BNP Paribas AM: La transición energética, una oportunidad de presente y de futuro
Convertir un compromiso en una opción relevante de negocio. Hace algunas semanas, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Rivera, cifró en alrededor de 200.000 millones de euros las oportunidades de inversión en el proceso de transición energética en España hasta el año 2030, de los que el 85% recalarían en renovables y en eficiencia energética. Un segmento en el que gestoras como BNP Paribas Asset Management llevan ya muchos años trabajando, como lo demuestra su estrategia única para intensificar y acelerar el compromiso con la inversión sostenible, siendo capaz incluso de medir su impacto a través del desarrollo de KPIs propios.
Fruto de este empeño, desde la firma financiera trabajan de manera continua en analizar las consecuencias del cambio climático para los próximos años. Uno de los más recientes ejemplos es una infografía sobre la transición energética (bajo el título ‘La transición energética: ¿Oportunidad de crecimiento o un riesgo para la renta variable?’), que asegura que se acelerará a nivel global a lo largo de la próxima década gracias a la interrelación de una serie de factores, como el impulso de las políticas gubernamentales, el impacto de las nuevas tecnologías, la mayor presencia en las carteras de los inversores y por la relevancia que tiene entre clientes y la sociedad en general. Todo ello favorecerá, a juicio de los especialistas de BNP Paribas AM, que se reduzca el precio en la producción de las renovables, lo que ya está cambiando la relación entre oferta y demanda.
Un crecimiento imparable
Desde esta gestora se han atrevido a analizar la disrupción que se está produciendo ya en el sector energético, gracias a que la información sobre los volúmenes futuros está afectando ya a la cotización actual de la renta variable. En definitiva, han establecido una relación entre los cambios en la demanda convencional de la energía y el precio de las acciones, cuyas consecuencias a futuro serán muy relevantes: en el corto plazo derivará en una mayor inversión en tecnologías bajas en carbono (hipocarbónicas), fomentando el incremento en la innovación y en nuevos modelos de negocio, para sentar las bases de un crecimiento sostenible global del que seremos testigos en las próximas décadas.
Los efectos de todo este cambio de paradigma se están dejando notar en nuestra realidad cotidiana, según BNP Paribas AM. Por ejemplo, las renovables representan ya un 30% del crecimiento de la demanda, anticipando el cénit de los combustibles fósiles. Además, muchos gobiernos están impulsando en el sector de la automoción el vehículo eléctrico, lo que anticipa no sólo el fin de los motores de combustión sino un efecto muy notable en el sector del petróleo, cuya demanda puede tocar techo antes de 2030 antes de iniciar su declive.
Esta decidida apuesta de BNP Paribas AM por la transición energética es sólo una tercera parte de su compromiso con la inversión sostenible, después del anuncio de su estrategia global de sostenibilidad. El objetivo de la entidad es contribuir hacia un futuro sostenible en consonancia con su objetivo de ofrecer una rentabilidad sostenible a largo plazo para sus clientes, y que se centra en tres áreas de sostenibilidad: transición energética, medio ambiente e igualdad. La gestora sigue los principios del Pacto Mundial de la ONU y cuenta con una serie de políticas sectoriales que establecen las condiciones que han de cumplirse para poder invertir en sectores concretos, además de servir como guía para los requisitos de control y compromiso, que se aplican a todos los fondos de inversión.