Cajamar ya cuenta con 151 agencias atendidas por exempleados de la entidad
A 30 de septiembre de 2021, último dato público, el Grupo Cajamar cuenta con 151 agencias que son atendidas por 115 agentes financieros. Todos ellos son antiguos empleados de la mayor cooperativa y caja rural de España, que decidieron continuar su relación con la entidad financiera haciéndose cargo, como agentes financieros, de sucursales que iban a cerrar al no ser rentables.
Algunos agentes financieros atienden más de una población y/o agencia. De ahí la diferencia entre el número de profesionales y el de las agencias.
Es un modelo en el que todos ganan. Cajamar saca de su balance sucursales que generan costes, reduce su plantilla, pero mantiene el negocio y los clientes que tienen esas oficinas. Al mismo tiempo, combate la exclusión financiera y garantiza el acceso a los servicios bancarios básicos de poblaciones en zonas rurales con un número de habitantes insuficiente para mantener abierta la sucursal.
El exempleado de Cajamar, fundamentalmente prejubilado, mantiene la relación con la entidad aunque ya no sea laboral (lo normal es que se haya convertido en autónomo o en sociedad limitada), obtiene unos ingresos como agente financiero, y conserva los clientes a los que atendía cuando estaba en la sucursal.
El cliente prácticamente no nota que la sucursal de Cajamar ha cerrado. Tiene acceso prácticamente a los mismos productos y servicios que tenía en la oficina, ahora reconvertida en agencia. Y al ser el agente financiero un antiguo empleado de la sucursal, se conserva la relación de confianza.
La primera caja rural y cooperativa de crédito de España, con más de 3,5 millones de clientes, está siendo muy activa en la transformación de sucursal que no son rentables en agencias financieras atendidas por antiguos empleados. Su red de 898 sucursales, 1.548 cajeros automáticos y 5.330 empleados, se ve reforzada por 151 agencias, 155 agentes financieros, y seis oficinas móviles (vehículos itinerantes que proporcionan servicio financiero en el medio rural a poblaciones con menos de 1.500 habitantes).
Toda esta estructura aporta unos activos que, a 30 de septiembre de 2021, ascienden a 57.594 millones de euros, un volumen de negocio gestionado de 93.530 millones, lo que la sitúa como una de las 10 entidades significativas del sistema financiero español, y por tanto supervisada directamente por el Banco Central Europeo, y no por el Banco de España.
Apuesta por el agente financiero local
Desde que se iniciara la crisis financiera internacional en 2007, que llegó a España en 2008, el número de entidades financieras se ha reducido en un 40% y han cerrado el 33% de las sucursales existentes en toda España. Esto ha supuesto que la red de oficinas bancarias haya vuelto a niveles de 1979, con poco más de 12.300 sucursales prestando servicio mayoritariamente en ámbitos urbanos y localidades que registran crecimiento de población y perspectivas de desarrollo positivas.
En este escenario, la tradicional figura del agente financiero local gana un indiscutible protagonismo en pequeñas localidades, especialmente en zonas rurales y en lo que viene a denominarse la España vaciada. En muchos casos, las entidades financieras recurren a profesionales autónomos y emprendedores locales sin vinculación previa con ellas. Cajamar, en cambio, ha querido contar con sus empleados para desarrollar su propia red de agentes financieros locales.
Especialmente desde 2017, trabajadores de Cajamar han reconvertido su actividad profesional y “voluntariamente”, según la entidad, han decidido integrarse en la nueva red de agentes financieros locales del grupo.
Esta decisión de empleados y de antiguos trabajadores de Cajamar ha permitido dar continuidad a la prestación del servicio financiero a poblaciones de menos de 5.000 habitantes en diversas comarcas de la Comunidad Valenciana, Castilla y León y Andalucía. “Allí continuarán desarrollando su labor profesional, ahora como agentes financieros, con el respaldo de su experiencia anterior en una oficina tradicional, su conocimiento directo del territorio en el que operan y la garantía de tener detrás a Cajamar, una entidad comprometida con el desarrollo del medio rural”, subrayan en la cooperativa de crédito.
El testimonio de Agustín Muñoz
En un boletín (https://socios.grupocajamar.com/agentes-financieros-de-cajamar-contra-la-exclusion-bancaria-en-el-mundo-rural/) para socios de Cajamar aparece el testimonio de uno de esos empleados de Cajamar reconvertidos en agentes financieros locales.
Agustín Muñoz Expósito es uno de los empleados de Cajamar que han decidido emprender una nueva etapa en su actividad profesional, afrontando su nueva labor en pequeñas poblaciones como un desafío personal. Hasta su transformación en agente financiero local de Cajamar para Íllar y Huécija, dos localidades de Almería, era director de la oficina 159 Almería-El Palmeral de la cooperativa de crédito.
“Después de 21 años desempeñando funciones de responsable, tanto de interventor como director en distintas oficinas, me apetecía afrontar otro tipo de retos”, explica.
“En mi caso, la principal motivación a la hora de dar el paso ha sido la de poder dar servicio a localidades más pequeñas y desfavorecidas, y a un perfil de cliente que me ha ‘llamado’ siempre”, narra.
El agente financiero local de Cajamar destaca la confianza y el apoyo que ha encontrado en la entidad: “Desde el principio me han aportado todos los medios y recursos necesarios para atender el servicio que demandan nuestros clientes en estos pueblos”.