio, el Consejo de Gobierno del BCE acordó por unanimidad que el próximo mes de julio subirán los tipos de interés por primera vez en 11 años. Lo harán un 0,25%, pero será el preludio de otro incremento, incluso mayor, en septiembre.
Con la inflación de la eurozona por encima del 8%, el BCE ha decidido cambiar de rumbo y encarecer paulatinamente el precio del dinero por temor a otra crisis de deuda si acuerdan subidas drásticas. Este incremento tendrá efectos en todos los activos de inversión y saber cómo afrontar los cambios que se avecinan en nuestras finanzas personales es clave.
Una de las consecuencias más inmediatas de esta subida de tipos será el encarecimiento de la financiación, que hará que los préstamos de las entidades bancarias tengan un coste mayor, por lo que disminuirá el flujo de crédito, se reducirá el dinero en circulación desincentivando el consumo de las familias y las empresas.
En nuestro día a día como consumidores, la compra de bienes y servicios se verá disminuida con la subida de tipos por el encarecimiento de la financiación, lo que provocará una caída del consumo por parte de los particulares y de la inversión por parte de las empresas. Un ejemplo claro es el de la financiación en la compra de viviendas: el encarecimiento de las hipotecas provoca una disminución en la demanda y, por tanto, una caída de la compraventa de bienes inmuebles. Este mismo ejemplo podemos trasladarlo a todas las operaciones que requieran financiación, teniendo esta un coste mayor al previo a la subida de tipos.
El efecto que se espera conseguir se traduce en una menor demanda de bienes y servicios que frene la tendencia alcista de los precios que hemos vivido estos últimos meses, regulando de ese modo la tendencia actual de la inflación.
En los mercados financieros el efecto será directo. Por un lado, la rentabilidad de los productos garantizados y de renta fija aumentará respecto a periodos anteriores, lo que supone un atractivo mayor en productos de ahorro a corto plazo. Esta mejora en los productos garantizados puede suponer un trasvase de fondos desde los mercados de renta variable a los mercados de renta fija, provocando venta de activos y como consecuencia posibles caídas temporales en los mercados bursátiles.
Si hablamos de planificación financiera, esta situación es atractiva para inversiones a corto plazo materializadas en productos ligados a valores garantizados, ya que la rentabilidad que se ofrecerá será mayor respecto a la de periodos anteriores. Respecto a los inversores que cuentan actualmente con productos de renta fija mi recomendación es mantenerlos hasta su vencimiento, ya que vender ahora mismo un producto que se puede adquirir a unos tipos más interesantes, hace estos activos poco atractivos para ser comprados.
Respecto a la planificaciones realizadas a un horizonte temporal de medio o largo plazo, que se llevaron a cabo a través de herramientas de inversión de renta variable, la recomendación es mantener las decisiones iniciales
aprovechándose de los beneficios del efecto del coste medio, la diversificación o el horizonte temporal. Actualmente, teniendo en cuenta la situación actual de tipos y el posible trasvase de activos desde la renta variable a la renta fija, dentro del marco de las inversiones a medio y largo plazo nos vamos a encontrar con atractivas oportunidades de compra, que completen nuestra cartera.
Hay que tener en cuenta que históricamente, este tipo de situaciones de caída de los mercados vienen acompañadas de fuertes rebotes, por lo que, sin duda nos encontramos ante una gran ocasión para mantenernos en el mercado y beneficiarnos de este repunte.
Nos encontramos ante un buen momento para las personas que quieren comenzar a planificar su futuro financiero. Antes de tomar ninguna decisión se debe analizar el plazo de los objetivos a conseguir. Si los objetivos son a corto plazo se puede aprovechar el crecimiento de la rentabilidad en los productos garantizados, que gozan de una rentabilidad mayor a la que se venía obteniendo en los últimos años. Si sus objetivos van más enfocados al medio o largo plazo la recomendación es apostar por activos de renta variable, que permiten aprovechar las buenas oportunidades de compra actuales, y beneficiarse del futuro rebote que maximizará su rentabilidad.
Sea cual sea tu perfil inversor saber afrontar los cambios que nos trae la subida de tipos de interés será la clave del éxito.