Banco Mediolanum: ¿Por qué los asesores financieros son profesionales esenciales?
Contenido en el eBook de Banco Mediolanum ‘Asesor financiero: el éxito de una profesión esencial’, que puede descargarse en este enlace.
De las muchas palabras que se han hecho un hueco en nuestro diccionario ‘vital’ en los últimos meses, hay una que brilla por encima de las otras. Hablamos de lo ‘esencial’. Un concepto sobre el que la sociedad ha puesto algo más que el foco, resignificándolo y dotándolo de todo el valor que tiene. ¿Qué es esencial? Según la RAE, aquello que pertenece a la esencia y que no es sino lo más indispensable.
Una condición sin la que no se puede ser: permanente e invariable. Y si algo nos ha enseñado la pandemia es a distinguir lo esencial de aquello que no lo es. ¿Por qué los asesores financieros lo son?
La crisis pandémica ha puesto de relevancia los motivos por los que los asesores financieros son fundamentales en el día a día de miles de familias. Antes del estallido del covid-19, apenas hablábamos de trabajos esenciales. No había necesidad de distinguir lo esencial de lo que no lo es. Ese matiz carecía de importancia. Había profesiones que nos abrían las puertas a carreras interesantes, bien remuneradas y estables… y otras que ofrecían, en la mayoría de los casos, lo contrario.
Hace un año, sin embargo, nuestra percepción dio un giro y empezamos a apreciar otras posibilidades. De repente, había profesionales a los que necesitábamos acudir para vivir tranquilos en medio de una fuerte convulsión sanitaria y económica. En medio, precisamente, de la incertidumbre eran las personas a las que llamábamos hasta que nuestros teléfonos echaban humo… y los asesores financieros estaban entre ellas.
No es tan sorprendente. Para empezar, el Ibex 35 se desplomó casi un 40% desde el 19 de febrero hasta el 16 de marzo de 2020. Muchas familias se alarmaron al ver que sus ahorros e inversiones perdían tantísimo valor súbitamente. Necesitaban que las guiasen para diseñar una estrategia que redujese los riesgos. El mercado se había convertido en un escenario solo apto para profesionales con mucha experiencia, y ese es el perfil al que se ajustan los mejores asesores financieros.
La edad de oro del asesoramiento
Las opciones tradicionales de ahorro e inversión dejaron de servir. La deuda pública y los depósitos a plazo fijo, con los tipos de interés a largo plazo en negativo, o las clásicas participaciones en dos o tres multinacionales españolas perdieron brillo y se vieron superadas por los acontecimientos. Las familias demandaban que les echaran una mano no solo para minimizar las pérdidas, sino también para aprovechar los vientos huracanados de la recuperación y planificar el futuro.
Desde el pasado noviembre y hasta ahora, el Ibex 35 se ha disparado alrededor de 2.000 puntos. Vivimos subidos a una montaña rusa y muchos hogares no pueden seguir los mercados minuto a minuto. Por eso quieren que un experto de su confianza les acompañe con una planificación acorde con sus objetivos reales para tomar las mejores decisiones de ahorro e inversión.
Las capacidades del experto en finanzas
Otro motivo que evidencia la necesidad de los asesores financieros en el día a día de millones de familias ha sido la información sobre evolución de los mercados más allá de nuestras fronteras. Según el Fondo Monetario Internacional, España no recuperará lo perdido en 2020 hasta 2023, mientras que Estados Unidos, China e India lo harán este año y Alemania, Francia y Japón el año que viene. En estas circunstancias, el inversor medio aprecia, cada vez más, el consejo de los que saben cómo invertir de una forma diversificada. Los que son capaces de ayudarles a planificar una estrategia que refleja y aprovecha la diversidad de la economía mundial y de su desarrollo.
Estos especialistas, además de su potente capacitación técnica, poseen dos habilidades que han catapultado la profesión de asesor financiero en los últimos años hasta el ‘top’ en el que hoy se sitúa. La primera es, según un estudio, su adaptación a los objetivos de ahorro e inversión de sus clientes. Estos últimos demandan itinerarios personalizados y a largo plazo. Nada que ver con la oferta masiva de productos genéricos en campaña.
Según otro estudio reciente, el 41% del valor percibido del asesoramiento financiero es emocional. Esto significa que muchos profesionales transmiten confianza y paz interior utilizando, por ejemplo, herramientas especializadas de coaching conductual. Están preparados para calmar los ánimos, dar tranquilidad y evitar que cunda el pánico en las situaciones económicas más adversas. Y sus clientes, en un año tan difícil como el que hemos pasado, han vuelto a beneficiarse de ello.
¿Es o no esencial un profesional que evita que los ahorros de la familia pierdan el 40% de su valor? ¿Y uno que nos ayuda a evitar decisiones precipitadas y que nos proporciona confianza y tranquilidad en medio de una crisis sin precedentes? Vivimos la edad de oro del asesoramiento financiero. Porque ha crecido la demanda y ha abierto la puerta de par en par a la incorporación de más profesionales a una actividad de presente y mucho futuro.