BNY Mellon, Columbia Threadneedle y GAM evalúan los desafíos para los inversores
BNY Mellon Investment Management, Columbia Threadneedle Investments y GAM Investments han analizado cómo las distintas contingencias pueden afectar a la rentabilidad de las carteras en “El Reto”.
La periodista Cristina Pampín ha moderado este encuentro organizado por Epika con la participación de Ralph Elder, director general de BNY Mellon Investment Management para Iberia y Latam; Rubén García, head of Iberian and Latin American distribution de Columbia Threadneedle Investment; y Juan Ramón Caridad, managing director, head of Iberia & Latam de GAM Investments.
Para puntuar los desafíos, un jurado demoscópico ha expresado su veredicto al finalizar el debate. Este jurado ha estado compuesto por expertos de contrastada experiencia: Héctor Chamizo, periodista financiero; Yolanda Almasqué, socia directora de la empresa Fondos, Inversiones y Finanzas; Ismael García, gestor de inversiones en Mapfre Gestión Patrimonial; Luis Cortiñas, productos y servicios de inversión en EBN Banco; y Francisco Martínez, asesor financiero de Andbank Asesores.
La inflación ha sido el tema más relevante para el jurado. Así lo ha valorado Ralph Elder, “con la nueva dinámica en la globalización, tenemos que entender que pase lo que pase con la cadena de suministros, la energía y los alimentos; vamos a tener al final de todo una inflación más alta de lo que hemos estado acostumbrados en los últimos años”.
Por su parte, Rubén García ha aseverado que “la inflación no va a ser temporal. Nuestra preocupación no es si va a subir, sino si va a permanecer alta. Es decir, cómo logran los bancos centrales bajar esa inflación. Cuando afecta a la renta disponible de los consumidores de forma tan evidente, es la principal amenaza”.
Mientras que Juan Ramón Caridad ha expresado que “para las carteras, cuando hablamos de inflación es muy importante distinguir dónde, a qué plazo y qué tipo de inflación. A corto plazo es muy alta y perjudica a los particulares, pero el gran problema es si a tres o cinco años las expectativas se empiezan a disparar y afecta a los tipos de interés”.
Tras las calificaciones del jurado, llegó el auténtico reto: lograr una cartera diversificada. Para ello, los portavoces abordaron distintas ideas para capear los conflictos.
Para García, “en renta fija, nos centramos en ideas que sean flexibles, que puedan combinar oportunidades en investment grade y en high-yield. Por otro lado, se trata de buscar buenas compañías, no tanto de si son baratas o de si van a crecer. También vemos oportunidad en compañías que, siendo buenas, teniendo un modelo sostenible, van a seguir creciendo, aunque tengan una valoración un poco más baja, den dividendos. También la tecnología, que en ocasiones también son las pequeñas-medianas tecnologías que luego compran las grandes compañías. Esa es una inversión de largo plazo”.
Caridad ha propuesto que, “la clave está en los fondos que saquen partido de la dispersión de criterios y decisiones entre los bancos centrales. La segunda gran temática que nosotros vemos es materias primas, que diversifiquen entre energéticas, industriales, metales preciosos y agrícolas son muy necesarios. Permite añadir mucha diversificación. La tercera gran idea es invertir en Asia, asumiendo que no es un tema geográfico, sino entendiendo qué sectores son los que aportan valor añadido”.
En el caso de Elder, “nosotros orientamos la estructura de carteras pensando en conservadores, moderados y más agresivos. En el conservador, más enfocado en renta fija, pensamos que hay oportunidad en bonos de alta rentabilidad, pero de cortas duraciones. En una cartera moderada, iríamos más a los mixtos flexibles; fondos que brindan a través de su gestión dinámica la oportunidad de tener acceso a productos alternativos (que invierten, por ejemplo, en parques eólicos) a través de una estructura líquida. Respecto a la más agresiva, vuelve a tener mucha más importancia dentro de una cartera el efecto del dividendo reinvertido. Cuando sube la inflación, sube también el dividendo”.