AXA IM sostiene que persiste el riesgo de crisis bancarias en EE.UU.
Por Chris Iggo, CIO Core Investment Managers en AXA IM y Presidente del AXA IM Investment Institute
La crisis de los bancos pequeños en Estados Unidos sigue su curso. La fuga de depósitos sigue siendo un riesgo clave y existen implicaciones macroeconómicas negativas si el crecimiento del crédito se ralentiza. Todo ello es muy favorable para los mercados de renta fija. Hemos visto que la relación «bonos arriba y acciones abajo» ha funcionado bien recientemente. Los bancos centrales están aún más cerca de sus niveles máximos de tipos y el año que viene se producirá potencialmente una relajación monetaria. Existe un escenario en el que la debilidad del sentimiento de riesgo empuje aún más a la baja los rendimientos de la deuda pública. Se vislumbra un rendimiento del 3% para los bonos del Tesoro de EE.UU., mientras que, para cualquiera con apetito por una duración aún mayor, los gilts a 30 años cotizan muy por debajo de la par. Lo dije hace meses, pero 2023 está resultando ser realmente el año del bono.
La crisis actual se centra en los bancos estadounidenses. El índice bancario S&P 500 ha caído un 17% en lo que va de año (según datos de Bloomberg en el momento de redactar este artículo) y en las últimas semanas se ha esfumado una cantidad significativa del capital de los inversores debido a las quiebras bancarias. La subida de los tipos, los desajustes de duración, la mayor movilidad de los depósitos y la pérdida de confianza son factores que contribuyen a la crisis de los bancos regionales estadounidenses. Los datos de la Reserva Federal (Fed) muestran que los depósitos en el sector bancario comercial de EE.UU. han caído en más de 600.000 millones de dólares en lo que va de 2023, de los que aproximadamente la mitad proceden de descensos en los depósitos de bancos pequeños. Los tipos más altos de los fondos del mercado monetario han desviado fondos de los depósitos bancarios, y esta tendencia continúa, ya que los fondos del mercado monetario atrajeron otros 47.000 millones de dólares en la semana que finalizó el 3 de mayo (datos del Investment Company Institute).
Podría haber más quiebras bancarias. Esta semana, la Reserva Federal ha vuelto a subir el tipo de interés a un día hasta el 5,25%. Es muy probable que este sea el último movimiento -aunque esto depende de los datos- pero, por ahora, el presidente de la Fed, Jerome Powell, y sus colegas no son muy proclives a la idea de recortar pronto los tipos de interés. Eso significa que los tipos a corto plazo seguirán siendo más altos que la mayoría de los tipos de depósito disponibles en los bancos regionales. Como consecuencia, el dinero podría seguir abandonando las cuentas bancarias en favor de los fondos del mercado monetario. Dado que estos fondos se invierten en su mayor parte en la facilidad de recompra inversa a un día de la Fed, en cierto modo actúan como un sumidero de la liquidez macroeconómica general (de ahí la necesidad de las nuevas facilidades de préstamo de la Fed centradas en los bancos). Además, los bancos regionales que se enfrenten a presiones sobre la financiación de sus depósitos verán reducida su capacidad de préstamo. Los datos de la Fed sobre los bancos sugieren que el crédito de los bancos pequeños se ha reducido en torno a un 3% en lo que va de año y es muy probable que esto empeore, con implicaciones para el sector inmobiliario comercial y la originación de hipotecas residenciales en muchas partes del país.
Es probable que continúe la tendencia de los grandes bancos a hacerse con los activos y los depósitos de los pequeños bancos en quiebra. Hasta ahora, los grandes bancos comerciales lo están haciendo bien, presentando mejores cifras en la actual temporada de resultados, con muchos de ellos mostrando un crecimiento de los beneficios con respecto al mismo trimestre del año anterior. Las tendencias de los activos y pasivos no indican que los grandes bancos estén restringiendo el crédito, y la reciente actividad en el mercado de bonos corporativos sugiere que no hay problemas de financiación, así como que las comisiones por emisión y negociación de bonos seguirán siendo buenas. Además, habrán estado ganando dinero gracias al mejor comportamiento de los precios de los títulos del Tesoro estadounidense en las últimas semanas: en total, los grandes bancos comerciales poseen alrededor de 3 billones de dólares en bonos del Tesoro y de agencias.