BNP Paribas AM: Inversión en agua, un goteo constante de oportunidades
Por Justin Winter, senior portfolio manager
Las oportunidades no solo son consecuencia del cambio climático (inundaciones o sequías extremas), sino también de varias décadas de escasez de inversión en infraestructuras en saneamiento y aguas residuales. El agua es omnipresente: todas las actividades económicas la consumen y creemos que casi todas las empresas necesitan mejorar el modo en que gestionan dicho consumo.
2022 ha sido uno de los años más caros de la historia por desastres relacionados con el agua. Las sequías en Europa costaron más de 20.000 millones de dólares, al igual que las sequías e inundaciones producidas en China. Los desastres similares acaecidos en Sudáfrica, Brasil, Pakistán y Australia causaron daños valorados en otros 20.000 millones de dólares.
Al margen de estos sucesos, los recursos hídricos del mundo se encuentran amenazados. Existe una brecha considerable entre la oferta y la demanda, así como preocupación por la calidad del agua y unas infraestructuras inadecuadas.
No es de extrañar que el Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, «Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos», persiga mejorar la infraestructura, fomentar el consumo responsable y garantizar el acceso al agua y saneamiento limpios.
¿Qué consecuencias tiene invertir en el sector del agua?
Cuatro categorías de proveedores de soluciones
Aunque nos enfrentamos a dos problemas diametralmente opuestos (sequías e inundaciones), ambos pueden abordarse mediante la inversión en cuatro áreas.
En primer lugar, para afrontar las aguas torrenciales, es necesario contar con infraestructuras (sistemas de bombeo y drenaje más eficaces) mejores que las actuales.
En segundo lugar, en condiciones de sequía, se precisan mejores soluciones para optimizar el uso de la escasa agua disponible, lo que incluye una infraestructura de tratamiento de aguas residuales a gran escala que permita la reutilización del agua (nuestra tercera categoría de inversión potencial).
La última categoría la conforman las empresas de suministros públicos. Estas compañías deben ofrecer agua potable segura, gestionar las aguas residuales e invertir en infraestructuras que minimicen el despilfarro de agua (fugas) y maximicen el abastecimiento.
Mejorar la divulgación y la gestión
Las estrategias y objetivos de las empresas forman una parte importante de la solución. Una de nuestras principales prioridades al dialogar con las empresas es animarlas a que divulguen con más detalle sus riesgos hídricos y fijen objetivos más estratégicos para abordar problemas relacionados con el agua.
El agua es, en muchos sentidos, un asunto más complejo que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). A diferencia de los informes sobre el clima, existen pocos marcos acordados a escala mundial para medir el impacto del agua. Al ser también un problema de ámbito local en la mayoría de casos, la divulgación de información sobre esta cuestión ha sido históricamente lenta.
La buena noticia es que muchas empresas están mejorando en esta área. Ceres, una organización sin ánimo de lucro que trabaja en el ámbito de la sostenibilidad, se ha dirigido a 72 empresas mediante su iniciativa financiera para la valoración del agua.
La entidad, centrada en empresas con una gran huella hídrica en diversos sectores, desde la alta tecnología hasta los artículos de lujo, tiene como objetivo ayudar a mejorar la divulgación de información y la gestión del agua.
Las propias empresas se están volviendo más proactivas en sus respuestas a normativas sobre aguas limpias y residuales, lo que está produciendo una mayor demanda de los proveedores de soluciones en los que invertimos.
Uno de los mayores retos es la escasez de inversión en infraestructuras que se ha producido en los últimos diez años, lo que produce efectos visibles en muchas partes del mundo. La principal consecuencia de esta falta de inversión es que impide atender la demanda cada vez mayor de agua limpia y sistemas de saneamiento a medida que la población crece y se enriquece.
Se precisan miles de millones de dólares
La American Society of Civil Engineers cuantificó este déficit de inversión en 2.000 millones de dólares en 2019, cifra que se multiplicará por siete, a menos que la situación se aborde en serio y sin dilación, llegando hasta 14.000 millones de dólares, o unos 3.300 dólares por hogar, hacia 2039. Creemos que cubrir este déficit representa una oportunidad de inversión interesante y de gran magnitud.
La legislación estadounidense más reciente en materia de inversión en infraestructuras, que se aplica a carreteras, puentes, vías ferroviarias y la red eléctrica, favorecerá el crecimiento económico a largo plazo y, a nuestro juicio, impulsará una mayor demanda de productos hídricos.
En Europa, la Directiva marco sobre el agua de la UE se centra en resultados más que, por ejemplo, en medir los contaminantes que entran en los sistemas hídricos. Esto puede ayudar a que las empresas (y los legisladores) den prioridad a cuestiones como la calidad del agua de baño, por ejemplo.
En resumen, el marco legislativo, que aborda tanto el cambio climático como la escasez de inversión en infraestructuras, podría tener efectos positivos directos en empresas consolidadas y de reciente creación que aporten soluciones hídricas a todos los sectores económicos.
En cualquier entorno económico
En nuestra opinión, el entorno actual, caracterizado por subidas de tipos de interés, una recesión inminente de la economía (estadounidense) y tensiones en el suministro de energía, no minará el atractivo de la inversión relacionada con el agua.
Aunque las empresas que buscan financiación para soluciones relativas al agua no son inmunes a los ciclos económicos, existe un amplio conjunto de oportunidades, desde sectores más expuestos a la coyuntura hasta los más defensivos.
Entre estos últimos podrían ofrecer oportunidades el sector farmacéutico y el de bienes de consumo básico. Las infraestructuras hídricas tardan muchos años en mejorarse y los proyectos se extienden más allá de los ciclos de auge o caída de las economías, lo que se traduce en una demanda duradera de soluciones hídricas.
La recesión en Estados Unidos, unido al menor crecimiento tendencial en China, podría tener como consecuencia una mayor deslocalización de la actividad manufacturera, lo que podría ser relevante para el sector del agua.
Si Estados Unidos deslocaliza, por ejemplo, más fábricas de semiconductores, se dispararían los pedidos de agua ultrapura y de plantas de tratamiento para permitir el reciclaje y la reutilización del agua, lo que podría brindar una nueva oportunidad de inversión. Según un estudio elaborado por la firma de consultoría Global Water Intelligence, de la posible inversión de 20.000 millones de dólares en dichas fábricas, se prevé que un 5-8% (es decir, entre 1.000 y 1.600 millones de USD) esté relacionada con el agua.
Una demanda constante
Para hacer frente a los problemas relacionados con el agua, tanto la escasez como el exceso de agua, se necesitan soluciones inmediatas y aplicables a largo plazo.
La demanda no va a desaparecer, con independencia de los ciclos económicos.
Creemos que existe una gama muy diversa de oportunidades de inversión en distintos mercados finales de consumo e industriales, así como en mercados desarrollados y emergentes, para sacar provecho de esa creciente necesidad.
BNP Paribas Aqua -EUR
Es un fondo que invierte en la cadena de valor del agua y su fuerte crecimiento. Los recursos hídricos del planeta están sometidos a una presión considerable. Existe una brecha creciente entre demanda y suministro, y se teme cada vez más por la calidad del agua y la estabilidad de la infraestructura hídrica a nivel global.
Abordar estos problemas requerirá una inversión de capital significativa en nuevas tecnologías y servicios, además de un mayor respaldo de reguladores y gobiernos, lo cual podría conducir a crecimiento a largo plazo para empresas bien posicionadas de cara a este gasto.
Los fondos temáticos del sector del agua han tenido un buen rendimiento relativo frente a otros fondos temáticos en febrero de 2023 y en el año mantienen una rentabilidad acumulada en 2023 del 6.2%.
Puede encontrarse más información sobre este producto en este enlace.