CaixaBank potencia el asesoramiento financiero en zonas rurales para aprovechar el cierre de sucursales de otros bancos
Desde 2008, el número de sucursales en municipios de menos de 10.000 habitantes ha descendido el 26%. Prácticamente la mitad que las oficinas de bancos en el resto de localidades, lo que demuestra que el ajuste se está concentrando en zonas urbanas y en grandes y medianas ciudades.
Un estudio de CaixaBank Research (https://www.caixabankresearch.com/es/analisis-sectorial/agroalimentario/papel-oficinas-rurales-inclusion-financiera) subraya que la tendencia de reducción del número de sucursales se explica tanto por motivos externos al sector financiero como por dinámicas ligadas a él, y afectan de forma distinta a las zonas rurales y a las zonas urbanas.
Entre los factores externos destaca el demográfico. En los últimos 10 años, el número de habitantes de municipios pequeños ha caído un 4%. Esta caída ha sido superior al 10% en algunas provincias predominantemente rurales de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón. El envejecimiento de la población rural (la edad media de los habitantes que viven en municipios pequeños se sitúa en torno a los 48 años, en comparación con la media española de 43 años) , y una mayor tendencia a vivir en grandes núcleos urbanos agudizan el fenómeno de despoblación que viene produciéndose desde hace décadas en estas zonas. “El descenso de la población hace que algunas oficinas dejen de tener una masa crítica de clientes que garantice una rentabilidad mínima”, subraya el informe.
A la disminución de la población en las zonas rurales se unen unas generaciones más habituadas a la banca digital, y también el efecto generado por las fusiones entre entidades, que han pasado de 48 a 11, ante las duplicidades de sucursales, sobre todo en las grandes ciudades. El uso de la banca digital pasó del 19% en 2008 al 50% diez años después, y se ha acelerado significativamente con la pandemia y las restricciones a la movilidad.
La prolongación de los tipos ultrabajos e incluso negativos obliga a la banca a seguir ajustando costes para compensar el crecimiento débil del crédito, unas mayores exigencias sobre los niveles de capital y una transformación digital “necesaria pero costosa”, subraya el estudio de CaixaBank Research.
No obstante, a pesar de esta dinámica, España sigue siendo el país con más oficinas por habitante de la eurozona, con cerca de seis sucursales por cada 10.000 habitantes, prácticamente dos más que la media europea.
Pero la realidad es que la mitad de los municipios españoles carece de sucursal, lo que significa que el 2,7% de la población, 1,3 millones de personas, tiene que desplazarse para acceder a servicios bancarios básicos, como el dinero en efectivo o la domiciliación de la nómina o de la pensión y de los recibos.
El informe de CaixaBank Research resalta que hay una gran diferencia entre las entidades que tienen su origen en una caja de ahorros (como es el caso del banco de La Caixa) y los bancos. Las primeras tienen una presencia mayor en las provincias menos urbanizadas y más rurales, frente a los segundos, más concentrados en las grandes zonas urbanas.
Compromiso contra la exclusión financiera
En este contexto, CaixaBank se comprometió a no cerrar sucursales en las localidades en las que ya está presente. Compromiso que revalidó con la absorción de Bankia. “¿Por qué es importante la presencia de oficinas en zonas rurales y por qué preocupa el riesgo de exclusión financiera?”, plantea el informe de CaixaBank Research.
“Para responder a estas preguntas es preciso entender tanto la naturaleza de los clientes que viven en estas regiones como la motivación del sector bancario para mantener su presencia en el ámbito rural, ambos aspectos estrechamente ligados entre sí”, señala.
“Desde el punto de vista de los clientes, dos razones explican el papel fundamental que desempeña la oficina bancaria en una zona rural: la preferencia por la oficina física y la necesidad de una oferta especializada”, añade.
Más del 40% de los clientes valora “la proximidad de la oficina” como el factor principal a la hora de elegir su banco principal por encima de la calidad de servicio o las condiciones económicas. Esa preferencia por el canal físico es incluso mayor en las zonas rurales, porque se trata de un colectivo menos digital y que, por lo tanto, acude más a la oficina para satisfacer sus necesidades, como por ejemplo disponer de dinero efectivo.
“La segunda razón es que los sectores empresariales que operan en zonas rurales, como el agrícola, normalmente requieren unos servicios financieros especializados que a menudo pueden ofrecerse mejor desde una oficina, donde existe un elevado conocimiento e información del modelo de negocio y del entorno local en el que operan estas empresas. La presencia en el territorio resulta fundamental para ofrecer una propuesta de valor centrada en la especialización en sectores como la agricultura, la ganadería o la pesca, y en la agilidad comercial que necesitan estas empresas para cubrir sus necesidades específicas. Para este colectivo –pymes y grandes empresas–, la eficacia y el buen conocimiento del negocio empresarial priman a la hora de escoger banco, por lo que contar con presencia física en la zona repercute en una ventaja competitiva”, explica el informe de CaixaBank Research.
“Comprender la naturaleza financiera de las zonas rurales –la fuerte preferencia por el canal físico entre particulares y una demanda especializada por parte de las empresas– ayuda a entender el impacto económico que podría generar una reducción abrupta de la inclusión financiera en estas zonas”, resalta.
Además, “los sectores económicos predominantes en estas regiones, como el agrícola, son críticos para la economía del territorio y representan un segmento de mercado atractivo para el negocio”. “Las diversas necesidades financieras de inversión, pagos o seguros de estas empresas permiten a las entidades financieras trabajar con ellas con un grado de vinculación alto. A ello se une el atractivo de tratarse de clientes que tradicionalmente muestran una fidelidad elevada, y que están adoptando cada vez más las nuevas tecnologías, lo que impulsa su competitividad”, razona el informe.
“El disponer de empleados con formación específica en asesoramiento financiero adaptado al mundo rural y equipados con dispositivos de movilidad que permiten la contratación de cualquier producto financiero resulta una manera eficiente de incrementar la cobertura geográfica de las oficinas rurales. De este modo, se logra el nivel de interacción y asesoramiento especializado que el sector necesita, a la par que se contienen los costes de la red de oficinas”, añade el estudio.
“Por otra parte, mantener el compromiso con la inclusión financiera es un fin en sí mismo: se trata de tener presencia en municipios pequeños para apoyar a todos los sectores económicos y contribuir al progreso de la sociedad”, enfatiza el informe. Al mantenimiento de sucursales en las zonas rurales se une la introducción de cajeros automáticos (incluso en localidades donde CaixaBank no está), oficinas móviles o agentes financieros se une la emisión de bonos sociales o la concesión de microcréditos, que sirven para financiar proyectos de empresas y particulares en territorios con un mayor riesgo de exclusión financiera.
“Este compromiso social es fundamental para que una entidad financiera se arraigue al territorio. Este arraigo también facilita que se desarrolle una relación de confianza entre la entidad y sus clientes y, al fin y al cabo, la banca se basa fundamentalmente en la confianza”, concluye el estudio de CaixaBank Research.
Lo que no dice el informe es que CaixaBank está potenciando el asesoramiento financiero, y no solo la comercialización de productos y servicios bancarios, en las sucursales de las zonas rurales para aprovechar el vacío que dejan las sucursales cerradas por otros bancos, y captar esos clientes que se quedan sin oficina física.
Al mismo tiempo, refuerza con 900 gestores el servicio inTouch, que ofrece atención personalizada a clientes por canales digitales (teléfono, videoconferencia, Whatsapp o CaixaBankNow, entre otros), Y abrirá tres nuevos centros de este tipo en Córdoba, Huelva y León. De esta forma, suma 26 centros y 2.400 gestores, que atenderán a cuatro millones de clientes. Cada uno de ellos «dispone de un gestor de referencia, con un compromiso de respuesta en 24 horas», subrayan en la entidad.