CaixaBank y Liberbank, las últimas entidades que se suman a los recortes de sucursales
La tendencia es imparable. Otras dos entidades bancarias emprenden el camino de reducción de su red de sucursales. Por un lado, CaixaBank, la entidad con mayor número de sucursales de España, con presencia en el 93% de los municipios de más de 5.000 habitantes, anuncia que cerrará durante este año entre 260 y 310 oficinas. Es decir, entre el 5 y el 6% de su red. Por otro, Liberbank también anuncia que prescindirá de más de 1.400 empleados, lo que representa alrededor del 30% de su plantilla.
En el caso de CaixaBank, la noticia la dieron a conocer los directivos de la entidad, al parecer, en un reciente encuentro con inversores en Londres, en la que subrayaron su foco en la gestión de los costes y recordaron que el banco prevé un descenso del margen de intereses, la columna vertebral de la cuenta de resultados, de entre el 4% y el 6% para el presente ejercicio, debido principalmente a la evolución negativa del euribor, indicador al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España.
La reducción de su red de oficinas se enmarca en lo previsto dentro del plan estratégico de CaixaBank para el periodo 2015-2018, años en los que prevé cerrar un total de 600 sucursales, lo que conlleva la supresión de unos 3.000 puestos de trabajo.
Liberbank, por su parte, ha presentado una propuesta a los sindicatos para la salida de 979 empleados con bajas voluntarias y no traumáticas. Esta cifra, superior a la pensada inicialmente por los sindicatos, se suma a las 500 salidas que la entidad ya tiene en marcha en un plan de bajas incentivadas que puso en marcha en septiembre de 2015.
Las nuevas medidas de recorte sobre la plantilla se derivan de la implantación del plan comercial y de los planes de descarga operativa, que «supondrán la externalización de un buen número de funciones y tareas operativas y administrativas», según señala la propia entidad.